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Acreedor pide la quiebra de la mayor papelera de Argentina por una deuda que supera los US$ 41.000

Celulosa Argentina atraviesa una situación financiera compleja desde fines de 2024. En mayo, informó que no abonará obligaciones negociables ni cheques de pago diferido.

Por El Cronista, Argentina / Foto: Reuters I Publicado: Lunes 7 de julio de 2025 I 16:45
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Afectada por una fuerte caída de sus ingresos, Celulosa Argentina, la mayor papelera del país, enfrenta un nuevo frente judicial en el marco de su proceso de reestructuración financiera. Es que uno de sus acreedores, la compañía dedicada a proveer servicios de izaje y movimiento de cargas pesadas,Tecmaco Integral, solicitó su quiebra ante la Justicia santafesina.

La notificación se realizó a través del abogado Damián Moriconi, del estudio Romera, Ongay, Romano, Castellani y Figueroa Casas, por una deuda de 13 millones de pesos argentinos (US$ 10.301), a los que se sumaron luego de la presentación otros dos cheques vencidos impagos por 20 millones de pesos argentinos (US$ 15.847) cada uno. 

Según comentó el jurista a El Cronista, el motivo por el que la compañía decidió avanzar con la solicitud de quiebra directa fue porque "se agotaron las vías extrajudiciales".  A su vez, dijo que Celulosa aún no respondió a la solicitud. La compañía podrá hacerlo cinco días hábiles después del fin de la Feria judicial en la provincia de Santa Fe, que empieza este lunes y se extenderá hasta el 20 de julio.

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La empresa que tiene operaciones de montaje de plantas, cambio de ductos y asistencia en pozos en Vaca Muerta, el Polo Petroquímico de Bahía Blanca, el Puerto General San Martin en Santa Fe, entre otros, presentó la petición en el Juzgado Civil y Comercial N°1 de San Lorenzo. 

Según establece la Ley de Concursos y Quiebras, un acreedor puede solicitar la quiebra directa de una empresa si demuestra que la misma se encuentra en estado de cesación de pagos, es decir, que no puede afrontar sus obligaciones vencidas en forma regular. 

Para avanzar con el pedido, el acreedor debe aportar pruebas concretas -como cheques rechazados o sentencias impagas- que acrediten esa situación. Si el juez comercial considera que hay mérito suficiente, puede decretar la quiebra, lo que implica que la firma pierde la administración de sus bienes. Estos, consecuentemente, pasan a manos de un síndico, y se inicia el proceso de liquidación patrimonial. 

Se trata de una medida que impide la posibilidad de reestructurar la deuda bajo un concurso preventivo. No obstante, Celulosa puede intentar revertir la situación mediante un avenimiento o acuerdo. Esto es, un pacto extrajudicial mediante el cual la compañía deudora puede negociar directamente con el acreedor que inició el pedido de quiebra. 

Lee la nota completa en la web de El Cronista. 

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