Sura pide autorización para cerrar su negocio de salud en Colombia: "El tiempo se agotó"

Un nuevo golpe para la industria de la salud en Colombia. Este martes se conoció que los accionistas de EPS Suramericana, filial prestadora de salud de Sura, solicitó autorización al regulador del país para desmontar de "forma progresiva" su servicio en el país.

En pocas palabras, EPS Sura dejará de operar en la industria una vez que la Superintendencia Nacional de Salud apruebe la solicitud. A partir de entonces, se realizará el desmontaje que "permita su salida organizada del sistema de salud colombiano".

"Esta decisión no impacta la situación actual de solidez, solvencia y liquidez de Grupo Sura ni de su filial Suramericana, considerando que EPS Sura ha destinado el 100% de las utilidades generadas en los últimos 15 años a su fortalecimiento patrimonial y, por tanto, no ha entregado dividendos en este periodo", argumentó la compañía.

Su presidenta, Juana Francisca Llano, explicó que buscan anticiparse para evitar lo ocurrido con otras EPS, que se han visto en la necesidad de liquidar sus operaciones en medio de la compleja situación financiera que atraviesa el sector y las reformas impulsadas por el Gobierno de Gustavo Petro.

De esta forma, indicó, podrán “implementar medidas oportunas para un traslado ordenado de nuestros afiliados y gestionar responsablemente las obligaciones con proveedores y prestadores como clínicas, IPS y hospitales”.

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“Hemos cambiado la forma de hacer las cosas para ser más eficientes y mantener un rol en el sistema, pero el tiempo se agotó”, acotó.

Desde Sura enfatizaron que "la situación del sistema de salud en Colombia es un problema histórico y estructural. El país gasta más de lo que el sistema de salud tiene para costearlo. Si bien la salud es un derecho fundamental y lo hecho constituye un gran logro social para el país, la cobertura y los servicios ilimitados contrastan con un presupuesto insuficiente. Aunque las coberturas han aumentado en los últimos años, los recursos asignados mediante la Unidad de Pago por Capitación (UPC) no alcanzan".

Estas situaciones -según la firma- han llevado a que EPS Sura no cumpla con el indicador del patrimonio adecuado, "dado que se agotó". De hecho, entre 2022 y 2023, la división registró unas pérdidas netas por más de US$ 90 millones y, para 2024, proyecta cifra cercana a los US$ 130 millones. Lo cual se suma a que "el sistema de salud enfrenta una desfinanciación histórica que compromete su sostenibilidad".

Al respecto, el gerente general de EPS Sura, Pablo Otero, subrayó que "los retos estructurales que enfrenta nuestro sistema de salud se han agravado por la insuficiencia de la asignación presupuestal de los últimos años". Por lo tanto, a pesar "de múltiples esfuerzos económicos y administrativos, reconocemos que hoy es imposible para EPS Sura garantizar la continuidad de sus servicios con la calidad y la responsabilidad que le han caracterizado”.

Una de las reacciones inmediatas vino directamente desde el Presidente colombiano, Gustavo Petro, quien a través de la red social X, señaló que "el Senado en los meses pasados le dio la espalda a resolver el problema de la salud de los colombianos. Ese daño es muy grave y debe ser reparado cuanto antes".

En ese sentido, la presidenta de Suramericana pidió al Gobierno que apruebe la propuesta porque esta decisión "deriva de una problemática que nos supera como compañía".