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Apuesta de Antofagasta Minerals por Buenaventura refuerza el interés que existe de invertir en Perú como jurisdicción minera

Desde la industria califican como “positiva” la llegada del Grupo Luksic a la industria como una señal más general del sector y destacan que también entregará fuerza y experiencia para explotar cobre.

Por D. Donoso Moya y M. G. Arteaga / Foto: Archivo I Publicado: Martes 19 de diciembre de 2023 I 20:15
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Con una cartera de 70 proyectos mineros que aún no terminan de ver la luz y que suman más de
US$ 3.500 millones, Perú se perfila como uno de los principales mercados con mayor potencial para seguir produciendo minerales.

Ese potencial no ha pasado desapercibido en los últimos meses y días para grandes actores de la industria local, regional y global.

En agosto, la sudafricana Gold Fields reveló detalles de la ampliación de vida de su mina de oro y cobre Cerro Corona; un mes después, delegaciones de nueve países y 176 empresas estuvieron presentes en la mayor feria minera de la región, Perumin, buscando oportunidades de inversión y pidiendo se destraben los proyectos.

Ahora, este martes, la canadiense Alta Copper anunció haber logrado un nuevo financiamiento para avanzar en su proyecto de cobre Cañariaco (Lambayeque), en el que la australiana Fortescue Metals tendrá el 31% de participación accionaria.

Y, apenas cuatro días antes, la chilena Antofagasta Minerals, brazo minero del Grupo Luksic, irrumpía en el escenario al concretar la compra del 19% de participación de la local Compañía de Minas Buenaventura.

La apuesta por este gigante peruano no es fortuito. La firma tiene 70 años de historia, 27 de ellos cotizando en bolsa, y a la fecha opera nueve minas (cuatro de oro, dos de plata, dos de cobre y una de zinc y plomo).

Entre las del metal rojo, destacan Cerro Verde -de Sociedad Minera Cerro Verde, ubicada en Arequipa- y la de Marcapunta, en el distrito de Colquijirca, provincia de Pasco.

Desde la industria, calificaron el ingreso de los Luksic como “positivo”. “Confirma el interés que existe de invertir en el Perú como jurisdicción minera, dado el portafolio de proyectos de cobre que tenemos en el país”, dijo a DFSUD el presidente de la Sociedad Nacional de Minería Petróleo y Energía (SNMPE), Víctor Gobitz.

Para el líder gremial, a pesar del contexto socioeconómico que vive la nación andina, aún existen compañías que están invirtiendo en el sector minero, porque “es un negocio a largo plazo”.

“La mirada a largo plazo de los atributos de Perú son muy buenos y las empresas no se pueden dejar llevar por la coyuntura”, agregó.

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Fuerza y experiencia

Consultado sobre el ingreso de AMSA a la operación de Buenaventura, Gobitz reconoció: “Antofagasta ha estado en varias iniciativas de exploración, aunque esta es un poco distinta porque la operación ya está en marcha, pero reconfirma que Perú es una jurisdicción minera importante y atractiva porque son negocios de largo plazo”.

Añadió que “hay inversiones muy importantes de países de la región -como México, Brasil-, y también desde afuera, como de Canadá, Estados Unidos, Inglaterra, Sudáfrica, Australia, Suiza, Japón y China.

Esto recalca que Perú es una jurisdicción importante” y que hay gran capacidad para impulsar el crecimiento de la industria local.

En tanto, desde el Instituto de Ingenieros de Minas del Perú (IIMP), su director Rómulo Mucho consideró que el Grupo Luksic puede entregar fuerza a las compañías locales “de manera considerable”.

“Chile tiene más experiencia minera que Perú, están más avanzados por los mismos desafíos que tienen, como la ausencia del agua”, comentó al medio local Energiminas.

Además, recordó que esta no es la primera vez que una cuprífera chilena sale de compra en el barrio, ya que en 2018 Inversiones Alxar, una subsidiaria minera de Empresas Copec, se quedó con el 40% de las acciones de Minsur en el proyecto Mina Justa.

Por su parte, el analista de Kallpla SAB, Anthony Hawkins, señaló que la inversión demuestra el “importante potencial” que ve Antofagasta Minerals en la cartera de activos de Buenaventura.

En esa línea, Carlos Gálvez, ex titular del gremio, apuntó que la firma que lidera Roque Benavides es una de las pocas que sigue invirtiendo en sus proyectos, “independientemente del entorno político”. A ello se suma el atractivo de proyectos de cobre como Trapiche (Apurímac) y El Brocal (Pasco).

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La huella de Buenaventura

La minera peruana opera nueve proyectos mineros en las ciudades de Cajamarca, Pasco, Lima, Huancavelica y Arequipa. Con su cartera diversificada en zonas geográficas y subindustrias, Buenaventura decidió concentrarse en cuatro de sus activos “emblemáticos”: Yumpag (plata), San Gabriel (oro) y las cupríferas El Brocal y Cerro Verde.

Al mismo tiempo, la firma sigue invirtiendo en la exploración de nuevos recursos minerales porque “está en nuestro ADN”. Así, actualmente está avanzando en 12 exploraciones, respaldando el sector porque considera que “es clave para la recuperación económica del país”, según comentó la firma en una presentación.

Destacan entre sus activos la mina El Brocal, una cuprífera de gran escala y larga vida, así como también su par Uchucchacua, que está trabajando en la optimización del proceso metalúrgico. Asimismo, sobresale la mina de plata Yumpag, que en sus primeras áreas explotadas se encontró un alto contenido del metal con un promedio de 25 Oz/t en el primer mes de operación. 

Actualmente, las minas El Trapiche y El Brocal están en estudio de factibilidad, mientras que San Gabriel aún está en construcción y cuya producción de oro iniciaría a fines de 2025. Esta última está siendo la gran apuesta de Buenaventura, con una inversión de US$ 470 millones y una reserva que alcanzaría para los próximos 14 años.

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Perspectivas

Específicamente sobre el mercado del cobre, la compañía apuntó que sus perspectivas son “positivas” a 2026, ya que “la oferta de cobre no aumentará drásticamente en los próximos años y porque la creciente demanda de tecnologías para la energía limpia, impulsarán el consumo de cobre, lo que generará un déficit de mercado que se espera que se vuelva estructural para 2027”.

Sin embargo, advirtió que existen desafíos en la industria peruana, como las regulaciones, los permisos y las “limitadas inversiones” que dificultan el desarrollo de nuevos proyectos.

Así, de cara a los próximos tres años, se espera que la producción pase de 58 kton de cobre en 2023 a 60 kton en 2026. En cuanto al oro, su producción ascendería de 220 onzas en 2023 a 240 en 2026.

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