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Los negocios detrás del imperio del argentino Gregorio Pérez Companc: Munchi’s y Temaikén, los preferidos

El empresario llegó a ser el mayor multimillonario del país sudamericano, con una fortuna de más de US$ 4 mil millones.

Por Déborah Donoso Moya / Foto: Autoblog I Publicado: Lunes 17 de junio de 2024 I 16:02
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Gregorio Pérez Companc, mejor conocido como “Goyo”, falleció este viernes a sus 89 años dejando un gran imperio empresarial, que lo llevó a ser uno de los hombres más ricos de Argentina y del mundo.

El empresario alcanzó una fortuna de US$ 4.100 millones, según los datos más recientes de la revista Forbes, ubicándose en el puesto 809 de las personas más ricas del mundo y siendo el segundo millonario de Argentina, solo detrás de Marcos Galperín de Mercado Libre. Esta fortuna hoy es herencia de sus siete hijos.

Su historia parte de su origen humilde y que éste fuera el motivo para darlo en adopción a la familia francesa Pérez Companc. Sus padres adoptivos ya tenían un camino avanzado pues eran empresarios del ganado ovino, negocio que dio un vuelco a la industria naviera, que luego se expandió al mundo forestal con San Jorge y después al negocio petrolero con la Pérez Companc (Pecom).

Es en esta compañía que Goyo inició su camino por el empresariado argentino, precisamente en 1958, cuando nació la firma dedicada a la perforación y terminación de pozos petrolíferos y gasíferos, que además fue por muchos años el buque insignia del empresario. Sin embargo, en 2002 vendió la firma a la brasileña Petrobras por más de US$ 1.100 millones.

En 2015, Pérez Companc adquirió los activos de Skanska y la renombró como Pecom, aunque el giro del negocio cambió a solo proveedora de servicios para la industria de Oil&Gas.

Durante varios años, el magnate continuó comprando empresas del sector, tales como Tel3, Bolland&Cía, desembolsando millonarios montos para robustecer su presencia en la industria energética de su país natal.

Con ese impulso, Pérez Companc construyó el oleoducto Loma Campana Lago Pellegrini, pasando a brindar servicios de operación y mantenimiento en Brasil, Bolivia, Uruguay, Perú y Colombia en la actualidad.

En línea con la historia de Pecom, hace unas semanas la compañía anunció su intención de participar en Plan Andes, el plan de desinversión del Estado de Argentina, para ir por activos (55) de YPF en Vaca Muerta.

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Molinos del Río de la Plata

Pecom fue su primera compañía, pero Molinos Río de la Plata es la empresa que lo llevó a la cúspide de los más poderosos del país. En 1999 el empresario emprendió en la industria de alimentos tras desembolsar US$ 400 millones por Molinos, una empresa que ya estaba consolidada en el país, pero que de la mano de Pérez Companc creció aún más.

Esto se dio porque el magnate se la jugó por sumar nuevas marcas a su portafolio, tal como Don Vicente (2000), Lucchetti y Fritolim (2001) y Minerva (2004). En 2007 se fusionó con el grupo Química Estrella y vendió varias de sus marcas, como Toddy, Zucoa y algodón Estrella. Amplió su dominio en el mundo de las pastas con Lucchetti, Terrabusi, Canale, Don Felipe y La Salteña.

En 2015 la firma se dividió para potenciar, por un lado, la industrialización y comercialización de granos, y por otro la venta masiva de alimentos. En 2023, Molinos sumó una facturación de US$ 800 millones, mientras que Molinos Agro, registró ventas por US$ 1.900 millones.

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Los especiales

A pesar de que Pecom y Molinos fueron las compañías más grandes del empresario, "Goyo" tenía a sus consentidas: Munchi’s y Temaikén, firmas que nacieron de un impulso familiar en el que incluso estuvo presente su esposa.

En 1997, lanzó la cadena de helados artesanales Munchi's en honor a su esposa María Carmen "Munchi" Béccar Varela, con quien tuvo ocho hijos: Luis (actual presidente de Molinos Río de la Plata), Margarita (fallecida), Pablo, Cecilia, Rosario, Pilar, Catalina y Jorge.

Este negocio se robusteció tras la compra de Molinos, ya que amplió su presencia de distribución en el país. Así, con el negocio en la cúspide, alcanzó los 24 locales en todo el país, pero actualmente no supera las seis unidades que están disponibles en la zona norte de Buenos Aires y en la costa del país.

Otro negocio de los preferidos es Temaiken, para el cual desembolsó en 2003 US$ 70 millones. Temaikén es un bioparque de 34 hectáreas que tardó tres años en desarrollarse.

Hoy, el parque es parte de la Fundación del mismo nombre, que es una entidad sin fines de lucro y que tiene como fin conservar la flora y fauna.
Pérez Companc ya estaba afuera de la administración de sus negocios desde 2009.

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Otros negocios

El empresario también apostó por otros negocios como la banca y la energía. En 1968 se quedó con una participación mayoritaria del Banco Río de la Plata, luego creó Goyaike, el holding agroganadero que impulsó las inversiones de la familia en la industria agrícola.

Años más tarde, este grupo de empresas se quedó con SADE, una constructora que se convirtió en el principal brazo de la familia Pérez Companc en la industria energética, pero que desarrolló centros comerciales y hoteles en el país.

Esto lo llevó a gestionar Conuar en los años '80, compañía que se encarga de producir combustible que utilizan los reactores nucleares. Esta compañía, junto con Goyaike, son las firmas más antiguas del grupo familiar.

Con Goyaike, el empresario mantenía operaciones en Uruguay (cabezas de ganado) y Chile. A este último mercado entró en 2006, luego de desembolsar unos US$ 70 millones para quedarse con Friosa y desde ese país enviar carne vacuna a Estados Unidos y Europa.

Además, en ese mercado también abrieron Munchi’s, pero de la mano con los restaurantes Raíces. A pesar de su ánimo por permanecer en Chile, el desafío duró poco tiempo y debió reorganizar su imperio solo en Argentina.

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