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El “apetito por crecer” que ha marcado los últimos pasos en Latinoamérica del Grupo de Energía de Bogotá

Con una capitalización bursátil de más de US$ 5.700 millones al cierre de 2021, la firma relacionada al municipio de la capital colombiana se ha expandido fuertemente en Brasil y mira nuevos territorios donde llevar sus negocios.

Por Déborah Donoso M. / Foto: GEB I Publicado: Lunes 8 de agosto de 2022 I 07:22
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Con más de 125 años de historia, la energética Grupo de Energía de Bogotá (GEB), una firma que al cierre de 2021 tenía un valor de mercado de unos US$ 5.700 millones y donde el municipio de la capital de Colombia tiene más del 65% de capital accionario, está con apetito por crecer.

Sus cifras y planes dan cuenta de ello: tiene el objetivo de prácticamente duplicar su Ebitda a 2030 respecto del que tenía en 2019, alcanzando unos 10 billones (millones de millones) de pesos colombianos, equivalentes hoy a unos US$ 2.300 millones.

Para llegar a eso, tiene que crecer en todos los segmentos de negocio en los que participa, así como en las geografías en las que opera.

GEB tiene más de 4.500 kilómetros de redes de transmisión eléctrica, más de 4.000 kilómetros de gasoductos, 4,8 millones de hogares conectados en Colombia y Perú a través de sus distribuidoras y una capacidad instalada de generación de 3,5 GW. Los negocios de generación y distribución de energía entregan más del 60% del Ebitda de la firma.

Andrés Baracaldo, vicepresidente de crecimiento del GEB, explicó que la compañía viene expandiéndose de manera favorable y eso refleja el tipo de negocios en los que tiene operación, que son “relativamente protegidos ante la evolución de las economías, la inflación”. 

“El buen desempeño del grupo es reflejo de esos muy buenos activos que tenemos y que nos permiten continuar creciendo y nos da una capacidad de inversión significativa para expandirnos en Colombia, Perú y Brasil a través de las compañías que hemos tenido la oportunidad de adquirir”, dice. Además de esos lugares, la firma también está en Guatemala.

Ojos sobre EEUU y Chile

Hace meses que la firma está evaluando ampliar su operación a mercados como el de Estados Unidos y Chile, ya que consideran que “hay buenas oportunidades”.

Una parte del crecimiento de GEB se ha dado en base a la alianza que tienen con socios estratégicos, como la italiana Enel en el negocio de distribución eléctrica en Colombia, o su par ISA en Perú, o la española Red Eléctrica, con quien en 2020 compraron Argo, una firma que se desempeña en el extenso sistema de transmisión eléctrica brasileño.

Por eso, cuando habla de EEUU y Chile, Baracaldo dice que de hacerlo, tendría que ser con un socio local.

“La compañía es un poco diferente a las otras utilities de la región, porque tenemos bastantes socios en diferentes activos y en algunos somos controlantes, no controlantes o co controlantes (como en Brasil)”, explicó

El GEB se siente cómodo con cualquiera de esas estructuras, siempre y cuando sean un socio relevante. “Para entrar a una nueva geografía, que claramente es una posición de riesgo, creemos que es mejor entrar con alguien que podamos compartirlos, que ya esté en esos países, lo que nos ayudaría a compartir la inversión”, dice.

Baracaldo enfatiza que ya han sostenido conversaciones, así que ahora hay que encontrar la oportunidad específica para acceder a esos mercados, lo que podría tener avances más claros en 2023.

Respecto de EEUU, que es un mercado muy grande y competitivo, más que apostar a tener presencia nacional o estatal, la idea sería partir focalizados.

“Somos actores del segmento de transmisión y conocemos técnicamente cómo funciona, tenemos una capacidad de inversión razonable para el tamaño del grupo, y una historia de ser buenos socios, nos enfocamos en los temas relevantes”, explicó al argumentar los puntos a favor para ingresar al país norteameriano.

Además, tienen una posición de endeudamiento razonable - de 2,6 veces el Ebitda-, lo que les da espacio de apalancamiento para crecer. 

“Tenemos un nivel que nos permite continuar creciendo de manera razonable y sin poner en riesgo la calificación de grado de inversión del grupo”, recalca.

Ecuador también ha sido parte de esta búsqueda por crecer, pero limitantes regulatorias a compañías que tengan capital privado han entorpecido el camino. 

Robustecimiento de Brasil

Sin duda alguna, lo que están haciendo en Brasil a través de Argo es una de las muestras de la ruta de crecimiento que quiere tener la empresa.

“Argo fue la plataforma inicial para continuar mirando oportunidades en ese país”, explica el ejecutivo y agrega que en ese mercado tomaron la posición de retención de utilidades para posibilitar que esta plataforma siga expandiéndose, algo que ya está dando resultados dado que han doblado el tamaño de la empresa.

De todos modos, sigue viendo opciones, tanto en proyectos que tenga que construir desde cero, como en líneas que estén operativas. “Tenemos apetito. Hay unas licitaciones muy grandes que vienen el próximo año”, detalla.

“Claramente el desarrollo de proyectos greenfields es favorable en Brasil porque en muchos de nuestros países encontramos problemas de licenciamiento y de comunidades. No es que en Brasil no existan, también es difícil, pero vemos que los plazos se pueden cumplir y que hay mecanismos accionables que permiten que los proyectos se ejecuten”, explica.

Una meta definida en el horizonte es apostar por dos licitaciones significativas que habrá en 2023, las que podrían implicar inversiones por unos US$ 3.000 millones, donde probablemente irían con socios.

Desafíos

Además del robustecimiento de la operación brasilera y continuar evaluando los mercados de EEUU y Chile, el Grupo de Energía de Bogotá contempla al menos tres desafíos para lo que resta de 2022 en sus firmas actuales.

En Perú, uno de sus activos más relevantes y donde espera participar en licitaciones por más de US$ 1.500 millones, su plan es crecer con la firma de gas Cálidda y la eléctrica ElectroDunas.

“Esas empresas continuarán creciendo de manera similar a lo que lo han hecho los últimos años”, afirmó el ejecutivo.

Sin embargo, su talón de Aquiles continúa siendo Contugas, filial que a pesar de ser apalancada por la operación de ElectroDunas, es un activo que “estamos tratando de darle la vuelta, ya que tiene problemas significativos pero ElectroDunas nos ha ayudado muchísimo en tratar de sacarla a flote”.

En segundo lugar están los activos en Guatemala. A estos están poniendo especial atención por su complejidad, ya que “la construcción de las líneas de transmisión -que tienen un avance significativo-  sigue presentando tramos complejos desde 2019, con zonas difíciles por la violencia, las comunidades, licenciamiento y relaciones con entidades”.

Finalmente, en Colombia están viendo que los proyectos de transmisión tienen complejidades por licenciamiento y las comunidades. “Tenemos una línea importante que es colectora, que une la Guajira con el centro del país. Continuamos en ese trabajo con las comunidades para tratar de tenerla en operación lo más pronto posible, pero aún restan más de 40 comunidades (de 240) con las cuales alcanzar acuerdos y eso tiene implicaciones sobre el cronograma”, afirmó.

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