La historia detrás del fichaje del brasileño Celso Portiolli como socio de Zapping

La plataforma chilena de televisión por streaming, Zapping, logró un importante hito en el mayor mercado de América Latina: Brasil. Y todo comenzó con una visita casual a un programa de televisión.

Matías Delano, country manager de la compañía en ese país desde hace 10 meses, fue invitado a inicios de este año a SBT, uno de los principales canales de televisión de la nación.

Ahí fue llevado a conocer el clásico show dominical de la planta, que se llama Domingo Legal, y a su conductor, Celso Portiolli, uno de los rostros más queridos y reconocidos de todo el país.

Ese primer encuentro fue suficiente para darle vida a una idea que, meses después, se convertiría en una de las apuestas estratégicas más relevantes de la plataforma chilena en su proceso de expansión internacional.

“Hicimos match de inmediato”, relató Delano en conversación con DFSUD.

“Celso tenía una visión muy clara sobre el futuro de la televisión y nosotros queríamos justamente eso: alguien que no solo pusiera la cara, sino que creyera en el proyecto”, dijo el ejecutivo chileno.

Tras meses de conversaciones, evaluaciones y no pocas pausas, Portiolli tomó una decisión clave: invirtió US$ 1 millón en la compañía, en el marco de la actual ronda de levantamiento de capital, lo que le dio paso a convertirse en socio de Zapping.

Pero la alianza no quedó solo así. El presentador, actor y expolítico nacional firmó un contrato por dos años como rostro oficial de la marca en Brasil.

El acuerdo incluye el uso de su imagen en publicidad y menciones en su programa, que tiene una duración de unas siete horas y es uno de los de mayor audiencia cada fin de semana en la televisión abierta brasileña.

“Es un programa bien parecido a Sábado Gigante, que existió en Chile y después en Miami”, contó Delano.

Y bromeó sobre el rol de Portiolli en la industria: “Esto con Celso es como si juntaras a Don Francisco y a Martín Cárcamo en uno”.

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El camino y la proyección

La decisión no fue al azar. Delano y su equipo evaluaron varios nombres del medio, pero ninguno calzaba lo suficiente con lo que Zapping quería hacer en Brasil para sumar a más de 15.000 operadores de Internet que existen en ese mercado.

“Uno tenía demasiados contratos publicitarios; otro, una polémica que podía empañar la imagen de la marca. Celso, en cambio, tenía el perfil perfecto: trayectoria impecable, credibilidad transversal, 17 millones de seguidores en redes sociales y un carisma que recuerda a los rostros más populares de la televisión tradicional”, relató.

Comparó dicha apuesta con la que ya la firma había hecho en su país de origen con Cárcamo, con quien hicieron campañas dominicales durante casi dos años y que posicionaron rápidamente a la marca.

Con este nuevo paso, la empresa busca emprender un ambicioso plan. Zapping espera captar 85.000 nuevos suscriptores gracias a la exposición que tendrá con Portiolli y las campañas televisivas que comenzarán en agosto.

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Por el millón

Y ese es solo un frente. La verdadera gran apuesta es el mercado B2B; es decir, vender su servicio a los 15.000 operadores ya establecidos y cuya mayoría tienen más de un millón de clientes.

“En Brasil, los costos de marketing para llegar al consumidor final son altísimos. Por eso decidimos reenfocar nuestra estrategia a alianzas con empresas proveedoras de Internet, que puedan ofrecer nuestros planes de TV como parte de sus paquetes. Ya llevamos 50 acuerdos firmados y queremos cerrar 300 este año”, explicó Delano.

Esta estrategia es clave para lograr que la operación en ese mercado sea sostenible. A diferencia de las campañas de fútbol, que han implementado con fuerza en otros países donde están presentes -como Chile, Ecuador y Perú- y que “generan peaks de suscripción pero alta fuga una vez terminado el campeonato, los acuerdos B2B son más estables y rentables en el largo plazo”.

En paralelo, la ronda de financiación en la que participó Portiolli sigue abierta. Zapping espera levantar entre US$ 10 millones y US$ 15 millones para consolidar su presencia en un país “que es un continente en sí mismo”.

“Celso no solo invirtió dinero. Se sumó al proyecto con convicción. Lo que buscamos es que sea un verdadero embajador de la marca, que la recomiende en sus comidas familiares, en sus grupos de amigos. Y eso ya está ocurriendo”, concluyó.