¿Una oportunidad? Sequía en Colombia podría impulsar pequeños proyectos de generación de hasta 5 megavatios

Colombia vivió hace unos días uno de los peores escenarios energéticos de su historia reciente. El Gobierno suspendió las labores por toda la jornada del viernes, declarando día cívico, con el objetivo de disminuir el consumo de energía en el país.

La razón detrás de la decisión: los embalses llegaron al mínimo requerido para operar.

A raíz de esto, en DFSUD conversamos con Guillermo Cajamarca, vicepresidente de Energía & Negocios de Bia, una startup local que comercializa energía eléctrica. 

“En este momento estamos viviendo una situación energética bastante especial y tiene que ver con una estrechez entre la oferta, la generación y la demanda”, advirtió. 

Añadió que esa creciente exigencia de energía se ha dado por la electrificación de procesos, del transporte y por la misma economía que hace que la demanda crezca, “pero el problema es que no ha ido creciendo a la misma velocidad que la entrada de proyectos de generación”.

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Problema: pocos proyectos

De acuerdo con el ejecutivo, actualmente en el mercado cafetero "hay pocos" proyectos de producción de energía, lo que consideró es consecuencia de una mala planificación. Y es que, según explicó, “hay escenarios de proyección de demanda -que maneja la unidad de planeación hidroenergética- que, a partir de esas proyecciones, se identifican las necesidades de generación".

Y agregó que "muchos proyectos de ERNC no han podido entrar en operación por procesos de conexión a redes (recurso en La Guajira que no han logrado evacuar energía por problemas con línea de transmisión), licencias ambientales que tardan mucho tiempo, problemas de índole social como los asentamientos que hacen inviables los proyectos. Todo esto ha venido retrasando los proyectos”.

Cajamarca señaló que normalmente Colombia está produciendo alrededor de 235 GWh/día y de esos, normalmente, la producción térmica ronda en 50-70 GWH/ día. “Hoy, a raíz de la sequía, estamos produciendo 120 GWh/térmicos (a carbón y gas) y el restante lo está cubriendo las centrales hídricas”, indicó.

El sistema eléctrico en el país cafetero está interconectado, por ende, lo que se produce en la región sur del país, puede ser consumido por todas las regiones. Así, las centrales térmicas -que están en su mayoría en la región Caribe- producen para el resto del territorio y “no se puede segmentar” para sacrificar una región menos turística y evitar caídas en ingresos.

Los colombianos que más energía consumen están esa zona; seguidos por la región centro-oriente, en Bogotá; luego Antioquia y el Valle.

“Hemos visto que estas localidades han tenido un crecimiento importante que ha generado una estrechez” en el sistema, según Cajamarca, reafirmando que como “el país está totalmente interconectado, cualquier inyección de energía es consumido en cualquier parte; no está segmentada, es un sistema uninodal donde todos los proyectos inyectan generación”.

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Solución: más proyectos pequeños

El vicepresidente de Bia planteó que, a raíz de que la demanda está creciendo cada vez más y que la oferta no es suficiente, “desde el Gobierno se tienen que dar todas las garantías para que los proyectos se puedan conectar, que se apoye a los inversionistas con los licenciamientos sociales y ambientales, y que se comprometa con el proceso para que todos los proyectos entren en operación”.

Eso, según explicó, es una de las medidas primordiales que debe tomar el Ejecutivo liderado por Gustavo Petro. A esto se suma que “los proyectos de generación distribuida -proyectos de pequeña escala que pueden entrar en operación en seis u ocho meses- deben vivir un cambio en su regulación”.

Así, detalló que está determinado un máximo de 1 megavatio de producción por proyecto, por lo que “si el Gobierno estableciera que el máximo es de 5 megavatios, pudiéramos tener mayor certeza en la entrada de generación al país de esos proyectos. Hoy lo importante sería subir esos límites”.

En ese sentido, detalló que las obras que más se están presentando son aquellos de energía solar, porque son más simples de implementar y se pueden instalar en un terreno de solo una hectárea y media. “No requiere licencia ambiental, no hay comunidades y hay un período de seis meses para conectar el proyecto, con opción de ampliarla por tres meses”, explicó.

Añadió que esto es un “fast track” para el sistema, “pero como hay tanto proyecto solar, se critica el enfoque porque la energía de noche es más costosa y allí se requerirá otro tipo de tecnología, como con el gas natural que puede dar firmeza mientras el país avanza en los proyectos grandes”.

Además, apuntó que es necesario promover programas de respuesta a la demanda, para hacerla más activa. Así, mientras desde el Gobierno se propusieron diversas medidas la semana pasada, desde la industria “se están ejecutando diversos proyectos de sustitución y de implementación”, enfatizó.

Al finalizar, el ejecutivo miró el futuro con optimismo y proyectó que durante las próximas semanas se podrían recuperar los embalses, pero advirtió que “queda un poco el sinsabor de qué haremos hacia adelante, tenemos que hacer los programas de ahorro, pero sobre todo darle celeridad a los proyectos para que no pase lo mismo que este año”.

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