El rezago de los precios de los combustibles de Petrobras en relación con los precios internacionales ha presionado a la compañía en las últimas semanas. El mercado ve que la empresa estatal podría obtener menos beneficios de los que debería si no reajusta el diésel y la gasolina.
Por otro lado, un aumento de los precios genera ahora presión sobre el gobierno, que está tratando de hacer frente a la inflación de los alimentos y al mayor rechazo. A esto se suma el hecho de que el diésel y la gasolina tienen un aumento de precios programado para el sábado 1 de febrero debido al ajuste del Impuesto a la Circulación de Bienes y Servicios (ICMS). El impuesto a la gasolina aumentará un 7%, hasta 1,47 reales brasileños (US$ 25,03). En el caso del diésel, el ICMS aumentará un 5%, hasta 1,12 reales brasileños (US$ 19,07).
Es en este escenario que el consejo de administración de Petrobras se reunió este miércoles 29 de enero con la tarea de evaluar si la empresa ha seguido la política actual de fijación de precios de los combustibles, en vigor desde mayo de 2023. Aunque no es competencia del consejo decidir cambiar los precios, el trasfondo de la reunión es delicado. En la empresa, la última palabra sobre el cambio de precios es de la junta ejecutiva.
Según averiguó Valor, miembros del Gobierno cercanos al consejo evalúan que el reajuste podría evitarse durante algunas semanas si las premisas de formación de precios no extrapolan límites definidosy si el escenario económico favorece el tipo de cambio y el Brent en niveles más bajos. El mayor desafío para la estatal será convencer al mercado de que el reajuste de los combustibles puede esperar un poco más.
El desfase de los precios de Petrobras en relación con la paridad de importación ha disminuido.
StoneX calcula que el diésel de Petrobras está 0,36 reales brasileños (US$ 6,13) por debajo de la paridad de importación, o 10,4%. Según la consultora, la diferencia llegó a alcanzar los 0,82 reales brasiñelos (US$ 13,96) el 20 de enero, debido al tipo de cambio, las medidas esperadas con la toma de posesión de Donald Trump y el aumento de los precios internacionales debido al clima en Estados Unidos.
La gasolina de Petrobras está 0,17 reales brasileños (US$ 2,9) por debajo de la paridad o 5,9%, dice StoneX.
Según la
Asociación Brasileña de Importadores de Combustibles (Abicom),
el diésel de Petrobras está 0,55 reales brasileños (US$ 9,37) por debajo de los precios internacionales, o el 16%. El día 20, este retraso fue de $ 0,96 reales brasileños (US$ 16,55), o 28%. La gasolina está $ 0,24 reales brasileños (US$ 4,09) por debajo de la paridad de importación, o 8%. El día 20, el retraso fue de $ 0,42 reales brasileños (US$ 7,15), o 14%.
Para Itaú BBA, en un informe, un posible aumento del diésel sería positivo para la acción de la petrolera, si se confirma. En los cálculos del banco, el diésel de Petrobras está un 10% por debajo de la paridad de importación, y la gasolina, un 8% por debajo. Petrobras no ha cambiado el precio del diésel en más de un año, desde diciembre de 2023, cuando hizo un recorte del 7,85%.
En la gasolina, el último cambio fue en julio del año pasado, un aumento del 7,04%.
El pasado lunes 27 de enero, la presidenta de Petrobras, Magda Chambriard, estuvo en Brasilia en una reunión con el Presidente Lula y los ministros Alexandre Silveira, de Minas y Energía, y Rui Costa, de la Casa Civil. No hubo anuncio oficial después de la reunión.
Según la columnista Ana Flor, de g1, Chambriard dijo en la reunión que Petrobras debería elevar el diesel en las próximas semanas entre 0,18 reales brasileños (US$ 3,07) y 0,24 reales brasiñeños (US$ 4,09) por litro. Buscada, Petrobras no respondió.
Marcus D'Elia, socio de Leggio Consultoria, dijo que, si el aumento en el diesel fuera de esa magnitud, no resolvería el desfase actual: "Este sería un camino intermedio para evitar pérdidas financieras para la estatal".
Eli David Rokah, CEO de StartupBlink: "El renacimiento económico de Buenos Aires podría traer sorpresas en el ecosistema startup"
Para una fuente del mercado financiero, el Gobierno intenta evitar un impacto significativo en la inflación y al mismo tiempo mantener el mercado de diésel funcional, con la participación de los importadores. La política de precios de la empresa predica que el objetivo es evitar la transferencia de la volatilidad de los precios internacionales al mercado interno. Por lo tanto, los
analistas de mercado han señalado que, aunque hay espacio para cambios en los precios de los combustibles,
la empresa aún puede esperar un momento de mayor estabilidad para hacerlo.