Ecuador: apagones e incendios dejan al país en emergencia crítica y las pérdidas alcanzan los US$ 100 millones por cada corte

Ecuador atraviesa una situación “crítica”: una severa sequía mantiene al país desde hace más de una semana con cortes programados del servicio eléctrico a lo que se sumó, específicamente en Quito, una oleada de incendios forestales que han cubierto la capital de humo y ceniza. 

La situación es tal que el Presidente Daniel Noboa se vio obligado a cancelar, a última hora, su participación en la Asamblea General de la ONU en Nueva York, para retornar al país para “comandar todos los esfuerzos” para combatir el fuego.

El mandatario ecuatoriano ya había señalado el lunes, desde ‘La Gran Manzana’, que el país estaba sumido en un “caos” y que la situación “es mucho peor de lo esperado”.

Estos últimos episodios se suman a un tenso escenario producto del racionamiento energético. Hasta 14 horas diarias sin luz están sobrellevando los ecuatorianos, luego de que el Gobierno extendiera el periodo de los apagones.

Esto se debe a que Ecuador registra un déficit de generación eléctrica de 1.100 megavatios.

Aunque no se han registrado grandes problemas en el transporte público y el Metro de Quito señaló no tener afectaciones, el impacto ciudadano y en la economía es evidente. 

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Impacto en el comercio

La directora ejecutiva del Comité Empresarial Ecuatoriano, Gabriela Uquillas, enfatizó en entrevista con medios locales que “sin electricidad no hay producción, empleo ni dinámica en la economía, y sin esto, la rueda se paraliza y entramos en una etapa muy compleja”.

“Cuando a una empresa le indican la hora en la que se va a ir la energía, esta toma las precauciones y medidas que tienen un costo económico y productivo, por lo que pedimos a las autoridades que se identifiquen los horarios y se respeten”, revelando su molestia ante el cambio de última hora en los periodos del cese del servicio eléctrico.

El gremio proyectó que las pérdidas que tendrá el comercio del país son de casi US$ 100 millones. “Cada corte de energía de ocho horas genera pérdidas aproximadas de US$ 96 millones a escala nacional”, explicó el organismo en un comunicado en el que añadió que desde distintos sectores se han reportado incremento en la inseguridad y la paralización de actividades.

“La crisis energética que atraviesa el país afecta gravemente a todos los ecuatorianos, y en especial a los más pobres, así como al sector productivo”, enfatizó el gremio.

En tanto, desde la Cámara de Comercio de Guayaquil definieron la situación como “desconcertante”. “Las circunstancias climáticas adversas y las falencias en la administración del sector eléctrico desde hace varios años atrás, han desembocado en una crisis que aún no podemos resolver”, criticaron.

Es por esto que su preocupación se enfoca en los comerciantes y ciudadanos, ya que “la falta de energía no sólo implicará graves impactos económicos, sino temor y desasosiego frente al entorno de inseguridad que también estamos atravesando”.

La propuesta del organismo es “permitir la participación del sector privado en la generación, transmisión y distribución de energía, sin las limitaciones que actualmente impiden su colaboración relevante”.

En línea con esto, el presidente alterno del ente, Juan Xavier Sánchez, explicó en entrevista con FBRadio, que “hay preocupación por lo que va a ir pasando con los negocios, que han estado en una situación muy delicada, donde ya era difícil tener rentabilidad”.

Todo esto se da en medio de un contexto de alta inseguridad, ya que la tasa de homicidios aumentó a 46,5 personas por cada 100 mil habitantes en 2024, presentando un incremento de ocho veces frente a 2018. Esta situación genera que el turismo, uno de los principales sectores que deja ingresos en el país, cayera considerablemente.

En cuanto a la movilidad, desde la Asociación de Piloto de Latam Ecuador, Cristina Romo, explicó a DFSUD que “directamente en nuestro trabajo no afecta mucho porque los aeropuertos tienen sus plantas eléctricas de emergencia”. 

Sin embargo, “cuando no hay luz, el tema que se complica mucho es la comunicación ya que, por lo general, se pierde la señal de teléfono fijo, móvil y wifi. Entonces ahí sí se complica bastante el tema”, explicó la experta.

A nivel personal, Romo detalló que lo que les afecta es “el tema de seguridad en los hogares; no hay cámaras, los militares están en las calles en la noche, pero igual da miedo. Adicional a esto, la comida se daña porque son más de ocho horas que nos están quitando la luz y con horarios variados”.

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Cierre de hidroeléctricas

Durante este martes se conoció que tres hidroeléctricas, que son parte del complejo Paute Integral, fueron cerradas hasta recuperar los niveles de agua que son óptimos para la producción de energía eléctrica.

Esto fue confirmado por el ministro de Energía, Antonio Gonçalves, en una conferencia de prensa, quien luego señaló a Reuters que "la estrategia ahora es conservar (la central) Mazar lo máximo posible para darnos tiempo que todas esas compras (de energía a través de barcazas o generadores) vayan llegando".