Se reactivan protestas en Perú y empresarios del turismo en Cusco alertan por eventual cancelación de todas las reservas

Tras un receso por Navidad, las protestas se reanudaron este miércoles en Perú, como consecuencia de la crisis política que atraviesa el país luego de la destitución de Pedro Castillo del poder, en diciembre. Hasta el momento las movilizaciones y bloqueos son parciales y estarían concentrados en unas pocas zonas del sur del país. 

Al cierre de esta edición la situación de Perú en general es de normalidad, salvo por algunos focos de conflicto registrados en las regiones de Cusco y Puno, luego de que manifestantes bloquearan algunas vías de acceso afectando el tránsito de turistas y comerciantes. Así lo confirmó a periodistas el primer ministro Alberto Otárola, lo que va en línea con el anuncio de la instalación de un centro de "Monitoreo y Control de Crisis", hecho por la presidenta Dina Boluarte horas más tarde, y en el que también participan los ministerios de Defensa e Interior.

Pérdidas potenciales

Si bien, hasta el minuto los disturbios sociales estarían contenidos, estimaciones locales de la Cámara de Comercio del Cusco alertan sobre los impactos económicos si la situación recrudeciera. En el caso de esa localidad, se habla de la cancelación de la totalidad de las reservas por vacaciones durante el primer trimestre, lo que asestaría un golpe al empleo y al sector comercio, ya afectado por la ola de violencia que en su momento más álgido mantuvo a esta y otras 13 regiones con fuertes disturbios.  

Por ahora, el servicio de tren que va a Machupicchu fue suspendido en previsión de las protestas, mientras que el Ministerio de Comercio Exterior y Turismo evacuó este martes a 2.062 turistas desde esa zona hacia los centros históricos de Cusco. 

En paralelo, la policía y el Ejército se mantienen cuidando las sedes públicas en algunas áreas donde se han anunciado protestas, entre ellas Ayacucho, región donde murió la mayor cantidad de personas en las manifestaciones de diciembre. El balance de fallecidos el mes pasado ascendió a 28 personas, de las cuales seis murieron en accidentes vinculados a los bloqueos de vías. 

De todas maneras, se espera que las protestas vayan en aumento. Más temprano la Defensoría del Pueblo alertó sobre eventuales movilizaciones en 12 estados de Perú. A nivel de regiones, se tiene previsto una paralización en Cajamarca, Madre de Dios y Huánuco, mientras que en la capital se anunciaron marchas en San Juan de Lurigancho y Cercado de Lima. 

Lo anterior se da en un contexto en el que este martes, miles de personas salieron a las calles de Lima rechazando la violencia y reclamando paz y tranquilidad. Todo esto, en medio de amenazas de tomas por parte de grupos civiles y de sindicatos de diez regiones del sur del país, que históricamente han votado por la izquierda. Las agrupaciones exigen la renuncia de Boluarte, el cierre del Congreso, una Asamblea Constituyente y la liberación del exmandatario Pedro Castillo.

Origen del conflicto

El origen del conflicto social en Perú fue la destitución de Castillo, quien en un turbulento mandato marcado por una dura relación con el Congreso, decidió a principios de diciembre disolver el legislativo. Rápidamente la situación se revirtió en desmedro del ahora expresidente de ese país, quien fue condenado a 18 meses de prisión preventiva. 

Dina Boluarte, entonces vicepresidenta, debió asumir el liderazgo del gobierno convocando a un adelanto de las elecciones, finalmente el Congreso respaldó la decisión y los comicios quedaron fijados para abril de 2024. Desde 2016 Perú enfrenta una compleja crisis de gobernabilidad.