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La gran apuesta de Bodegas San Francisco en Perú: de un primer terreno en Lima en 2009 a operar 1,5 millones de metros cuadrados

A 40 años de su creación en Chile, la firma consolida su silenciosa expansión en el país vecino con activos clave para el e-commerce.

Por María Gabriela Arteaga / Foto: BSF I Publicado: Martes 10 de junio de 2025 I 04:00
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A 16 años de haber cruzado la frontera hacia el norte, Bodega San Francisco (BSF) vuelve a marcar un punto de inflexión en sus 40 años de historia con una operación clave: la compra de la peruana Aldea Logística, por US$ 160 millones.

La transacción no solo refuerza su presencia fuera de su país de origen, sino que consolida su posición como uno de los actores más relevantes en infraestructura logística.

El negocio, que se anunció en mayo y se firmó el 2 de junio, complementa la silenciosa estrategia que ha llevado a cabo la compañía en territorio peruano desde 2009.

“Nunca habíamos salido de Chile porque el mercado local era suficientemente grande y atractivo. Pero la oportunidad en Lima era evidente y se nos presentó de la mano de un cliente muy importante: Cencosud”, relataron a DFSUD desde la empresa.

El primer paso

Corría el año 2008 cuando ejecutivos de BSF recibieron una llamada desde Perú: una invitación del Grupo Algeciras -sociedad chilena propiedad de Eduardo Elberg, socio de Patio- para evaluar el desarrollo de bodegas en Lima. Lo que comenzó como una exploración de mercado se transformó al tiempo en una decisión estratégica.

Un año después, BSF adquirió su primer terreno en Villa El Salvador, una zona con alta demanda logística, pero con escasa disponibilidad de suelo. Desde ahí, el camino fue rápido: en poco tiempo levantaron 80.000 metros cuadrados (m2) y arrendaron sus primeras instalaciones al holding de la familia Paulmann. Luego vinieron nuevas compras en Lurín, Punta Hermosa y más al sur de la capital peruana.

“Exportamos nuestro modelo chileno, prácticamente tal cual, y funcionó a la perfección”, aseguraron desde la empresa.

Hoy, la compañía desarrolla uno de sus hitos más ambiciosos: Logiscity; un mega centro logístico para el que proyecta 1,5 millones de m2 construidos, lo que lo convertiría “en el más grande de Sudamérica”.

“Logiscity representa nuestra mirada de largo plazo. No es una promesa, es un proyecto en ejecución y refleja cómo entendemos el crecimiento: con impacto, escala y responsabilidad”, afirmó a este medio, Alberto Fluxá, director de BSF Chile y Perú.

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El aporte de Aldea

La apuesta por Aldea no fue improvisada. La compañía había desarrollado un modelo ágil, descentralizado y orientado a la distribución de última milla, algo que BSF no tenía en su portafolio.

Con múltiples ubicaciones cercanas al centro de Lima, y con bodegas de más de 12 metros de altura, la adquisición es vista como una oportunidad para complementar la oferta en e-commerce y el fulfillment.

Según Andrés Solari, gerente general de Algeciras y director de BSF Perú, “esta transacción representa un paso estratégico para seguir construyendo liderazgo en el mercado logístico peruano, que hemos desarrollado en conjunto con el Grupo Algeciras desde 2009”.

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Oportunidad para crecer

Desde la óptica de BSF, Perú representa hoy un entorno propicio para hacer negocios. Las razones abundan: trámites más ágiles, permisología menos restrictiva y un mercado aún en vías de maduración.

“En Perú la palabra ‘permisología’ no existe”, señalaron desde la firma al ser consultada por el contraste con la actualidad en Chile.

Pese al escenario, BSF no pierde de vista su negocio en el mercado natal, al que considera mucho más maduro pues cuenta con una penetración del canal supermercado por sobre el 85% (en Perú está en 25%) y una disponibilidad de metros cuadrados mucho mayor.

El país sigue siendo su base operativa, con 1.725.000 m² construidos y 12 centros logísticos. Los esfuerzos están enfocados ahora en el desarrollo del proyecto Lo Aguirre (en Pudahuel), que obtuvo en mayo su permiso ambiental.

Este punto contempla pasar de 150.000 m2 a más de 650.000 m2 construidos en los próximos ocho años, bajo un modelo multiclientes.

Por el momento, la firma no ve un horizonte más allá de estos dos mercados. Aunque en el pasado exploró Argentina y Colombia, no vio la oportunidad de replicar las ventajas competitivas que tiene en los otros países.

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