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Alimentos, combustibles y tipo de cambio: la tormenta perfecta para el alza de la inflación en América Latina

En el caso de la energía, Oxford Economics estimó que Chile será el país más vulnerable de la región, ya que "los hidrocarburos representan una gran proporción de sus necesidades energéticas".

Por Déborah Donoso Moya / Foto: Archivo I Publicado: Miércoles 24 de julio de 2024 I 15:44
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A semanas de haber iniciado la segunda mitad de 2024, y cuando las proyecciones para lo que queda del año son más claras, Oxford Economics reveló que existen tres factores claves que presionan el desempeño de la inflación en la región.

De acuerdo con Tim Hunter, economista senior del organismo para América Latina, los combustibles, alimentos y divisas son el foco de observación durante este periodo, ya que de su desempeño dependerá el comportamiento de las economías en la región.

Comentó que "la inflación en América Latina ha avanzado mucho desde los máximos de 2022-2023, y de los cinco países con mayores metas de inflación, tres tienen el indicador nuevamente dentro de la meta (Brasil, México y Perú). Sin embargo, esto no implica un camino tranquilo para los bancos centrales, ya que esperamos que los cinco terminen 2024 con una inflación cerca del máximo o fuera de los rangos objetivo".

Asimismo, observó que "podría haber algunas sorpresas desagradables en el horizonte debido a las amenazas de los precios de los alimentos y la energía, agravadas por los riesgos cambiarios y políticos".

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Inflación en Energía

Con este contexto, el economista identificó los tres riesgos.

Respecto de los combustibles, el economista comentó que "las tasas de inflación en las categorías de energía, es nuestra principal área de preocupación, ya que han aumentado consistentemente en gran parte de la región durante el año pasado y esto se produce incluso cuando los precios internacionales de la energía han sido en general benignos".

Según proyectó, los recientes aumentos de los precios del gas representan una "amenaza". "Esperamos un aumento interanual del 30% en los precios del gas hasta fines de 2024. Sin embargo, los precios del petróleo deberían compensar parte de este aumento y caerán aproximadamente un 10% durante el próximo año".

En línea con esto, advirtió que las tensiones geopolíticas plantean un riesgo, especialmente bajo su escenario donde ven una "escalada en Oriente Medio, al que asignamos una probabilidad del 10%, lo cual podría elevar los precios del petróleo WTI por encima de los US$ 130 por barril y el correspondiente repunte de la inflación en América Latina".

Ante este escenario, el país más vulnerable de la región sería Chile, ya que "los hidrocarburos representan una gran proporción de sus necesidades energéticas".

Por el contrario, Colombia produce más del 250% de su consumo en la categoría de petróleo y otros líquidos y produce cerca del 100% de su consumo de gas natural, lo cual significaría un beneficio para el país porque podría "utilizar los mayores ingresos durante períodos de precios altos para compensar los impactos de los precios sobre la inflación y el gasto de los consumidores".

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Inflación en Alimentos

Otro de los principales factores a los que está poniendo atención la consultora británica es al desempeño de la industria de alimentos. Respecto de esto, Hunter indicó que "el primer tema que preocupa a los bancos centrales de la región, y de gran parte del mundo, es la persistente inflación de los servicios. Esto permanece en el nivel más alto o fuera de los rangos objetivo para todos los países de la región, por ende, deberíamos esperar una inflación de servicios rígida, ya que los shocks inflacionarios de los últimos años fueron impulsados ​​en gran medida por las materias primas y otros bienes, por lo que el traspaso a los servicios fue secundario".

Junto con esto, proyecó que "los riesgos en los precios de los alimentos y la energía podrían revertir la rápida caída de la inflación de bienes". Esto se daría especialmente bajo un escenario donde El Niño provocó un cambio en la disminución de la inflación de los alimentos durante el año pasado.

A pesar de esto, advirtió que "sus efectos se están disipando, y es posible que su impacto total en las cosechas y la inflación de los alimentos aún esté por llegar".

Sumó a esto que los riesgos de una mayor volatilidad climática y una mayor inflación de los alimentos "surgen de la probabilidad de que surja La Niña en los próximos meses... y al final, solo se necesitaría un pequeño aumento en la inflación de los alimentos para elevar la tasa general".

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Inflación y tipo de cambio

Con este escenario, subrayó que "el repunte de la inflación energética puede simplemente reflejar una normalización de las tasas anuales a medida que las caídas pasadas en los precios de las materias primas quedan fuera de la comparación, aunque las tasas en México y Chile se están acercando a niveles preocupantes".

Así, detalló que en el caso de Chile, un peso fuertemente depreciado –entre un 15% y un 20% en los últimos 12 meses– ha contribuido a la tendencia, incluso con las políticas gubernamentales de estabilización de precios. A esto se sumó la eliminación de los subsidios en Colombia, lo cual mantuvo la inflación energética aumentando hasta este año, y en Brasil, la introducción y reversión de exenciones fiscales a la gasolina durante 2022-2023 contribuyó a una rápida caída y aumento de la inflación energética.

Al mismo tiempo, enfatizó que "el peso mexicano es la única moneda importante que esperamos que se debilite severamente. Pero la reciente volatilidad debida a preocupaciones políticas y fiscales y la reevaluación de los recortes de la Reserva Federal muestran que el riesgo cambiario persiste" para todas las economías de la región.

Sin embargo, apuntó que si la política de los bancos centrales es demasiado agresiva "podrían suponer un riesgo de inflación a la baja".

Ante este escenario, Oxford recientemente aumentó sus previsiones de tasas de política monetaria para México, Brasil, Chile y Perú, dejando al mercado azteca como líder de los mercados emergentes.

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De acuerdo con las proyecciones de Oxford Economics, sí, se habría acabado especialmente porque "desaparecieron los fáciles beneficios".

Con este escenario,su proyección para cinco de los principales países de la región (Brasil, Chile, Colombia, México y Perú) con objetivos de inflación, es que terminen 2024 cerca del máximo o fuera de los rangos objetivo, "excepto para Chile, donde nuestra previsión del 5% interanual está 1 punto por encima del consenso debido a los continuos aumentos de los precios de la electricidad; y Colombia, donde nuestro pronóstico de 4,9% interanual está 0,6 puntos por debajo del consenso".

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