La reconversión de Telefónica con nuevos socios, fibra óptica y sin ventas de activos en la región

Hace 20 años, la telefonía fija era el negocio del momento. Gran parte de los ingresos de las empresas de telecomunicaciones eran de las cabinas de la calle y las bandas anchas de conexión tenían velocidades que hoy son inimaginables.

La tecnología ha ido avanzando y, con ello, las compañías de esta industria han tenido que adaptar los modelos de negocio.

Ejemplo de ello ha sido Telefónica –uno de los grandes operadores en Hispanoamérica- que, tras casi 100 años de historia, se ha reinventado.

A fines de 2019, en medio de fuertes presiones globales y financieras, la compañía decidió reorganizarse en cinco frentes: España, Brasil, Alemania e Inglaterra se convirtieron en los mercados centrales; se lanzaron las unidades autónomas Tech e Infra, se simplificó el modelo operativo con más digitalización y se ordenó reducir gradualmente la exposición en la región.

“El desempeño de nuestro negocio en Hispanoamérica no satisfacía las expectativas de nuestros accionistas, porque la rentabilidad estaba muy afectada. La compañía no era capaz de generar un flujo de caja positivo (…) Requeríamos ver el mundo de forma distinta y lo que hicimos fue cambiar nuestra estrategia”, contó José Juan Haro, director de Negocio Mayorista & Asuntos Públicos de Telefónica Hispam, en Conexión América de DFSUD.com.

El encargo fue “repensarlo todo”, dijo el ejecutivo desde Madrid. Así, evaluaron que la forma de ser rentables, atender las necesidades de Latinoamérica, expandir la cobertura de fibra y avanzar en la modernización tecnológica, era mediante alianzas.

En un primer momento hubo venta de activos, pero hoy –dijo Haro- no. “Las opciones de las que hablamos son de colaboración. No estamos a la venta; estamos en un momento distinto, de crecer a través de estos modelos”, eso sí, reconociendo que las condiciones macroeconómicas imponen un desafío al negocio.

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Apuesta por la fibra

Así las cosas, la firma se ha enfocado en el despliegue de fibra óptica con un esquema de asociaciones con grupos inversionistas.

“Para la fibra, hemos desplegado en Colombia y en Chile, de la mano de KKR, un modelo en el cual colocan parte de la inversión para la expansión de la fibra y, a cambio, nosotros aportamos una parte de ese esfuerzo financiero, el know-how y nuestras capacidades comerciales”, señaló.

Así han expandido rápidamente la cobertura, tomado mayor cuota de mercado y generado mayores ingresos. “Hemos llegado ya a 10 millones de hogares pasados con fibra en la región, con foco en Chile, en Colombia, pero también en Perú y en Argentina, donde operamos en el negocio fijo. No tenemos ninguna duda de que la fibra será la tecnología preponderante”, apuntó.

Alianza en México

Los cambios también se dieron en México, pero con un modelo completamente diferente. Devolvieron todo el espectro y pasaron a operar con la red de la estadounidense, AT&T. “Nuestra operación tenía un tamaño tan pequeño que no justificaba tener una red propia, sobre todo cuando el espectro representa un costo tan alto para la operación”, explicó Haro.

Contó que no tuvieron la posibilidad de “convencer a tiempo” al Ejecutivo mexicano respecto del tema de costos. “Tomamos la decisión ante la imposibilidad de cambios regulatorios. Recientemente, el gobierno parece estar convencido de ello, y ha empezado a cambiar tímidamente su política de espectro”, relató.

Este modelo, en el que ambas empresas usan la misma red, se terminó de implementar en junio de 2022, cuando Telefónica apagó definitivamente su sistema. “Hoy cubrimos el 83% del territorio mexicano con LTE (desde un 53%) y estamos ad portas de lanzar el servicio 5G en aquel país”, señaló.

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Sincerar realidades

Según Haro, Telefónica Hispam no cierra la puerta a replicar el modelo de México en la región. “Trabajamos en identificar y explotar todas las oportunidades de colaboración que hagan sentido en todos los mercados”, dijo.

Ello, dado a que en Latinoamérica hay un gran desafío regulatorio, por gobiernos que “piensan que los operadores, con márgenes decrecientes, con capitalización bursátiles en caída, ganan igual mucho dinero”. “A la hora de discutir sobre espectros o impuestos, los gobiernos tienen unas expectativas que no calzan con las rentabilidades que el mercado financiero exige”, aseveró.

“Quisiéramos que la política de espectro en la región se revisara, que las expectativas se revisaran a la baja y, en esos términos y condiciones, probablemente el modelo tradicional de explotación, podría continuar. Por ahora, está la opción de profundizar en la colaboración con otros operadores”, que se benefician con una menor inversión proporcional, y un menor costo de operación y mantenimiento.

José Juan Haro, director de Negocio Mayorista & Asuntos Públicos de Telefónica Hispam.