ES NOTICIA:

Close

Expertos proponen fortalecer organismos fiscalizadores y nuevos sistemas temporales de cooperación entre competidores para atacar la inflación en la región

DFSUD.com conversó con tres expertos: Alejandro Lombardi de Argentina, Carolina Moreno de Chile y Pablo Márquez de Colombia sobre la relación entre la libre competencia y la inflación. Dado que el problema del fenómeno es macroeconómico, coinciden en que es un error caer en fijaciones de precios,

Publicado: Jueves 27 de octubre de 2022 I 18:29
Comparte en:

DFSUD.com conversó con tres expertos: Alejandro Lombardi de Argentina, Carolina Moreno de Chile y Pablo Márquez de Colombia sobre la relación entre la libre competencia y la inflación. Dado que el problema del fenómeno es macroeconómico, coinciden en que es un error caer en fijaciones de precios, dado que medidas de este tipo crean mayores distorsiones en los mercados.

De todos modos, llaman a estar atentos, porque las subidas de precios hacen más difícil detectar conductas contrarias a la libre competencia en los mercados, para lo cual organismos fiscalizadores deben tener un refuerzo.

Lombardi: “No pasa por un tema de libre competencia el origen de la inflación, ni tampoco su combate”

Alejandro Lombardi dice que en el caso de su país, si la inflación termina bajo el 100%, será un “logro”. Agrega que no tienen dudas de que esto vino para quedarse, porque llevan 15 años así.

Es importante entender que la situación allá se origina de un problema macroeconómico, por el déficit fiscal creciente que tiene la nación, donde básicamente no hay plan de gobierno que resulte.

Pero, pese a esto, se han intentado impulsar medidas orientadas a la contención de corto plazo. “Éstas son las que más daño causan en el largo plazo, porque generan todo tipo de distorsiones, incluso en la libre competencia”, señala.

La primera de ellas es el denominado “Precios Cuidados”, una política donde el gobierno fija precios en góndolas de productos de la canasta básica. “Esto obviamente tiene un impacto directo en la competencia, porque se limita, por lo menos para algunos productos, la capacidad de las empresas de explotar diferencias de precios para tratar de atraer demanda”, dice.

Lo que pasa con el dólar y los precios de la energía también son otro ejemplo de fijaciones que dañan a los mercados. El primero, porque distorsiona el valor de las importaciones frente a productos locales, lo que a la vez conlleva medidas en contra de internar productos.

“Tenemos sectores en los cuales una situación de apertura razonable de la economía y estabilidad macro serían competitivos”, grafica.

En el caso de la electricidad, cuyas tarifas han estado subvaloradas por al menos unas dos décadas, Lombardi explica que si bien pudo haber un impacto en la inflación en el corto plazo, en el largo plazo se vuelve una mochila difícil de manejar y termina perpetuando el problema.

A su juicio, esta idea de que Argentina es una economía más cerrada, y por lo tanto debería ser más resistente ante shocks externos, no hace tanto sentido. “No somos una economía isla; los coletazos nos pegan igual”, dice.

Por eso, cree que lo importante al ligar este tema con la libre competencia es que, dado que el origen del problema es macroeconómico, hay que tener expectativas adecuadas respecto del rol que juegan las medidas. “No pasa por un tema de libre competencia el origen de la inflación, ni tampoco su combate”; recalca, señalando que si bien se pueden reforzar el rol de las investigaciones de mercado, hay que considerar que esta constante alza de precios dificulta también el análisis de los datos.

“Una cosa es detectar que los precios suben en un cártel cuando hay estabilidad de precios y otra es en un contexto donde los precios suben 100% unos y otros después”, dijo.

Moreno: “Uno podría permitir acuerdos entre competidores para comprar determinadas materias primas”

Para Carolina Moreno, la inflación en Chile, que marcó buena parte de las décadas de 1970 y 1980, era un tema prácticamente olvidado, por lo que el alza constante de los productos alimenticios, así como las cuotas de créditos para la compra de viviendas que están indexados a la inflación, son dolorosos.

“Es muy evidente el incremento de precios y empieza a surgir esta duda de cuánto de esta inflación corresponde a temas estructurales y cuánto a especulaciones de mercado”, dice. Y agrega que muchas veces ese análisis lleva a preguntarse por qué no fijar precios.

Pero Moreno dice que antes de llegar a responder eso hay que entender el fenómeno, que básicamente está asociado a desajustes macroeconómicos, que en el caso de Chile está explicado por mayor liquidez y menor oferta.

Entonces, la alerta que levanta la experta es que la inflación sirve para esconder muy bien prácticas anticompetitivas, por lo que su principal recomendación es que en momentos como este se deben reforzar las capacidades fiscalizadoras de la Fiscalía Nacional Económica.

“En un contexto inflacionario es más difícil detectar conductas contrarias a la libre competencia porque no sabes cuál es la causa”, recalca.

A su juicio en el país se está lejos de llegar a una fijación de precios, porque una medida de ese estilo tiene muchas complicaciones operativas de cómo se aplicaría, además de los efectos que puede generar.

“Si tú lo fijas demasiado alto, corres el riesgo de entregar información para la colusión de los mercados; si lo fijas demasiado bajo, algunos actores podrían no cubrir sus costos y salir”, grafica.

Por eso, la economista de la Red ProCompetencia se inclina por dos caminos. Uno, fortalecer a la FNE, para que esté más atenta a los mercados, lo que implica mayor presupuesto, pero además establecer en la regulación algo que ya se aplica en Europa: posibilitar por períodos de tiempo determinado el acuerdo entre competidores, por ejemplo, para que puedan comprar en el extranjero ciertos insumos que otorgue economía de escala.

“Si hoy se llegase a implementar una medida de ese tipo en Chile, sería una colusión derechamente. Por eso es importante innovar y buscar mecanismos que autoricen este tipo de acuerdos en condiciones puntuales, reguladas, a través de una consulta al Tribunal de Defensa de la Libre Competencia”, dice.

Márquez: “Con sus herramientas, las autoridades podrían empezar a profundizar cuáles son las causas de la inflación en ciertos sectores”

En el caso de Colombia, que también tiene una inflación superior al 10%, Pablo Márquez señala que el fenómeno está asociado a factores externos, como la crisis logística mundial y problemas con el tipo de cambio. Por cada 10% que la moneda local pierde de valor, la inflación sube 3%, explica.

El efecto del desajuste entre la oferta y demanda de productos ha exacerbado esto, dice, algo que fue apoyado internamente por protestas sociales que se dieron en plena pandemia en su país.

Como si fuera poco, la reducción de las tasas de interés en Colombia, que normalmente se traducen en más inversión, en este caso fueron a parar en más consumo.

Márquez dice que el nuevo gobierno de Gustavo Petro ya ha enviado señales de lo que busca hacer para intentar contrarrestar la escalada de precios, por ejemplo atacando los valores de los combustibles a través de un fondo de estabilización que, dado cómo se ha comportado la situación, está desbalanceado.

En segundo lugar, dice, se ha enfocado en ver espacios de mejora en algunas tarifas reguladas de servicios públicos domiciliarios de las familias. “Aunque por ahora esto no ha tenido efecto, es una variable que se puede controlar”, dijo, agregando que esto se ha aplicado primero con la electricidad, pero que de seguro se extenderá.

De todos modos, a su juicio es relevante que el gobierno vaya entregando señales de tranquilidad y confianza a los inversionistas, para mantener el tipo de cambio y que, idealmente, baje.

Respecto de temas de libre competencia, el experto dijo que la ley que regula esto surgió en 1959, aunque de ella solo quedan vigentes dos artículos y se creó para atacar la inflación.

“Es cierto que el contexto inflacionario facilita prácticas colusorias, de abuso de posición dominante, pero también es cierto que las autoridades de competencia son lentas en sus investigaciones”, recalca, por lo que junto con eso, hay que trabajar en otros frentes.

En especial, dice que las autoridades de esta área deben promover que los reguladores tomen medidas más ágiles para que las condiciones competitivas se garanticen. 

“Probablemente (las autoridades de libre competencia) podrían con sus herramientas, sin tener que iniciar investigaciones, empezar a profundizar cuáles son las causas de la inflación en ciertos sectores donde, por condiciones estructurales, podría haber un abuso”, dice.

Comparte en: