Descarrilamiento mortal en México reaviva las acusaciones de corrupción en el proyecto ferroviario

Por Jude Webber

Un tren se salió de las vías el domingo en el sur de México, matando a 13 personas e hiriendo a decenas más, en un incidente que reavivó las acusaciones de los partidos de oposición sobre corrupción en proyectos ferroviarios y de obras públicas promovidos por el exPresidente Andrés Manuel López Obrador.

El descarrilamiento ocurrió en el Tren Interoceánico, propiedad estatal, que recorre el istmo de Tehuantepec y une los océanos Atlántico y Pacífico, una conexión diseñada para impulsar el desarrollo en una zona pobre de México y al mismo tiempo ofrecer una ruta de carga ferroviaria que rivaliza con el Canal de Panamá.

Imágenes difundidas por el gobierno mostraron un vagón precipitado a un precipicio y otro colgando.

La Presidenta Claudia Sheinbaum declaró que 13 de las 250 personas a bordo murieron y 98 resultaron heridas, cinco de ellas de gravedad. En una conferencia de prensa matutina, prometió un análisis riguroso de lo sucedido.

Las autoridades no dieron a conocer de inmediato el motivo del descarrilamiento en el estado de Oaxaca. La Procuraduría General de la República ha abierto una investigación.

La ruta interoceánica, que modernizó una línea existente desde 1907 que llevaba más de un siglo en decadencia, fue uno de los proyectos estrella de infraestructura del antecesor de Sheinbaum, cuyo mandato concluyó el año pasado.

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Al igual que otras infraestructuras públicas, incluido el aeropuerto de la Ciudad de México, el proyecto quedó en manos del ejército mexicano. López Obrador declaró el año pasado que uno de sus hijos, Gonzalo “Bobby” López Beltrán, supervisó el proyecto del tren interoceánico de forma voluntaria.

El opositor Partido Revolucionario Institucional (PRI) dijo que la tragedia exigía “respuestas inmediatas”.

El presidente de la organización política, Alejandro Moreno, destacó un audio difundido el año pasado por Latinus, un sitio de noticias de investigación en línea, que hace referencia a una presunta corrupción en un contrato para el Tren Maya, un proyecto en la península de Yucatán.

En la grabación, un sobrino de López Obrador parece decirle a un contratista: “Cuando el tren (Maya) se descarrile, ese será otro problema”.

“Esta tragedia no puede separarse de un modelo de gobierno que permitió que familiares, amigos y cómplices del poder se beneficiaran de obras públicas sin planeación ni controles reales”, escribió el PRI en X, pidiendo una auditoría completa de dichos proyectos.

Sheinbaum desestimó los comentarios de Moreno y dijo en su conferencia de prensa diaria del lunes que “no iba a debatir con el presidente del PRI” e insistió en que el tren había operado con todos los requisitos de seguridad.

López Obrador y su familia han negado acusaciones previas de corrupción y tráfico de influencias.

López Beltrán dijo en una carta abierta de 2022 escrita con Andrés Manuel López Beltrán, otro hijo del expresidente, que habían sido objeto de persecución política y que los informes críticos de los medios de comunicación sobre ellos se basaban en suposiciones, terceros, espionaje y reportajes sesgados.

Negaron categóricamente haber actuado en beneficio de algún empresario en obras gubernamentales, incluido el Tren Maya, calificando tales acusaciones de “calumnias sin fundamento”.

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El descarrilamiento fue el tercer incidente en la ruta interoceánica desde julio, incluyendo uno ocurrido el 20 de diciembre, cuando un tren impactó a un camión en un paso a nivel. También se han registrado otros accidentes en el Tren Maya.

La línea ferroviaria donde descarriló el tren el domingo era la columna vertebral del llamado corredor interoceánico destinado a impulsar la región como polo industrial y de desarrollo.

El servicio turístico del Tren Maya alrededor de la península de Yucatán, el otro gran proyecto ferroviario de López Obrador, ha sido criticado por causar daños ambientales, sufrir costos exorbitantes y atraer a pocos pasajeros.