Crédito Real: la financiera mexicana que está iniciando un proceso de reorganización víctima de la pandemia
De llegar al sistema de EEUU, sería el tercer caso de una empresa de ese país desde que empezó la crisis sanitaria. La firma otorga préstamos de consumo y esto último ha sido lo más golpeado con el Covid. Entre sus acreedores está Santander, Scotiabank, Banorte, Credit Suisse y BNP Paribas, entre otros.
Primero fue Aeroméxico, luego Alfa Holdings y ahora podría ser Crédito Real. La compañía dedicada a otorgar créditos de nómina y autos, así como a pequeñas y medianas empresas acaba de anunciar un proceso de "reorganización ordenada" para ajustar sus finanzas, lo que se estima podría verse en el sistema de quiebras de EEUU, convirtiéndose en el tercero de una firma mexicana desde que inició la pandemia.
En esta ocasión, la empresa financiera -con presencia también en 27 estados dentro de Estados Unidos, además de Costa Rica, Panamá, Honduras y Nicaragua- ha quedado entrampada en el impacto que ha tenido la crisis sanitaria en el consumo.
Y es que, en una economía recesiva, lo primero que suele verse golpeado es precisamente el préstamo sin garantía o para comprar en tiendas de retail; es decir, los que se otorgan a personas de forma rápida. Y ese es el segmento en el cual opera Crédito Real.
“Cuando pasan tres o cuatro años seguidos en que la economía no crece, la gente pierde poder adquisitivo y en que tampoco se recupera el empleo, les cuesta mucho más trabajo pagar los créditos al consumo que adquirieron, y obviamente las financieras que se enfocan en este tipo de nichos son las primeras afectadas”, explicó a El Financiero Enrique Presburger Cherem, presidente de la Asociación de Sociedades Financieras de Objeto Múltiple en México (Asofom).
A su juicio, la situación de la empresa no responda a malos manejos, sino a la situación económica global actual.
Pero, más allá de las causas, la crisis interna existe y ha llevado, en las últimas horas, a un grupo de tenedores de bonos a contratar a la firma Houlihan Lokey para que los asesores en conversaciones de reorganización. Todo esto, luego de que el 9 de febrero, la empresa incumpliera un bono de 170 millones de francos suizos (US$ 184 millones) con vencimiento.
Esto desencadenó disposiciones de default cruzado en múltiples instrumentos a nivel de empresa. Según reportó la compañía, son 15 instrumentos con estos problemas, donde figuran no solos sus bonistas, sino que empresas de la talla de Santander, Scotiabank, Banorte, Credit Suisse y BNP Paribas, entre otras.
Incumplimientos y alza en el riesgo
Ahora, para entender cómo llegó Crédito Real -una compañía que se enfoca en los segmentos de ingresos medios y bajos de la población-a esta situación hay que remontarse un tiempo atrás.
Sus problemas no vienen solo del vencimiento del bono global, sino por los compromisos de más de US$ 390 millones, según información que se ha presentado a la Bolsa Mexicana de Valores (BMV). A ellos se suman otros montos en bursatilizaciones y notas subordinadas.
Según Bloomberg, la deuda de vencimientos totales de la sociedad financiera a 2028 asciende a US$ 2.320 millones.
Al no pagar sus compromisos, las agencias de calificación han bajado la nota a la firma y a sus notas senior, y, si se mantiene este ritmo, la amenaza de que sigan haciéndolo seguirá latente.
Con ello, además, se viene abajo el valor de sus acciones. En lo que va del año, la cotización del papel ha caído a más de la mitad. Tan solo este jueves retrocedió 3,83%.
Considerando su modelo de negocio, en el que recibe financiamiento para otorgar los créditos, pensar en no tener liquidez es prácticamente inconcebible. La falta de acceso a recursos complica la operación y por ello ha empezado a trabajar en su eventual reestructuración.
Al final del tercer trimestre, la compañía tenía aproximadamente US$ 81 millones en efectivo disponible, frente a US$ 2.700 millones de deuda total, según Bloomberg. Sus bonos en dólares con vencimiento en 2028 se negociaron por última vez a alrededor de 21 centavos de pesos mexicanos por dólar.
Presión en la industria
Entonces, Crédito Real –una empresa con más de 27 años de historia- ahora ha comenzado a esbozar opciones que le permitan hacer una reorganización ordenada y también salir a la búsqueda de venta de activos secundarios en los dos mercados donde opera principalmente: México y EEUU. Esto, con el objetivo de lograr liquidez.
"La compañía y sus asesores se reunieron con un grupo amplio de acreedores bancarios para delinear opciones que permitirían un proceso de reestructuración ordenado, que permita preservar valor para todas las partes interesadas. Crédito Real también informó sobre el estado de la venta de ciertos negocios y activos no estratégicos para liberar liquidez adicional e informo que conforme se tengan finalizados, ello se estaría haciendo del conocimiento público", detalló en un comunicado.
Además, se estima que podrían venir cambios en su gobierno corporativo con la llegada de nuevos consejeros.
El default culmina la rápida caída de una firma financiera favorita del mercado local durante la última década, y se produce solo seis meses después de la presentación de bancarrota de su rival Alfa Holding.
Por esta razón, la semana pasada Moody’s Investors Service consideró que la industria financiera de México deberá mejorar la transparencia para recuperar la confianza de los inversionistas luego del incumplimento de Crédito Real, que ha puesto presión en el sector.
El periódico británico especializado en información económica y financiera reconocido a nivel global
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