Nuevo máximo accionista individual de Sura abre nuevo conflicto en la firma de seguros e inversiones

A través de una carta solicitando una junta extraordinaria de accionistas, el empresario Jaime Gilinski, el mayor accionista individual de Sura, abrió una nueva fuente de conflicto con la sociedad.

Esto, porque según informó el diario La República, el empresario envió una carta a la auditora Ernst & Young, solicitando que se den explicaciones sobre supuestas revelaciones que harían los estados financieros intermedios de la empresa, donde se habla de algunos “acuerdos complejos” de filiales con tres socios (Munich Re, Caisse De Dépôt Et Placement Du Québec y Grupo Bolívar), los que podrían causar nuevos pasivos, según consignó el medio local.

Una de las discusiones es si dichos contratos deben ser tratados como un pasivo, pues tendría un impacto en la compañía, dado que hay obligaciones de recompra por parte de la aseguradora.

En su carta, Gilinski pide que la citación a la asamble contemple la contratación de otros auditores -Deloitte, PwC o KPMG- para que haga una revisión exhaustiva del impacto contable y financiero de esos acuerdos.

Profundidad de los acuerdos

Para el abogado y especialista en derecho financiero y corporativo Diego Márquez, este tipo de acuerdos son comunes en las sociedades, pero que resta conocer la profundidad que tienen ellos, para ver si sobrepasan algún límite.

Según informó La República, por ejemplo, con la empresa Munich Re hay un pacto desde 2021, donde si esta sociedad decide vender su 18,8% en Suramericana, el precio debe ser determinado por un tercero independiente.

Márquez explicó que como estos acuerdos son comunes, su efecto no debería ser tan profundo, sin embargo, tienen en riesgo de abrir una ventana de desconfianza del mercado a la gestión de la sociedad.

“La discusión, inicialmente, debe versar sobre la obligación de Grupo Sura de revelar, o no, dichos acuerdos. Eso puede llevar a una multa para las sociedades y/o los representantes legales”, detalló el especialista, añadiendo que “dependiendo del contenido, habría que evaluar su validez”.

A raíz del episodio, Sura señaló que no hay obligación normativa a revelar los contratos sobre empresas no listadas. "Se recomendó actualizar la política de los resultados porque no se conocen los efectos contables que tienen la cláusulas de los acuerdos con los accionistas minoritarios, y se recomienda porque son acuerdos de alta complejidad y no hay una interpretación definida", dijo la empresa. 

Para el especialista, un escenario de invalidez es poco o nada probable, ya que esos acuerdos “son híper especializados, profundamente asesorados y negociados”.

De tal manera que si fueran inválidos, un juez debería intervenir y declararlos como tal, lo que generaría que “no tendría efectos el contrato y eso significaría que, en la práctica, no habría acuerdo. Luego empezaría una fuerte tensión en la sociedad y habría un efecto en la confianza hacia la administración”.

Oportunidad para Gilinski

Para algunos especialistas, la jugada de Gilinski se entendería en el marco de un intento para ir subiendo su participación en la empresa, donde ya tiene 38%. 

Sin embargo, para Márquez el empresario caleño está ejerciendo su derecho, “porque es fruto de un informe de la revisoría fiscal. Tiene sentido que él plantee inquietudes, pero no creería que llegue al punto de que los minoristas de los acuerdos tengan que vender títulos más baratos (a Gilinski)”.

Es por esto que bajo el escenario de encontrar invalidez de esos acuerdos, sin duda, “aprovechará para mover administradores de la sociedad”. Al respecto, el especialista apuntó que en este momento “debe estar moviendo a la Junta Directiva para profundizar en ese tipo de acuerdos. En ese escenario tiene más fuerza y facultades”.

Ahora sólo resta esperar a que se apruebe la junta extraordinaria de accionistas y conocer los detalles de los acuerdos.