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FMI: Guerra de Ucrania le brinda a América Latina la oportunidad de impulsar sus exportaciones

Un funcionario del Fondo dice que la región puede desempeñar un papel para aliviar la escasez de productos básicos causada por la invasión rusa

Por Michael Stott, Financial Times / Fotos: BRF y FMI I Publicado: Jueves 28 de abril de 2022 I 08:54
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América Latina puede ayudar a aliviar parte de la escasez de alimentos, metales y energía creada por la guerra de Rusia en Ucrania, pero la región sólo se beneficiará plenamente si adopta reformas y promueve la inclusión social, dijo un alto funcionario del Fondo Monetario Internacional (FMI).

Rusia y Ucrania se encuentran entre los principales exportadores de cereales del mundo. Rusia es también un importante proveedor de petróleo, gas, metales y fertilizantes. La guerra en Ucrania y las sanciones aplicadas por los países occidentales para castigar a Moscú han provocado fuertes subidas en los precios mundiales de los alimentos y los combustibles y han hecho que las compañías se apresuren a buscar fuentes de suministro alternativas.

"Hay una crisis por la que faltan productos básicos, alimentos, energía y también metales. Hay un problema de seguridad alimentaria y se considera a América Latina una región que nos ayudará a superar los problemas", dijo Ilan Goldfajn, director del departamento del hemisferio occidental del Fondo, en una entrevista con el Financial Times esta semana.

"Los países de Latinoamérica exportarán alimentos, tienen agua, tienen tierra. Si tuvieran fertilizantes —y eso es algo en lo que los países están trabajando— se puede ampliar la producción de productos básicos".

América Latina, añadió, era "considerada por los inversionistas como lo suficientemente alejada del centro de la crisis por lo que parece . . . que esta región puede ser realmente parte de la solución".

Esto explica por qué las divisas de la región se han apreciado y los mercados bursátiles han subido este año a pesar de que EEUU ha empezado a subir las tasas de interés, algo que normalmente pesaría en el ánimo de los inversionistas.

Sin embargo, para que la región aproveche plenamente la oportunidad de suministrar una mayor parte de los productos básicos del mundo, sus gobiernos deben adoptar reformas largamente postergadas para impulsar la productividad, aumentar la competencia, mejorar la educación, crear un sistema fiscal más justo y abordar la desigualdad profundamente arraigada, dijo Goldfajn.

El bajo crecimiento sigue asolando a América Latina. La región se recuperó rápidamente de la crisis del coronavirus el año pasado, pero ahora sus economías se están desacelerando bruscamente mientras los bancos centrales suben las tasas agresivamente para contener la inflación. El banco central de Brasil ha sido uno de los más agresivos del mundo, elevando los costos de los préstamos al 11,75%, casi seis veces el nivel del año pasado.

A pesar del riesgo de que unas tasas de interés más altas sofoquen la recuperación, Goldfajn dijo que los bancos centrales no tienen muchas opciones.

"En realidad no hay más opciones que cuidar la estabilidad. Es una condición necesaria para el crecimiento no permitir que la inflación se dispare", dijo, añadiendo que los bancos centrales habían tenido "bastante éxito" en convencer a los inversionistas y al público de que se tomaban en serio el control de los precios.

La presión adicional sobre la inflación ejercida por la invasión rusa a Ucrania hizo que los bancos centrales de América Latina volvieran a evaluar la necesidad de subir más las tasas. "No pueden permitirse el lujo de esperar que este impacto desaparezca por sí solo".

La región luchó contra la alta inflación en la década de 1980 y principios de la década de 1990, pero la situación mejoró después de que se les dio autonomía a los bancos centrales de la mayoría de las grandes economías. La mayor excepción es Argentina, que ya tenía una de las tasas de inflación más altas del mundo antes de las últimas crisis. Sus últimos datos muestran que los precios se están disparando hasta el 55%, lo que podría poner en peligro un reciente acuerdo con el FMI para refinanciar US$44 mil millones en préstamos.

Goldfajn dijo que el acuerdo con Buenos Aires, que no se finalizó hasta el mes pasado, se está revisando ahora para abordar los nuevos retos que plantean las crisis mundiales "y el objetivo es priorizar las políticas para cumplir los objetivos y metas existentes".

El Fondo también ha continuado las conversaciones con El Salvador sobre un posible acuerdo de préstamo, pero Goldfajn dijo que la adopción por parte del país el año pasado del bitcoin como moneda de curso legal era "un tema importante" que "tendrá que resolverse antes de dar los próximos pasos". El FMI le ha pedido a El Salvador que abandone el uso del bitcoin como moneda de curso legal debido a la volatilidad de la criptomoneda.

La combinación de la aceleración de la inflación y la subida de las tasas de interés hace que se prevea un crecimiento en América Latina de sólo el 2,5% este año y el próximo, según las últimas proyecciones del FMI. Esta cifra está por debajo de todas las demás regiones de mercados emergentes, excepto Europa del Este.

La región es una de las más desiguales del mundo, y las protestas contra la desigualdad y la exclusión han recorrido sus países en los últimos años. Goldfajn dijo que los gobiernos deben aprender a combinar medidas eficaces contra la pobreza y la desigualdad con reformas estructurales.

"Tenemos que abordar los problemas sociales", dijo. "Así que tiene que haber programas sociales para proteger a los vulnerables. Se puede hacer sin renunciar a las reformas y al aumento de la productividad. Creo firmemente que esas cosas no son incompatibles, se pueden atender las exigencias de oportunidad social y justicia social, igualdad de género, energía más limpia y al mismo tiempo abordar las reformas de las que estamos hablando".

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