Mento, la fintech de la tercera generación del grupo Hites
Plataforma fue creada por el nieto de Isaac Hites, fundador de una de las cadenas de retail más tradicional de Chile. Es una app que entrega créditos de consumo de entre unos US$ 60 a mil a unos US$ 366.
Desde hace dos años se viene silenciosamente fraguando un nuevo negocio financiero ligado al grupo chileno Hites. Todo comenzó a mediados de 2019, cuando Ian Hites (28, ingeniero comercial UAI, nieto de Isaac, co-fundador de la empresa de retail) acudió al evento Chile País Digital.
Ahí, en uno de los salones del Hotel W, conoció a un alto ejecutivo de Wilobank, el primer banco digital argentino y recientemente adquirido por Ualá, el último unicornio de ese país. “Me gustó tanto su modelo de negocios que dije: ‘quiero hacer eso’”, recuerda Hites desde las oficinas de Nialem, la inmobiliaria ligada a su familia.
Ese mismo año Ian -que trabajaba en Cis Consultores, una firma ligada a Enrique Bone, presidente del directorio de Empresas Hites- tomó un avión a Miami para acudir a otro evento: el Lendit Fintech, un congreso que reunió a diversas empresas del rubro.
“Quería saber cómo funcionaba el ecosistema, porque cuando uno empieza y busca en Google, se marea”, dice. “Yo tenía una idea en mi cabeza y fui para allá para conocer a los proveedores que me permitieran desarrollar este negocio. Estaba en pañales, no tenía nada, ni siquiera una empresa constituida”, explica el ingeniero comercial.
Ya de vuelta, se tomó un año para desarrollar un modelo de negocios que fuera atractivo para inversionistas. Y lo fue. Según Hites, tenía dos alternativas para conseguir recursos: levantar capital de un family office o tocarle la puerta a su propio grupo familiar.
Entre las dos opciones eligió la segunda, y acá justifica su decisión: “Chile tiene muchas oportunidades. Corfo ha hecho un excelente trabajo. Pero yo tenía una complejidad. Al ser un negocio tan regulado, un capital semilla no iba a ser suficiente. Vi la posibilidad de que el grupo de la sucesión de mi abuelo me diera las espaldas para sacar el proyecto adelante”.
Se juntaron en la sala de reuniones de Nialem y ahí les presentó los detalles del negocio. Respecto a la cantidad de plata que le pusieron, Hites afirma que se mantiene en reserva. La inversión, eso sí, la concretaron a través de la sociedad Inversiones Niágara S.A., vinculada al family office de la sucesión de Isaac Hites Averbuck, cofundador de la compañía de retail y quien falleció en julio pasado.
Luego, en octubre de 2020, contrató al primer trabajador que lo ayudó a desarrollar la plataforma (David Roco). Con él profundizaron las integraciones y la arquitectura tecnológica de la empresa.
Se tomaron hasta noviembre de 2021 para tener la primera versión de Mento. Y así, dos años después de la primera idea, lanzaron la versión beta. Ahora la app funciona solo con invitación y en marzo la abrirán al público. Y el objetivo para este año no es menor: cerrar 2022 con 100 mil clientes.
El negocio: créditos de consumo
Ian Hites llevaba unos meses masticando la idea, pero fue en un Uber cuando se dio cuenta de que el negocio iba por buen camino. “Al conductor se le pinchó un neumático y se puso a llorar. Me dijo que el repuesto le iba a costar 150 mil y que no lo iba a poder comprar porque nadie le daba un crédito por ser trabajador independiente”, recuerda.
“Justo estaba desarrollando Mento y ese episodio fue un gran switch. Ahí comencé a pensar en ofrecer créditos a personas que no podían acreditar renta”.
Mento es una aplicación que ofrece créditos de consumo de entre $ 50 mil a $ 300 mil (unos US$ 60 a US$ 366): las personas bajan la plataforma, le sacan foto a su cédula de identidad y entregan los datos de su cuenta bancaria. Con esto, pueden ver a qué créditos aplican y a cuáles no. Luego, el usuario lo solicita, firma el contrato y en 24 horas recibe el monto en su cuenta corriente.
La mayor innovación, dice Hites, es la evaluación crediticia del usuario. “Muchas personas quedan fuera del sistema financiero. La idea es darle acceso a créditos a personas que han sido rechazadas de las instituciones tradicionales”.
Y agrega: “Validamos la identidad, analizamos las cuentas de nuestros clientes con scraping (técnica para extraer información de platafromas digitales) y trabajamos con burós de crédito. Luego, todo eso lo metemos a una juguera para generar una calificación de cada usuario”.
Hites agrega que a diferencia de las instituciones tradicionales, como bancos y cajas de compensación, en Mento usan otros métodos para calificar la responsabilidad crediticia de los usuarios. Con estas nuevas técnicas llenan cuatro categorías: honorabilidad, aversión al riesgo, impulsividad y prolijidad.
Pero Mento, aparte de los solicitantes de crédito, tiene otro actor: los colocadores de dinero. “Nosotros somos los intermediarios entre el que presta y el que recibe, somos la cara visible”, explica Hites. “El prestador puede ser una administradora general de fondos o un family office. Jamás será una persona natural, porque es un modelo fracasado en todas partes del mundo. Ya he estado en contacto con algunas (AGF y family offices)”.
Hites afirma que la tecnología que ellos desarrollaron es una pequeña fracción de la que ocupan. Tienen acuerdos con una serie de otras fintechs (chilenas y extranjeras) que se dedican a realizar scraping y otros servicios. “Para qué voy a desarrollar algo que ya existe y que no le agrega valor a lo que quiero crear”, indica.
El horizonte: ser banco digital
En agosto de 2021 Hites tomó una decisión difícil: botar todo el modelo de negocios a la basura. ¿La razón? Un cambio regulatorio que se estaba discutiendo en la industria y que podía, eventualmente, interferir en el proyecto.
“Tuvimos que armar uno de nuevo. Fue una gran caída. Tomamos la decisión de postergar la salida al mercado y adaptarnos a los eventuales cambios normativos que podrían haber afectado el negocio”, confiesa.
Respecto a la regulación, Hites asegura que “son pulcros” y que hablaron con diversos abogados y expertos: “Es muy sexy salir rápido, pero no es lo mismo crear una plataforma de e-commerce que abrir una empresa que ofrece créditos en donde todo está regulado”. De hecho, para desarrollar el plan de cuentas y su negocio contable recibieron asesoría de Deloitte.
Y agrega: “Lo que va a diferenciar una buena a una mala fintech, es el poder respetar la regulación y entender a los clientes. No se trata de ser la más grande, sino la que mejor entienda a los usuarios. Hay muchas que lo están haciendo bien, pero otras que lo están haciendo mal”.
Respecto a los próximos planes, Hites afirma que el segundo trimestre buscarán concretar un aumento de capital para consolidarse en Chile y empezar a mirar al resto de la región. “No vemos la posibilidad de ofrecer créditos hipotecarios, pero sí nos interesa mucho crear un botón de pago con financiamiento (buy now, pay later). También nos gusta mucho la idea de emitir tarjetas. Hace rato estamos pensando en nuestro próximo producto”, reflexiona.
Pero el horizonte a largo plazo es el mismo que tuvo en el evento en el W: convertir Mento en un banco digital. “El tiempo lo dirá. Ese es el sueño”.
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