DHL prevé alta demanda durante 2022 y pone foco en Brasil, Chile, Argentina y Colombia

Después de casi dos años, la pandemia aún no da tregua. Mientras aumentan los casos de contagios en el mundo, especialmente con la variante ómicron, las empresas activan nuevamente los planes de contingencia para disminuir el impacto.

Son lecciones ya aprendidas de la crisis sanitaria. Y es que, para la mayoría, ha sido imperativo incorporar en los planes la palabra “riesgo”.

Tal es el caso de DHL Global Forwarding y toda su red. Y es que, si bien la industria logística ha visto toda su operación trastocada por el Covid-19, el auge de la demanda ha llevado a este tipo de firmas a subirse a la ola con inversión, innovación y digitalización.

“Con la variante ómicron empezando a ejercer gran presión nuevamente en la cadena de distribución y en la logística, podemos pensar que las cosas no han cambiado mucho desde entonces. Los desafíos y las oportunidades para este año son muy similares a las de 2021”, cuenta a DF SUD, Tim Robertson, CEO de la compañía para las Américas en su primera visita presencial a la región –específicamente a Santiago, Chile- desde que asumió el cargo en 2020.

“No anticipamos que los desafíos que existen, debido a un dramático desequilibrio entre la oferta y la demanda, vayan a aliviarse por ahora. Quizá hacia fines de año, en el cuarto trimestre”, agrega.

Ese es el escenario que, desde ya, están manejando en la firma basada en Alemania, al que suman una escalada en la demanda, especialmente en América Latina.

Demanda vs. inventario

“Mientras los niveles de inventario se mantengan en lo más bajo, sobre todo en los países de la región que dependen de una gran cantidad de productos importados, veremos que la demanda seguirá alta y saludable”, explica el ejecutivo australiano.

A ello se suma, dice, el hecho de que la actividad económica está repuntando en casi todos los países, con un crecimiento de la inversión y el financiamiento.

Estos ingredientes hacen que el mercado latinoamericano sea atractivo para DHL, porque “nos permite también ofrecer más soluciones en términos de importación y exportación por vía aérea que tanto ha crecido con la pandemia”.

“Proyectamos una demanda muy saludable en Chile, sin duda, pero también en el resto de América Latina. Creemos que, a pesar de algunos de los impactos inflacionarios, el consumidor está bastante saludable. Hay gran cantidad de dinero en efectivo esperando ser invertido, y creemos que eso seguirá manteniendo la demanda de bienes y servicios bastante alta”, explica.

Atractivo por país

Haciendo un recorrido por Latinoamérica, Robertson destaca a Brasil como el país que más se ha recuperado del efecto crisis sanitaria. Y es que, después de una dramática caída de la demanda, el apetito ha crecido a doble dígito respecto de los niveles prepandemia.

“Soy bien optimista con Brasil. El país destaca por (el comercio) de autos y autopartes. También vemos un alza muy fuerte de los bienes de consumo y duraderos. Y finalmente, en el sector de las ciencias y el farmacéutico”, detalla.

Al gigante sudamericano le sigue Chile “donde están pasando muchas cosas interesantes”, dice el CEO. “Además de la importación de vacunas, vemos gran demanda en la importación de artículos de consumo. Pero, lo que más nos tiene emocionados es todo lo que está pasando con la minería y las energías renovables”, plantea.

Luego, destaca a Argentina y a Colombia, como otros mercados clave para la compañía. En el primer caso, Robertson reconoce lo desafiante del entorno de mercado por la alta inflación, pero apunta a mantener y seguir impulsando la distribución de las vacunas y el sector químico.

En el segundo, “Colombia nos reportó un año récord en 2021”, cuenta. “Tenemos una posición muy sólida en todos nuestros productos principales, y una presencia muy activa en la distribución de almacenes y equipos industriales”.

Riesgos en Latam

Al consultarle sobre los mayores riesgos de operar en América Latina frente a otras regiones, el ejecutivo asegura que no son muy diferentes entre sí.  “Creo que la gente sobreestima el perfil de riesgo que hay en América Latina. Por supuesto hay algunos aspectos de seguridad, pero no se ven tanto en los mercados sudamericanos, sino más bien en México y Centroamérica. Y eso ya está incorporado”, apunta.

Eso sí, agrega: “Es obvio que seguimos muy de cerca el entorno político en estos países. Somos grandes creyentes en el mercado abierto, en el libre comercio y en el valor del comercio para el desarrollo del crecimiento económico”. 

Pese a ello, asegura que, en estos tiempos, “el mayor desafío es atraer y retener a los mejores profesionales que quieran hacer carrera en la industria”.