Venezuela se toma la cumbre de Brasilia: Boric celebra retorno del país a instancias regionales, pero advierte sobre respeto de DDHH

El Palacio de Itamaraty, en Brasilia, fue sede este martes de la primera reunión de Presidentes de América del Sur, al menos desde 2019. La convocatoria la hizo el mandatario brasileño, Luiz Inácio Lula Da Silva, quien apuesta por retomar su liderazgo en la región una vez retornado al poder.

A la cita asistieron otros 11 jefes de Estado, con el foco puesto en la necesidad de abordar la cooperación latinoamericana y los problemas comunes que aquejan al sur del continente.

Uno de ellos, y que terminó tomándose la cumbre, fue el regreso de Venezuela –de la mano del Presidente Nicolás Maduro- a la escena política. Es el primer viaje del gobernante caribeño desde 2015 y posterior a la mayor crisis social, económica y política que derivó en una severa ola migratoria con efecto en Latinoamérica.

Al respecto se pronunciaron casi todos los mandatarios. Unos a favor de la inclusión venezolana, otros en contra –alegando que aún no está solventado el respeto a los Derechos Humanos en el país-, y otros buscando un punto de equilibrio.

En este último grupo estuvo el Presidente de Chile, Gabriel Boric, quien, en conferencia de prensa posterior a su intervención frente a sus pares, contó los temas tratados en el plenario. El mandatario dijo sentirse alegre por el regreso de Venezuela a las instancias multilaterales, “donde se pueden resolver diversos problemas que aquejan a los países”.

Aseguró que en estos espacios se pueden resolver las diferencias y no con declaraciones “donde nos atacamos los unos a los otros”.

Sin embargo, fue enfático al decir: “Eso, sin embargo, no puede significar meter debajo de la alfombra o hacer la vista gorda temas que, para nosotros, son de principios e importantes”.

Dijo haber manifestado antes sus pares tener discrepancias con su homólogo brasileño respecto de que “la situación de DDHH en Venezuela son una construcción narrativa”, tal y como él expresó. “No son una construcción narrativa; es una realidad, es seria y he tenido la oportunidad de verla en los ojos y en el dolor de cientos de miles de venezolanos que hoy están en nuestra Patria y que exigen una posición firme y clara respecto a que los DDHH deben ser respetados siempre y en todo lugar, independiente del color político del gobernante de turno”.

"A mí me interesa que la posición respecto a los derechos humanos tenga un solo estándar. Los derechos humanos se respetan", aseveró.

Y destacó que es necesario el trabajo coordinado entre los países de la región "para tener fronteras reguladas, controladas, donde se cumplan las leyes y para también entregarle dignidad y respeto a los derechos humanos, tanto a las personas migrantes como a los pueblos donde llegan los migrantes. Es posible lograr ese equilibrio, pero para eso se requiere mayor coordinación".
Pese a sus cuestionamiento, el mandatario chileno llamó a EEUU y la Unión Europea a levantar las sanciones contra el país caribeño. “Las sanciones que se imponen a los pueblos, no debilitan a los gobernantes, dañan a los pueblos”, explicó Boric.

¿Unasur es posible?

Otro de los temas pilares, abordados por los mandatarios fue la posibilidad de retomar Unasur, una instancia creada en 2008 por Lula junto a otros presidentes de izquierda de la región.

La posición de Uruguay

Poco antes, y en una transmisión hecha a través de su Instagram en vivo, el titular del Gobierno de Uruguay, Luis Lacalle Pou, pronunció un duro discurso dirigido a su par brasileño, y anfitrión del encuentro, Luiz Inácio Lula da Silva, por la idea de reincorporar a Venezuela en el concierto diplomático regional.

"Quedé sorprendido cuando se habló de lo que sucede en Venezuela. Ya saben lo que nosotros pensamos. Ahora, si hay tantos grupos en el mundo tratando de mediar para que la democracia sea plena en Venezuela, lo peor que podemos hacer es tapar el sol con un dedo", dijo Lacalle Pou.

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Recordó que su administración nombró un embajador en la nación caribeña, "porque nuestra afinidad es con el pueblo venezolano y no nos corresponde a nosotros elegir el gobierno".

Y dijo que, en esta ocasión, quería hacer referencia al punto 2 de la agenda propuesta por Lula, “que habla de democracia, de derecho humanos y de proteger las instituciones”. “Si este punto 2 no hubiera existido, yo no hubiera opinado", aclaró.

"Cuando pongamos la firma, porque la idea es suscribir esto, (sepan que) no tenemos la misma definición de lo que son las instituciones y la democracia", subrayó.

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"Nosotros vamos a ser juzgados por nuestras acciones; no perdamos el tiempo porque el tiempo se termina, la vida también y, aunque no lo creamos, los gobiernos también", lanzó.

A su llegada al Palacio de Itamaraty, el líder de centroderecha ya había hecho evidente su resistencia a la idea de retomar Unasur. Consultado por periodistas sobre su respaldo al bloque, sólo señaló "no sé".

El consenso

Durante el cierre de la jornada, los Mandatarios revelaron ocho puntos en los que coinciden para avanzar en cooperación e integración regional.

En el encuentro "reafirmaron la visión común de que América del Sur constituye una región de paz y cooperación, basada en el diálogo y el respeto a la diversidad de nuestros pueblos", detalló la declaración conjunta.

Asimismo, los líderes coincidieron en que el mundo se enfrenta a "múltiples retos",  entre ellos un escenario de "crisis climática, amenazas a la paz, presiones sobre las cadenas de alimentos y energía y amenazas a la estabilidad institucional y democrática".

Dentro de los acuerdos concordaron en que la integración regional "debe ser parte de las soluciones para afrontar los desafíos" que comparten como región (fortalecimiento de la democracia; la promoción del desarrollo económico y social; la lucha contra la pobreza, el hambre y todas las formas de desigualdad, etc).

Ante este escenario, los diversos mandatarios se comprometieron a trabajar por el incremento del comercio y de las inversiones entre los países de la región, así como también e mejorar la infraestructura y logística, lo que sumará al fortalecimiento de las cadenas de valor regionales, entre otros comopromisos entre los que está la meta de crear "una efectiva área de libre comercio sudamericana".

Se mostraron comprometidos al diálogo, para lo cual establecieron un grupo de contacto, encabezado por los Cancilleres, "para evaluación de las experiencias de los mecanismos sudamericanos de integración y la elaboración de una hoja de ruta para la integración de América del Sur".

Finalmente, los últimos acuerdos se relacionaron con la promoción de iniciativas de cooperación "bajo un enfoque social y de género", así como también acordaron volver a reunirse para repasar el curso de las iniciativas de cooperación sudamericana y determinar los próximos pasos.