¿Prestar servicios a través de apps? Las razones detrás del boom en Chile, Perú y Colombia

¿Ser independiente a tiempo completo, generar ingresos extra mientras se estudia o trabaja, o generar ingresos por desempleo? Todas son razones vigentes en la decisión de los ciudadanos para decidir prestar servicios a través de las aplicaciones, siendo la primera la más popular tanto en Chile como en Colombia y Perú.

Según el Índice de Tendencias sobre Tareas Flexibles Latam 2024, realizado en los tres mercados por TiTask -una plataforma digital que alberga equipos on demand-, los países reflejaron una alta inclinación por “ser independientes a tiempo completo”.

En Chile y Perú, la opción se ubica con un 37% y 35% de preferencias, respectivamente, mientras que en Colombia tienden más a recurrir a ellas como una forma de generar ingresos frente al desempleo con un 46%, dejando la búsqueda por independizarse en segundo lugar (26%).

Según el economista de la consultora PKF, Héctor Osorio, la situación de las personas de Chile y Perú da cuenta de “la valoración de la libertad” al momento de elegir la posibilidad de trabajar.

“Aun cuando es a través de una aplicación, las personas tienden a sentir que están manejando su propio negocio y eso tiene elementos muy positivos para la proyección de la economía en el mediano plazo”, dijo el experto.

A esto, el gerente de Tecnología e Innovación de Teamwork -empresa experta en empleabilidad y gestión de personas-, Pablo Arcay, añadió que estos resultados también pueden verse motivados por los “escasos panoramas en el desarrollo organizacional” en estos dos países, además de una “excesiva crucificación” de la industria laboral.

No obstante, el uso de estas plataformas como una alternativa ante el desempleo también tiene un alto número para los otros dos países, ocupando el segundo lugar a nivel nacional para los chilenos (31%) y para los peruanos (28%).

Arcay agregó que “la importancia de las plataformas digitales han contribuido en evitar que las ‘lagunas laborales’ se hagan presentes y, en cierto modo, disminuir el principal factor de incertidumbre al encontrarse sin trabajo”.

En cuanto a Colombia, nación que tiene mayor tasa desempleo de los tres, Osorio resaltó dos factores que explican su preferencia como una respuesta al no encontrar trabajo.

“La situación de Colombia nos está dando cuenta de que en ese mercado las personas valoran la posibilidad de estar formalmente incorporadas a una empresa. Ese fondo nos lleva a pensar que las personas confían menos en su capacidad para emprender”.

Sin embargo, según el ejecutivo no hay que olvidar que dicho país tiene una fuerte propensión a exportar trabajadores, que al emigrar “muestran una capacidad de emprendimiento en sí mismo”.

“Quizás en la distribución de observaciones en este mercado faltaría incorporar todas aquellas personas que se han ido del territorio (...) Eso de alguna forma refleja que las personas con mayor capacidad de tomar decisiones agresivas en el mercado colombiano suelen no quedarse en ese país”, dijo el economista.

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Diferencias entre rangos etarios

Tanto en Chile como en Perú el ser independiente a tiempo completo adquiere relevancia entre los 26 y 35 años, aunque no es hasta los 46-55 años que Colombia se alinea con esta opción, siendo el rango etario en cual se corona para los tres países.

Según Osorio, esto obedece a la edad en la que las personas dejan de ser requeridas por el mercado en puestos de empleo, pero también podría reflejar una búsqueda de libertad y flexibilidad valorada por este grupo etario.

“Siempre se ha comentado que a las personas después de 55 años les cuesta mucho volver a emplearse si es que llegan a perder su posición. Yo diría que ese dato es confirmado por el rango que se muestra de personas que buscan este nivel de independencia”, dijo.

Arcay mencionó que el hecho de que opten por estas alternativas les ayuda a no verse sobrepasado con el creciente conocimiento de generaciones que les preceden.

“No es menor que muchos profesionales de este rango se hayan empezado a ver sobrepasados o, incluso, visto sus carreras pasar una obsolescencia debido a la aparición de tecnologías disruptivas como la Inteligencias Artificial, las automatizaciones y la reducción paulatina de alternativas laborales que les paguen acorde a su experiencia y conocimiento”, afirmó.

El único rango en cuál la independencia laboral no ocupa ningún primer puesto en este estudio es desde los 18 hasta los 25 años, ya que en Chile un 37% opta por generar dinero mientras estudia; en Perú un 39% busca generar ingresos al estar desempleado; y en Colombia, un 40% lo ve como una opción tanto como para el desempleo como un ingreso extra al trabajo.

Osorio explicó que esto se debe a que las personas de estas edades no están buscando un desarrollo de carrera firme y que “se concentra la verdad objetiva de que las personas se están formando para el empleo”.

Arcay sumó que este tramo ve en sí mismo una amplia baraja de alternativas, ya que “el acceso a conocimiento digital les permite desarrollar soluciones para el empleo, incluso estando con trabajo, como es el caso de Colombia; mientras que otros prefieren ocuparlas para fungir otros servicios como en Chile; o de no perder la continuidad laboral, como sucede en Perú”, dijo el experto.