Segunda vuelta en Uruguay: el Frente Amplio tuvo una victoria agridulce y el oficialismo busca derrotarlo unido

Este domingo se revelaron los resultados de las elecciones presidenciales de Uruguay, que dejaron a dos candidatos perfilados hacia una segunda vuelta: el oficialista Partido Nacional irá con la carta de Álvaro Delgado, mientras que el opositor Frente Amplio tiene a Yamandú Orsi.

Este último logró el 43,94% en la primera vuelta, muy lejos de Delgado, quien obtuvo el 26,77% de los votos. 

Si bien era lo que apuntaban las encuestas, el resultado dejó distintas sensaciones: para la oposición fue un triunfo con gusto a poco, pues esperaban obtener más respaldo y, además, aunque la diferencia fue contundente, no fue suficiente para garantizar el triunfo en segunda vuelta, el 24 de noviembre.

Precisamente ese punto, fue motivo de celebración en el partido del Presidente Luis Lacalle Pou, por las posibilidades numéricas de superar a Orsi en el balotaje.

“Pasó lo que se creía iba a pasar. Pero tampoco pasó algo demasiado distante, salvo por la percepción y reacción de los actores”, comentó Pedro Isern, director ejecutivo del Centro para el Estudio de las sociedades abiertas (Cescos), en entrevista con DFSUD.

De acuerdo a Isern, la base de votantes del Frente Amplio es muy sólida, dándole un piso cercano al 40% de votos. “Es muy difícil, básicamente imposible, que el Frente Amplio, incluso poniendo al peor candidato de todos, saque menos del 40%”, comentó. 

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Una coalición

Los cálculos que están haciendo los analistas tiene que ver con el espacio que tienen los partidos oficialistas para sumar fuerzas. 

Si todos -el Partido Nacional, el Partido Colorado, Cabildo Abierto, el Partido Independiente y el Partido Constitucionalista Animalista- se mantienen unidos, pueden derrotar a Orsi. 

Y es que, sumando cada respaldo, el oficialismo obtuvo cerca del 48% de las preferencias, lo que dejaría por debajo al 44% del candidato de José “Pepe” Mujica.

Pese a esto, el precedente de las últimas elecciones deja dudas sobre lo que realmente pueda pasar. 

En 2019, el Frente Amplio pasó la primera vuelta como primera mayoría con 39%; sin embargo terminó cayendo por un margen muy estrecho ante Lacalle Pou.

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El Gobierno que se espera

Independientemente de quien resulte ganador en la segunda vuelta, no se esperarían cambios radicales en el país, pues ambos aspirantes suelen ser vistos como moderados.

“El candidato a ministro de Economía del Frente Amplio, Gabriel Odone, lo ha dejado claro; que no necesariamente tenemos dos modelos económicos distintos, sino que hay dos formas de ver cómo apoyar el crecimiento económico y sobre todo si es crecer con distribución o esperar a que la economía crezca y derrame”, comentó a la economista Gabriela Mordecki a este medio.

Y agregó que ambas cartas están de acuerdo, por ejemplo, en mantener la macroeconomía ordenada a corto plazo, mantener cuentas públicas, la inflación y el comercio exterior. 

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Senado opositor y cámara dividida

El domingo también se eligió el Poder Legislativo. El Frente Amplio obtuvo la mayoría en el Senado, con 16 escaños de un total de 30; con esto, si el Partido Nacional se reelige, quedará con la cámara en contra.

“Si ganan los blancos (Partido Nacional), no tendrán mayoría en ninguna de las cámaras. Esto es bastante inusual, más allá de que Uruguay tiene esta tradición republicana de diálogo”, comentó Isern.

En el caso de la Cámara de Representantes, ninguna de las coaliciones logró mayoría absoluta: 48 diputados del Frente Amplio y 49 de la Coalición Multicolor. Por tanto, ambos lados tendrán que negociar con la sorpresa de esta elección: Gustavo Salle, un outsider que obtuvo dos escaños, que serán cruciales en un próximo Gobierno para lograr pasar las leyes.