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Precio de gas natural en México podría subir si se adopta resolución

Ambas empresas no tienen experiencia como traders en un mercado como el del gas natural, ineficiencias que se verían reflejadas en el alza de precios.

Por El Economista, México / Foto: Grupo Cobra I Publicado: Martes 28 de junio de 2022 I 17:40
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David Madero, expresidente del Centro Nacional de Control de Gas Natural de México (Cenagas), dijo a El Economista que el precio del gas natural a los usuarios finales aumentará irremediablemente en su país si este organismo acata la solicitud de la Secretaría de Energía de prestar el servicio de capacidad de transporte del Sistema Nacional de Transporte de Gas Natural (Sistrangas) únicamente a quienes acrediten que compraron la molécula a Petróleos Mexicanos (Pemex) o a la Comisión Federal de Electricidad (CFE).

En mayo, el precio de este gas del cual México importa el 70% del consumo nacional llegó a US$ 8,14  por millar de unidad térmica británica (BTU, por su sigla en inglés), con lo que se incrementó 2,7 veces en un año, en contraste con el precio de US$ 2,91 por millar de BTU de mayo del 2021 en el mercado Henry Hub donde cotizan los comercializadores del país al sur de Estados Unidos. Los aumentos fueron trasladados en igual medida a los consumidores nacionales, explicó el experto.

Y ello ocurrió a pesar de que hoy hay una competencia entre cerca de 14 comercializadores para los usuarios del país. Los mayores jugadores privados del mercado son Shell y BP, que cuentan con yacimientos petrolíferos y centros de almacenamiento propios y por tanto pueden competir con mejores precios para importar el gas a México.

“Los comercializadores tendrán que respetar sus acuerdos de venta con clientes mexicanos, pero para traerles el gas, se lo comprarán a la CFE, que a su vez no produce gas, entonces, lo comprará a las subsidiarias aguas arriba de estos mismos comercializadores, distorsionando y elevando los precios ¿cuánto? No podemos calcularlo, pero sin duda ocurrirá”, dijo David Madero.

Lee el artículo completo en El Economista.

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