Elecciones en Venezuela: los escenarios económicos que se abren después de este 28 de julio

El próximo 28 de julio se celebrarán las elecciones presidenciales más importantes de Venezuela en la última década. Más de 21 millones de personas tendrán la posibilidad de reelegir por otros seis años a Nicolás Maduro o cambiar de administración entre nueve opciones más.

Dentro de la oposición el candidato con mayor fuerza -y quien lidera la mayoría de las encuestas- es el diplomático Edmundo González, quien tomó la responsabilidad de reemplazar a María Corina Machado -líder opositora- tras su polémica inhabilitación este año.

Su eventual llegada al poder significaría un cambio en el rumbo de Venezuela, pero la salida del régimen actual no se vislumbra tan sencilla. 

Y es que, el propio jefe de Estado amenazó esta semana con un “baño de sangre” y una “guerra civil” si no consigue la reelección en las votaciones.

Mientras que Machado advirtió en mayo que si Maduro continuaba en el poder por vías ilegítimas, el país sufriría una nueva ola migratoria hacia el resto de los países de la región. 

Si Maduro "mantiene el poder por la fuerza, bloqueando las elecciones o cometiendo un enorme fraude", esto generaría una ola migratoria de "dos, tres, cuatro, cinco millones de venezolanos" que dejarían el país "en menos de un año".

Esto fue abordado por la consultora británica Capital Economics, que cifró en un 40% el porcentaje de la población que intentaría abandonar la nación si no hay cambio de gestión.

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Reelección de Maduro

En caso de que el actual Presidente sea reelecto, importará mucho el cómo resulte el proceso. 

En caso de sospechas o de existir una ilegitimidad en las votaciones, será más complicado para el actual Gobierno que Estados Unidos no reimponga sanciones y mantener relaciones con el resto del mundo.

Por otro lado, “si el Presidente Maduro se reelige con condiciones suficientes para la comunidad internacional,probablemente EEUU vea con buenos ojos retomar relaciones con Venezuela, así sea de forma gradual”, opinó Luis Arturo Bárcenas, economista jefe de Ecoanalítica.

Por el contrario, el economista de Capital Economics, Jason Tuvey planteó que las relaciones pueden distanciarse aún más: “Es casi seguro que EEUU endurecería aún más las sanciones, lo que cortaría el sustento de las exportaciones petroleras. Las sanciones podrían intensificarse agresivamente si Donald Trump regresa como presidente y pone en marcha su estrategia de ‘máxima presión’ contra el régimen de Maduro”.

En lo económico, Sary Levy, investigadora de la Universidad Internacional de Florida, prevé que el sector productivo se verá muy golpeado de permanecer el régimen. “Ya se ha visto que cada vez que ellos intentan supuestamente activar la economía, la hacen de forma clientelar y por lo tanto los beneficios en términos de empleo, calidad de vida y competencia en el mercado son prácticamente nulos”, comentó la economista.

Pese a esta mala perspectiva, desde Capital Economics plantean que es poco probable que se repita un derrumbe en la economía como pasó en la última década: “Después de todo, el Gobierno de Maduro ha tomado algunas medidas para estabilizar la economía en los últimos años mediante un ajuste fiscal”.

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Cambio de rumbo

En el caso de que un candidato opositor resulte triunfador de las elecciones, los expertos auguran mejores relaciones internacionales y mayores inversiones desde el extranjero.

Desde la consultora británica proyectaron que las perspectivas de largo plazo de Venezuela mejorarían, se levantarían las sanciones y la oposición aspiraría a privatizar el sector petrolero y atraer de nuevo a los inversionistas internacionales.

“Un escenario de cambio democrático en Venezuela, que en este momento es un dolor de cabeza económico y un problema geopolítico, se puede convertir en la mayor oportunidad del bloque occidental. Venezuela puede atraer enorme cantidad de inversiones, beneficiando no solo la calidad de vida del ciudadano venezolano, sino también a los inversionistas internacionales”, comentó Sary Levy.

Sobre este periodo de transición, la economista señaló que primero se harían reformas legales e institucionales para dar seguridad jurídica y personal. A la par, tendría un proceso de renegociación de la deuda externa, estabilización macroeconómica y un programa de inversión que incluya privatizaciones.

“El programa no es contractivo, todo lo contrario, es un programa para crecer. La economía venezolana ya no se puede contraer más, lo que tiene que hacer es crecer y en base a ello responder a las demandas nacionales e internacionales”, sentenció Sary Levy.