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¿Cuál es el interés de China al reenfocar sus inversiones en Latinoamérica?

Proyectos más pequeños, más rentables, y en activos de la “nueva infraestructura” capturan los capitales asiáticos.

Por Marcela Vélez-Plickert, desde Londres / Foto: Reuters I Publicado: Lunes 29 de enero de 2024 I 10:00
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Las inversiones chinas en Latinoamérica se han desacelerado de la mano de la economía mundial y de los propios cambios que enfrenta Beijing. Sin embargo, un reporte publicado recientemente por Diálogo Interamericano muestra un rasgo más importante: un cambio en el interés y destino de los capitales chinos en la región.

En conversación con el podcast Primer Click, Margaret Myers, directora del Programa para Asia y América Latina de Diálogo Interamericano, explicó que es los cambios obedecen a una dinámica vista antes. Beijing tiende a alinear las inversiones de sus empresas en el extranjero con las políticas internas.

- ¿En qué consiste el cambio que notaron al revisar las inversiones chinas en la región en los últimos cinco años?

- Estamos viendo una especie de, y esto es coherente con lo que está sucediendo a nivel mundial, una desaceleración o una disminución dependiendo del tipo de inversión o del país, de la inversión extranjera directa china en Latinoamérica.

Y esto ha estado sucediendo desde hace varios años. Se debe a un montón de factores diferentes: los propios desafíos económicos de China, obviamente; vientos en contra de la economía mundial, que han sido desafiantes; cambios en la economía, realidades y entornos de inversión en América Latina.

Pero creemos que esto también se debe en gran parte a la política china y a una especie de recalibración por parte de su gobierno y sus empresas en cuanto a las prioridades de inversión en el extranjero y las prioridades de inversión interna.

Hay un sentido real en Beijing de que es absolutamente fundamental invertir más en innovación, para garantizar tasas moderadas de crecimiento económico en el futuro y para ser competitivos a nivel mundial en estos sectores. China se ha propuesto esto desde hace años y ha puesto en marcha muchas políticas relacionadas con ello.

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Myers explicó que en el caso de Latinoamérica esto se traduce en la priorización de nuevas áreas. “En los últimos cinco años, pero incluso en los últimos uno o dos años en ciertos casos, hemos visto un profundo enfoque, incluso en medio de esta desaceleración económica, en los sectores que China llama nueva infraestructura”.

Estos son sectores que China considera serán claves en la economía del futuro. “Son sectores ampliamente relacionados con la innovación. Quizá estén relacionados con la transición energética. Tal vez sean de naturaleza digital. Las telecomunicaciones, tecnologías de la información, sin duda los vehículos eléctricos, pero también lo son cosas como la transmisión de electricidad de ultra alta tensión”, comentó Myers.

A estos sectores se agrega la minería, pero enfocada en los materiales clave para esta nueva infraestructura, entre ellos el litio.

- ¿Cómo se refleja este interés en las operaciones realizadas en la región?

- En cuanto al número de operaciones, alrededor del 60% del total de la inversión china en la región se destina a estos nuevos sectores de infraestructura, tal como los define China. Se trata de un verdadero cambio con respecto al pasado, en el que la minería del cobre, por ejemplo, o los proyectos agrícolas o de infraestructuras a gran escala dominaban el panorama.

Creo que esto tendrá amplias implicaciones para América Latina, muchas de las cuales aún no hemos visto porque este es un fenómeno muy nuevo. Es una tendencia muy coherente con la propia política industrial de China y la formulación de su política económica”.

- ¿Cuál es el interés de China tras este nuevo enfoque? Porque antes se entendía, por ejemplo, el salir al rescate de gobiernos en problemas en busca de influencia política; luego, las grandes infraestructuras ayudaban a sus bancos a internacionalizarse pues los proyectos iban atados a instrumentos de financiamiento. ¿Cuál es el interés ahora? ¿Crear un espacio de innovación para sus empresas? ¿Ganar mercado?

- Es una gran pregunta. En mi opinión. Todas las inversiones que China ha realizado en el Sur Global y, en términos generales, a través de la Iniciativa de “La Franja y la Ruta”, han tenido por fin, en muchos sentidos, promover los objetivos económicos de China y, en algunos casos, también sus objetivos políticos.

- Esto incluye lo que China estaba haciendo hace 10 años en América Latina, ¿verdad?

- Gran parte de la inversión en ese momento estaba motivada por la propia seguridad alimentaria y energética de China. Luego, hubo momentos en que la matriz energética de China no funcionaba, y hubo un verdadero ímpetu para invertir en el extranjero en petróleo de renta variable; y eso es lo que impulsó gran parte de la inversión en la década de 1990 y principios de 2000 en lugares como Venezuela y Ecuador. Esta el caso de la minería. Este fue un momento hace 10 años, 15, 20 años.

Entonces, China estaba promoviendo la inversión masiva en infraestructura en el país y necesitaba recursos para ello y América Latina era un socio y un destino obvio para ello. Así que, de nuevo, íntegramente ligado a los propios objetivos económicos y de desarrollo internos de China.

Lo mismo es cierto ahora. La economía de China está tratando de escapar de lo que se llama la trampa del ingreso medio. A China le preocupa profundamente salir del estatus de país de renta media y pasar a ser uno de altos ingresos, con altos niveles de productividad. Para ello necesita invertir en estos sectores relacionados con la innovación, a los que otros países de Asia o EEUU y Europa han dado prioridad. Y no sólo tiene que invertir en ellos y darles prioridad, sino ser competitivo a escala mundial.

Hay un gran impulso y un grado de urgencia que es coherente con los retos a los que China se enfrenta económicamente en estos momentos.

Entonces, ¿qué espera ganar China? Espera ganar ser el actor dominante en muchos de estos sectores, hasta el punto en que pueda asegurar tasas moderadas de crecimiento económico. Obviamente, además hay desde hace muchos años interés en comprometerse más ampliamente desde una perspectiva económica con las naciones latinoamericanas; y también para asegurar que esos lazos económicos se traducen en una relación política muy fuerte.

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Uno de los gráficos más llamativos del reporte muestra un cambio en los principales países de destino de la inversión extranjera directa China en la región. Brasil, que había sido el principal receptor entre 2003 y 2017, pasó a cuarto lugar durante 2018-2023, durante la administración de Jair Bolsonaro, y el primer lugar fue ocupado por Chile.

“No me sorprendería que Brasil repunte”, afirmó Myers, citando el acercamiento que ha tenido el Presidente brasileño, Luiz Inácio “Lula” da Silva, con su homólogo Xi Jinping, y sus planes de industrialización también orientada en la “nueva economía”.

Sin embargo, también llama la atención que, de forma sostenida desde 2008, países ideológicamente cercanos a Beijing, como Venezuela, Cuba y Ecuador (hasta 2018), aparecen en la parte baja de la tabla de países receptores.

- ¿Entonces se puede concluir que sí hay un interés de rentabilidad en las inversiones y no sólo político?

- Absolutamente. Quiero decir, esta fue una lección aprendida durante dos décadas. Ha habido un verdadero ajuste de cuentas en Beijing con la forma en que las cosas se hicieron en el pasado y la forma en que deben hacerse ahora. Y esto también es parte de esta recalibración. Es una recalibración en términos de los sectores de enfoque, obviamente, pero también hay un replanteamiento de cómo debe hacerse la inversión y cómo garantizar que los proyectos, en primer lugar, tengan un retorno de la inversión y no causen grandes daños.

Por eso vemos que muchas de estas inversiones han disminuido. No es porque China se esté retirando, sino porque está dando prioridad a proyectos más pequeños. Un proyecto de ciudad inteligente es mucho más pequeño y rentable en el corto plazo que, por ejemplo, un gran proyecto portuario.

Es realmente, como has señalado, que la priorización real de los entornos de inversión que históricamente han sido un poco más estables, que se clasifican más alto en términos de menos factores de riesgo. Así que tienen interés en asegurarse de que estas inversiones tengan éxito, no solo en participar en proyectos para establecer vínculos con los gobiernos.

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En el reporte, el equipo liderado por Myers, destaca que mientras Latinoamérica sigue exportando a China materias primas, en 2022 el 88% de los envíos chinos a la región fueron bienes manufacturados de baja, media y alta tecnología. La tendencia crecería de la mano de las inversiones en esta nueva infraestructura, con un foco en tecnologías de la información, energías renovables y vehículos eléctricos.

- ¿Resistirán las inversiones de China en Latinoamérica en caso de una mayor tensión entre Washington y Beijing tras el cambio de gobierno en EEUU?

- Es una buena pregunta, es difícil predecir qué tipo de políticas aplicará una próxima administración. Pero en general la política hacia China, esa competencia, en general no ha cambiado mucho… Creo que esta inversiones son de tal importancia estratégica para China que no puedo imaginar que no seguiría intentando por lo menos; y lo que China está ofreciendo en muchos casos es difícil de dejar pasar para los países latinoamericanos porque el precio es muy bajo. En parte, es producto de subsidios y otras prácticas que EEUU y otros rechazan porque son consideradas competencia desleal; pero para los países de América Latina son oportunidades difíciles de dejar pasar.

Así que yo creería que habrá cierto grado de resiliencia, independientemente de que aumenten las tensiones con China. No sé hasta qué punto se presionará a los países latinoamericanos para que tomen partido. Pero mi sensación es que esta es una tendencia que está en piloto automático, además los países latinoamericanos ven esto como parte de sus propios intereses.

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