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Caputo se muestra desafiante ante el riesgo de impago de la deuda: “Nuestro compromiso de pagar a nuestros acreedores es absoluto, total”

En entrevista con el Financial Times, el ministro de Economía repasó los avances que ha hecho el Gobierno y aseguró que el país pagará de cualquier forma sus pasivos.

Por Financial Times, editado por María Gabriela Arteaga / Foto: Reuters I Publicado: Miércoles 23 de octubre de 2024 I 09:01
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Por Ciara Nugent y Michael Stott
Buenos Aires

Argentina es uno de los países que más incumplió sus obligaciones de deuda internacional en el mundo, ya que no ha pagado sus obligaciones de deuda internacional en nueve oportunidades. Esta vez, insiste el ministro de Economía, Luis Caputo, será diferente.

Sumida en una recesión y con escasez de dólares, la nación sudamericana debe pagar más de US$ 14.000 millones a los tenedores de bonos y prestamistas multilaterales en 2025. ¿Podría haber otro incumplimiento?

“Por supuesto que no, nunca”, le dice el exoperador de Wall Street al Financial Times en una entrevista conjunta en el palacio presidencial con el Presidente Javier Milei. “Nuestro compromiso de pagar a nuestros acreedores es absoluto, total”.

Milei, el economista libertario que se convirtió en jefe de Estado de Argentina en diciembre pasado, lleva más de 10 meses impulsando una reforma de libre mercado para rehacer la economía notoriamente propensa a las crisis.

Sin embargo, si bien ha reducido la inflación y equilibrado las cuentas del Gobierno, Milei no ha podido reconstruir las escasas reservas de divisas del país ni restablecer el acceso a los mercados internacionales de capital, lo que plantea interrogantes sobre cómo hará Argentina para pagar sus deudas el año próximo.

Pero Caputo afirma que ambos objetivos se lograrán pronto a medida que el programa del Gobierno mejore la economía y aumente la confianza del mercado.

Los economistas estiman que las reservas de divisas del banco central todavía están en números rojos en aproximadamente US$ 4.500 millones, después de descontar un préstamo de China, depósitos privados y otros pasivos.

La acumulación de reservas se ha ralentizado debido a que el Ejecutivo gasta dólares en mantener el tipo de cambio oficial del peso, a fin de evitar un aumento de la inflación. También han contribuido a ello los bajos precios internacionales de la soya y el maíz, los principales productos de exportación de Argentina.

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Los esfuerzos

Caputo dice que el crecimiento futuro de las reservas “dependerá en gran medida de las decisiones del sector privado”, pero que “no habrá problemas”.

Una amnistía fiscal lanzada por el Gobierno ayudó a aumentar los depósitos privados en dólares en Argentina en alrededor de US$ 15.000 millones este año, según muestran los datos del banco central, y los bancos usarán ese dinero para ofrecer préstamos, dice el ministro.

“Cuando los bancos necesitan convertir esos dólares en pesos para invertirlos, el banco central los compra… de modo que tiene una manera de aumentar fácilmente sus reservas”, dice Caputo. “Mientras respetemos nuestro objetivo de déficit cero y de impresión de dinero cero, la acumulación de reservas nos sorprenderá”.

La confianza del mercado en Argentina se ha disparado bajo el liderazgo de Milei, y los precios de los bonos soberanos en dólares del país prácticamente se han triplicado en los últimos 12 meses.

El riesgo país de Argentina —la prima de interés sobre los bonos del Tesoro estadounidense que exigen los inversionistas para mantener la deuda del país— ha caído desde más de 2.500 puntos básicos el año pasado a alrededor de 1.100, aunque sigue estando muy por encima de los niveles que permitirían un regreso a los mercados de bonos.

El Gobierno “no tiene necesidad” de pedir prestado dinero fresco a prestamistas extranjeros porque su propuesta presupuestaria para 2025 prevé un superávit fiscal primario del 1,3% del PIB, dice Caputo, a quien Milei se refiere como una “estrella de rock”. Argentina sólo buscará acceso a los mercados para “refinanciar la deuda existente, como cualquier otro país”, agregó.

La mayor parte de las obligaciones de deuda de Argentina con vencimiento en 2025 vencen en enero y junio, con casi US$ 5.000 millonesen intereses y pagos de capital a los tenedores de bonos en ambos meses. Para enero, Caputo dice que el Gobierno ya ha depositado efectivo en el Banco de Nueva York para pagar los intereses y ha conseguido un acuerdo de recompra de casi tres años con los bancos para pagar el capital.

“En junio, si las tasas de interés lo permiten, refinanciaremos el capital y pagaremos los intereses con nuestro superávit primario”, dice Caputo. “Si las condiciones no están dadas, realizaremos los pagos de otra manera”.

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Más allá del ruido

Según los economistas, algo que ayudaría sería un nuevo acuerdo con el FMI. Argentina le debe al fondo unos US$ 44.000 millones de un rescate que data de 2018 y un nuevo acuerdo para renovar la deuda aliviaría la presión sobre las escasas reservas de dólares del país.

Caputo dice que el Ejecutivo todavía está decidiendo su estrategia de negociación y podría condensar las revisiones novena y décima del actual programa del FMI, previstas para agosto y noviembre, en una sola. “Estamos entre pasar a la novena y décima (revisiones) juntas o pedir directamente un nuevo acuerdo para acelerar los plazos”, dice.

El objetivo de otro acuerdo con el FMI, añade Caputo, sería “obtener dinero nuevo y poder recapitalizar el banco central más rápidamente”.

Hasta ahora, las relaciones han sido difíciles, ya que el director del departamento del hemisferio occidental del FMI, Rodrigo Valdés, se retiró de las negociaciones con Buenos Aires después de que Milei lo acusara de mala voluntad. (El funcionario chileno había molestado al Presidente al pedir públicamente que se mejorara la calidad del ajuste fiscal de Argentina.)

No está claro si el Gobierno de Milei llegará a un nuevo acuerdo con el FMI y, de ser así, cuán grande sería el apetito del fondo para prestar más a una nación que ya es, con diferencia, su mayor deudor.

Sin embargo, el Presidente y su ministro de Economía insisten en que las relaciones con el prestamista con sede en Washington son “buenas” y que los inversionistas interesados ​​en Argentina no deberían esperar un voto de confianza del fondo para comprar activos.

“Hoy es la gran oportunidad”, dice Milei. “Cuanto más tiempo pase, menor será nuestro riesgo país, más valdrán nuestros activos y menores serán nuestros retornos”.

Pese a los desafíos que enfrenta su programa, el líder argentino se mantiene firme en su postura. “El mayor riesgo es que el Presidente renuncie a sus convicciones, lo cual es imposible”, afirma. “No me molesta el ruido de quienes quieren empeorar este país. Vine a liderar el mejor Gobierno de la historia”.

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