Bajo copago en salud de Colombia hace inviable la reforma que promueve el Gobierno de Petro, según expertos

Diversos países de América Latina están promoviendo reformas al sistema de salud. Entre estos destacan México, Colombia y Chile. Lo que se pregunta el mercado es si estas reformas son adecuadas para la industria y sus usuarios.

Específicamente sobre la nación cafetera, el 95% de la población tiene acceso a un plan de salud privado, independiente de su situación económica y capacidad de pago.

Para el exministro de Salud del gobierno de Iván Duque, Fernando Ruíz, “en la mayoría de los países hay muchas inquietudes porque algunas de esas reformas -como en el caso de México y lo que se ha planteado en Colombia- están limitando el acceso a la seguridad social. Hay una especie de búsqueda de devolver el tema hacia los sistemas públicos donde el Estado maneje los recursos y brinde los servicios de salud”. 

“En general, en Latinoamérica se percibe una muy grande preocupación por los efectos negativos que pueda tener sobre la salud de las personas, sobre la atención y también sobre la protección financiera de las familias, que es lo que al final termina garantizando la Seguridad Social”, detalló.

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Colombia con el copago más bajo

Ante este escenario, el estudio ‘Panorama de Salud 2021’ de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) reveló que los gastos más bajos en salud los registra Colombia, junto a México y Turquía, en alrededor de una cuarta parte del promedio del organismo. 

A 2021, el gasto per cápita en salud en el país caribeño alcanzó los US$ 1.276, levemente por encima de los US$ 1.133 que gasta México, pero por debajo de los US$ 2.291 en Chile. Esto se suma a que el gasto en salud corresponde al 7,7% del PIB, por debajo del promedio de la OCDE (8,8%).

Cabe señalar que en Colombia el seguro médico obligatorio cubre el 75% de los gastos, siendo un 15% pagado por el usuario. Esta cifra es menor frente al 59% y 27% que cubre el seguro obligatorio en Chile y México, respectivamente, y al 35% y 42% que aporta el usuario.

Esto lo confirmó el gerente de EPS Sura, Pablo Otero, quien explicó a DFSUD.com que Colombia “tiene uno de los menores gastos de bolsillo (15,1%) en la región, eliminando así una barrera para acceder a los servicios de salud y logrando que toda la población acceda equitativamente”.

Impulsados por esto, los colombianos residentes en el exterior -especialmente en Estados Unidos- prefieren viajar a su país natal para realizarse diversos chequeos médicos.

Frente a esto, Otero advirtió que “cuando los sistemas de salud no proporcionan protección financiera adecuada, es posible que la población enfrente dificultades por tener que pagar los servicios médicos o simplemente no tenga suficientes recursos para hacerlo”.

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Opinión de expertos

Consultados por DFSUD, los expertos coinciden en que la reforma a la salud que está promoviendo el gobierno colombiano es innecesaria y “no tiene sentido”, considerando que los copagos son muy bajos.

Ruiz explicó que la industria en Colombia es un sistema de “alta protección financiera”, ya que la cobertura es integral y los aseguradores que asumen el riesgo de las personas “tienen una cobertura prácticamente de más del 90% de todos los servicios que puedan ser requeridos”. 

Apuntó que en Colombia no existen firmas aseguradoras que tengan coberturas limitadas, como sucede en Chile. “Simplemente el asegurador tiene que responder prácticamente por todo”, dijo.

En esa línea, Otero apuntó que tener un bajo costo para el ciudadano “significa que no se deben endeudar o perder sus bienes para pagar sus tratamientos”. Pero esto también implica que este modelo requiera de una gran inversión de recursos desde el sistema de salud para garantizar la protección financiera de los usuarios, “lo cual genera una carga considerable frente a su sostenibilidad”.

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Por qué una reforma

“Aquí lo que se está debatiendo es un tema fundamentalmente político. Por eso, esta reforma está teniendo una imagen tan negativa y tanto rechazo de la gente. Al final se busca que el Gobierno adquiera el control del dinero y se lo quite a los aseguradores”, indicó.

Eso sí, reconoció que el sistema actual tiene limitaciones y defectos.

En ese sentido, Otero expuso que en Colombia cada día existen más desafíos, como coberturas, beneficios, envejecimiento, más enfermedades crónicas, mayor costo de nuevas tecnologías y más. 

Se “necesita evolucionar hacia un sistema que fortalezca el aseguramiento, priorice el cuidado de los recursos, que llegue a sitios más alejados y que fortalezca el trabajo intersectorial en el que se prioricen los determinantes sociales”, señaló.

Bajo este punto, el exministro destacó que uno de los desafíos “más grandes es llegar a la población de las zonas rurales, ya que Colombia tiene más de 6 millones de personas que viven en zonas muy distanciadas, muy apartadas de los centros urbanos y con problemas de acceso a los servicios”. 

Entonces, una reforma debería estar enfocada en ampliar la cobertura y mejorar las condiciones de esa población, pero desde la base de lo construido. 

Reafirmó que, de aprobarse la reforma promovida por Petro, las EPS desaparecen. “Es prácticamente imposible que las EPS se mantengan dentro del negocio, porque la reducción de sus funciones y la reducción de la actividad que pueden hacer es demasiado sustancial”.

Por lo tanto, “vemos que si se aprueba la reforma va a haber un retiro muy grande de aseguradores y va a quedar una gran parte de la población desprotegida, porque al final se vuelve una reforma inoperante”.

En tanto, el ejecutivo de EPS Sura apuntó que “es fundamental que una reforma al sistema de salud reconozca los avances y aprendizajes, garantice la sostenibilidad financiera del sistema y se conserven las capacidades en gestión de riesgo en salud”.