Española Grenergy se refuerza con nuevas ejecutivas que buscan impulsar el crecimiento de la compañía

El plan de la productora española de energía Grenergy es continuar con el “fuerte” crecimiento que viene mostrando hace unos meses, para esto, la firma decidió robustecer su estructura corporativa con la incorporación de dos nuevas ejecutivas.

Además, todo esto se engloba en su ambicioso plan de ser una compañía Net Zero a 2040, por ende, su crecimiento dependerá de las decisiones que tome en estos años y para ser parte de ello convocó a la exejecutiva de Iberdrola Ana Delgado, quien se incorporará como la nueva directora de Regulación; así como la exejecutiva de Ferrovial, María Abuin, quien será la nueva responsable del área Fiscal de la compañía.

Ambas ejecutivas tienen una trayectoria que supera los 15 años. 

Respecto de esta decisión, el CEO de la productora de energía, Pablo Otín, argumentó que su llegada “demuestra la capacidad de atraer talento de la compañía y nuestro compromiso con la incorporación de mujeres en puestos de dirección”. 

Junto con esto, enfatizó que “nos permitirá desarrollar la organización para el fuerte crecimiento operacional que seguiremos manteniendo en los próximos años”.

El arribo de las nuevas ejecutivas, junto con la reciente recomendación de Bank of America (BofA) sobre la compra de acciones de la compañía, estableciendo un precio objetivo de 52 euros, le da un espaldarazo a la productora de energía para continuar con sus planes.

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¿Quiénes son las nuevas ejecutivas?

Ana Delgado llega de Iberdrola, donde ejerció diversos cargos y construyó una trayectoria profesional de cerca de 20 años. Durante sus primeros años se desempeñó como la responsable de promoción de Cogeneración, para luego ascender a responsable del posicionamiento regulatorio de la firma española.

La ingeniera industrial aseguró que tiene “un profundo conocimiento del sector energético”, lo cual la hace aún más relevante para Grenergy.

Además, señaló que tiene experiencia en liderar equipos, especialmente en proyectos globales, lo cual acompaña los planes de expansión de la productora de energía que actualmente opera en Europa, Estados Unidos y América Latina.

Delgado cuenta con un MBA por la Nebrija Business School, además de una formación de posgrado por ESADE.

Por su parte, María Abuin, forjó gran parte de su carrera en la desarrolladora española de infraestructura Ferrovial, compañía en la que se mantuvo en el cargo de jefa de tasas y transferencias de precio internacional por más de 14 años.

Previo a esto trabajó en compañías como PWC, Deloitte y Navantia. En esta última se desempeñó en el cargo de directora de Fiscal.

Actualmente, las nuevas representantes de Grenergy se están empapando sobre la compañía para empezar a trabajar en el robustecimiento del crecimiento de firma y para concretar sus planes Net Zero y de expansión.

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Crecimiento de Grenergy

La compañía ha señalado que la elección de estas ejecutivas son el resultado de un periodo de crecimiento “exponencial” para su historial de desempeño como productora de energía.

“En Grenergy hemos experimentado un notable incremento en nuestras cifras de negocio en los últimos años, consolidándonos como uno de los líderes en el sector europeo de las energías renovables”, destacó el CEO. 

Cabe recordar que su negocio está presente en tres regiones: Europa (España, Italia, Alemania, Polonia y Reino Unido), Estados Unidos y Latinoamérica (Chile, Perú, México y Colombia), y cuenta con varios proyectos en marcha y de gran envergadura, tal como Oasis de Atacama, “el mayor proyecto de baterías a nivel mundial”.

La compañía cuenta con una plataforma global de más de 15 GW en varias etapas de desarrollo en los once países donde opera.

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Planes Net Zero

Uno de los planes más ambiciosos de la compañía es alcanzar la neutralidad en carbono en 2040. Esta iniciativa pone de relieve el “sólido” deber de la compañía española con la descarbonización.

Para alcanzar esta meta, la empresa planteó que el consumo de electricidad sea 100% renovable en los proyectos que opera y la sustitución progresiva de los vehículos de obra actuales por eléctricos, todo “con el objetivo de reducir las emisiones derivadas de combustibles fósiles y de electricidad”.