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Presidente argentino enfrenta lucha para persuadir a legisladores a aceptar acuerdo con FMI

Alberto Fernández tiene sólo semanas para convencer al Congreso escéptico a firmar la reestructuración de US$ 44,5 mil millones de deuda.

Por Lucinda Elliott, Financial Times I Publicado: Jueves 17 de febrero de 2022 I 12:04
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El acuerdo de Argentina con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para reestructurar la deuda de US$ 44,5 mil millones se ve amenazado por una ruptura dentro de las propias filas del gobierno, a pocas semanas de que se cumpla el plazo para finalizar el acuerdo.

El presidente Alberto Fernández está presionando a los legisladores de su propia coalición de izquierda para intentar conseguir apoyo para un proyecto de acuerdo, lo cual requiere la aprobación del Congreso. Pero conseguir una mayoría simple en el Congreso está resultando todo un reto antes de que se levante la sesión de la Cámara el 1 de marzo.

"Fernández está intentando mantener unidas las piezas del rompecabezas de su coalición", le dijo un asesor cercano al presidente al Financial Times (FT) en Buenos Aires. "Hay piezas que no quieren formar parte del rompecabezas y se están desprendiendo".

La sorpresiva dimisión, el 31 de enero, de Máximo Kirchner como líder del bloque peronista en la Cámara Baja, en protesta por el proyecto de acuerdo con el FMI, ha puesto de manifiesto las profundas fisuras en el seno de la coalición gobernante, una mezcla de moderados alineados con el presidente y un ala radical encabezada por Kirchner y su madre, Cristina Fernández de Kirchner, vicepresidenta del país.

Los legisladores de la coalición gobernante que están alineados con los Kirchner pueden decidir votar en contra o abstenerse, complicando aún más el quórum necesario para garantizar la aprobación del acuerdo. Alegan que el acuerdo original con el FMI infringió las normas del Fondo — lo cual el Fondo niega — y que el prestamista debería concederle a Argentina un trato favorable en cualquier nuevo acuerdo.

Germán Martínez, quien ha sustituido a Kirchner como líder del bloque peronista, le dijo al FT que hasta ahora el número de votos que respaldaban el acuerdo con el FMI era "incierto".

"Estamos digiriendo lo que sucedió en enero", dijo Martínez, en referencia a la renuncia de Kirchner, y "despejando cualquier duda" entre los diputados indecisos. Martínez dijo que estaba trabajando para "cerrar la brecha" en las próximas semanas llamando o reuniéndose con los representantes uno por uno para asegurarles que el acuerdo es la mejor opción para Argentina.

Cualquier demora en el Congreso podría poner en peligro un acuerdo anunciado en enero, que se logró tras meses de discusiones entre Argentina y el FMI para reestructurar la deuda del histórico rescate de US$57 mil millones en 2018 negociado por el anterior gobierno de centro-derecha de Mauricio Macri.

El acuerdo también debe cerrarse en el FMI. Argentina le debe al Fondo US$ 19 mil millones en reembolsos este año debido al rescate, incluyendo un importante pago de US$ 2,8 mil millones que vence el 22 de marzo, fecha que los analistas ven como el plazo límite de facto para aprobar el acuerdo conforme disminuyen las reservas internacionales del país.

Fernanda Vallejos, diputada peronista por la provincia de Buenos Aires, está entre quienes piensan votar en contra del acuerdo. "Política aparte, es una cuestión de matemática", dijo. "La deuda que es impagable, no puedes refinanciarla, tienes que reestructurarla".

El actual proyecto de acuerdo, que prevé que Argentina reduzca su déficit fiscal primario gradualmente del 2,5% del producto interno bruto este año al 0,9% en 2024, no cambia los términos del préstamo original de 2018, dijo Vallejos, y corre el riesgo de "un largo ciclo de endeudamiento", que Argentina ha sufrido antes.

Las reservas netas del banco central han caído en territorio negativo, según algunos cálculos, después de que el gobierno pagara algo más de US$1 mil millones en concepto de principal e intereses de su préstamo al Fondo en febrero. La inflación supera el 50 por ciento anual y la tasa de cambio paralela es más del doble del nivel oficialmente controlado.

Si se aprueba este acuerdo, será el vigésimo segundo en la historia del país con el Fondo desde que se incorporó en 1956. Los economistas han expresado su escepticismo sobre si un gobierno dividido e impopular que enfrenta elecciones el próximo año será capaz de cumplir sus compromisos.

"Cada tres meses vamos a sufrir la incertidumbre sobre nuestra capacidad de pago y eso no es ninguna solución", dijo Vallejos, quien ha calificado el debate en el Congreso como muy poco homogéneo.

Al no haber consenso entre la coalición peronista gobernante sobre los términos del acuerdo, los legisladores más moderados de la oposición han dicho públicamente que probablemente votarán en contra o se abstendrán. Los líderes de la oposición arremetieron contra la "irresponsabilidad" del partido gobernante por no presentar un frente unido en un tema de tanta importancia durante una conferencia de prensa la semana pasada.

Kristalina Georgieva, directora gerente del FMI, ha reconocido "las limitaciones" de lo que se puede hacer en Argentina en los próximos años, citando la oposición política.

El propio FMI no requiere ninguna aprobación del Congreso para finalizar el acuerdo, aunque el Fondo ha destacado la necesidad de un amplio apoyo político para un acuerdo. Carlos Melconian, exjefe del Banco de Argentina, dijo que Fernández, en teoría, podría negociar un acuerdo sin el apoyo total del Congreso, aunque hacerlo sería políticamente costoso de cara a las elecciones de 2023.

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