Crisis pesquera en Perú: captura de anchoveta en 2023 quedaría al menos un 60% por debajo de 2022

El mes pasado, el Ministro de Economía y Finanzas de Perú, Alex Contreras, reconoció que el país andino atraviesa una recesión económica, con distintos sectores afectados por los conflictos sociales de principio de año y los fenómenos climáticos. Sin embargo, el rubro más golpeado en este 2023 ha sido la pesca, de acuerdo con el Banco Central de Reserva del Perú (BCRP).

Las proyecciones del ente rector proyectan que la actividad caerá un 26,4% para fines de este ejercicio, principalmente debido a los distintos eventos relacionados al clima. Según la Sociedad Nacional de Pesquería (SNP) -gremio que agrupa las principales empresas del rubro industrial- el sector estaría sufriendo su peor crisis en los últimos 25 años. 

Detrás de la caída está, por ejemplo, El Niño costero, un fenómeno que afectó distintos departamentos del centro-norte del país, generando intensas lluvias y un alza en la temperatura del mar, con consecuencias en el ecosistema marino y la biomasa disponible el Pacífico.

Ello llevó a que, a principios de este año, no se pudiera abrir la primera de dos temporadas de pesca de anchoveta en la zona, hecho que no sucedía desde hace 14 años. 

Las cifras detrás de la peor crisis pesquera de Perú en 25 años

“Las condiciones del mar no están dadas para el inicio de la temporada de pesca. Un tema importante para el ministerio es la preservación del recurso pesquero; si saliéramos en este momento y permitiéramos que se desarrolle la pesca de la anchoveta, lo que haríamos es depredar el recurso”, explicó el extitular de Produce, Raúl Pérez Reyes, en junio de este año.

Este pez es el único autorizado por el Ministerio de la Producción (Produce) para fabricar harina y aceite de pescado, dos productos en los que Perú es el máximo exportador del mundo.

“Dentro del sector pesquero, la harina y el aceite de pescado representan más del 50% o 60% del total de las exportaciones peruanas”, declaró a DFSUD Adriana Giudice, gerenta general de Austral Group, una de las principales empresas pesqueras en el país andino. 

Para dimensionar el impacto económico en el rubro, tan solo en la segunda temporada de captura de anchoveta de 2022 se obtuvieron ganancias de US$ 1.000 millones por los envíos de los derivados, según cifras de la SNP.

En total se capturaron 1,91 millones de toneladas (TM); es decir, el 84% de la cuota asignada por Produce que fue de 2,28 millones TM.

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¿Habrá segunda temporada?

El pasado 22 de octubre, el ministerio autorizó la segunda temporada de pesca en la zona norte-centro. La cuota de captura establecida fue de 1.682.000 toneladas de anchoveta, cerca de 600 mil toneladas menos en comparación con la del año pasado.

El límite establecido -en base a informes técnicos del Instituto del Mar (Imarpe)- ha sido uno de los puntos de desencuentro entre el Gobierno y los gremios pesqueros. Incluso, tres empresas del rubro, Diamante, Hayduk y Copeinca, paralizaron sus operaciones el 30 de octubre en descontento con la gestión de la institución.

“Lo que ellos (Imarpe) han observado en el mar es una biomasa bastante alta: 7,2 millones de toneladas. Las dos últimas segundas temporadas fueron de 7 (2021) y de 6,8 millones (2022). En 2021 nos dieron 29% del total observado como cuota y el año siguiente 34%. Sin embargo, aún cuando es solo una ventana de oportunidad la que tenemos, nos han dado una cuota del 23%”, explicó Giudice.

Si es que se llegara a capturar toda la cuota de este segundo semestre, que se traduce en la cifra total para el año -porque no hubo primera temporada-, la producción estaría alrededor de un 60% por debajo de lo registrado en 2022, cuando se pescaron más de 4,25 millones de toneladas entre las dos temporadas. 

Giudice agregó que, en el último informe técnico del Imarpe se sugieren tres escenarios: uno positivo, otro neutro y uno negativo. “El Ministerio ha tomado el camino desfavorable y dentro de ese escenario, lo más desfavorable”, comentó.

Otro punto en el que no ha habido consenso ha sido la regulación que limita la pesca de la anchoveta juvenil, tanto en el volumen como con la talla permitida para recolección. 

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Proyecciones al cierre del año

La pesca industrial corre contra el tiempo para poder cubrir la mayor parte de la cuota autorizada de anchovetas, en medio de las limitaciones dictadas por el ministerio. Los pronósticos de que para el verano de 2024 siga activo El Niño hacen que la industria tenga que recolectar con rapidez antes de que empiecen a cambiar las temperaturas del agua. 

Respecto a los últimos reportes de los sectores pesqueros, hasta este último domingo se ha pescado el 25% del total de la cuota autorizada por Produce para la segunda temporada en la zona norte-centro, lo que se traduce en cerca de 430 mil toneladas de anchoveta. Ello deja un margen de más de 1,2 millones de toneladas de anchoveta antes de que cierren la captura.

Aún así, la cosecha será mucho menor a la de 2022, considerando además de que la industria contó solo con una oportunidad para la pesca.