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Opinión FT: Los niveles de miseria urbana de São Paulo se sienten más altos que nunca

La ciudad ha visto el aumento de las drogas y la miseria; es conocida como Cracolândia y dicen que es sólo el síntoma más agudo de un malestar más profundo en la capital financiera de Brasil.

Por Financial Times, traducido por María Gabriela Arteaga / Foto: Pexels I Publicado: Miércoles 24 de mayo de 2023 I 08:00
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Por Michael Pooler

Al igual que las fachadas descoloridas de su imponente arquitectura del siglo XX, el centro de São Paulo es un sitio de declive prolongado. Debajo de las palmeras y frente a las iglesias adornadas, las ásperas mantas omnipresentes que se reparten a las personas sin hogar son un recordatorio constante de la miseria urbana.

Para muchos habitantes, parece que la decadencia en el corazón de la ciudad brasileña más grande del hemisferio sur se ha acelerado últimamente. Los medios locales están llenos de informes sobre violencia y robos, que se han extendido a otras áreas. Durante el último año, amigos han sido asaltados de diversas formas, amenazados con un cuchillo y robados a punta de pistola.

El ejemplo más agudo del deterioro es "Cracolândia", una zona marginal de la ciudad cerca de la Estación Luz donde un grupo enorme de adictos se apodera de una calle o plaza, donde se trafican y se consumen drogas duras abiertamente a la vista de la policía. La plaga está asociada con el crimen y la inquietud de los residentes.

La notoriedad de este lugar, en existencia durante unas tres décadas, está resurgiendo. Una farmacia, una tienda de electrónica y un supermercado en los barrios afectados fueron saqueados el mes pasado. Docenas de restaurantes y negocios cerraron, mientras que los dueños de las tiendas organizaron protestas.

Sin embargo, Cracolândia es sólo el síntoma más agudo de un malestar más profundo en la capital financiera de Brasil. La miseria no es infrecuente en este país desigual. Pero los niveles del deterioro en São Paulo, una ciudad de 12 millones de personas, empeoraron visiblemente desde que llegué a fines de 2020.

Cuando nos cambiamos de apartamento hace un año, había un par de tiendas de campaña debajo de un puente cercano. Ahora hay una docena. Según una estimación, el número de personas que duermen en la calle en la ciudad se ha disparado por encima de los 50.000. Se citan las consecuencias económicas de Covid-19 como un factor importante.

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En el Convento y Santuario de San Francisco, se brindan 700 almuerzos gratuitos diariamente, comparado con 400 antes del coronavirus. “Antes eran principalmente hombres solteros, ahora hay muchas familias”, dice Lucilene Nogueira de la caridad Sefras. “Se deterioró por el desempleo durante la pandemia”.

Ana Beatriz, su esposo y sus cuatro hijos pequeños se quedaron sin hogar hace unas semanas después de que él perdió su trabajo. “Hay tanta gente en la calle. Es vergonzoso”, dice.

Las autoridades públicas insisten en que están afrontando los problemas. En una estación de policía a una cuadra de una concentración de adictos, el jefe de la policía local, Jair Barbosa Ortiz, denuncia las exageraciones de los “medios sensacionalistas”. Cree que los robos de teléfonos celulares están inflados por reclamos de seguros falsos.

“En los últimos 20 años, los niveles de violencia en São Paulo han disminuido significativamente en los aspectos más importantes, homicidios y robos”, agrega Ortiz.

Después de meses de aumento de los robos en el centro, el policía señala que las estadísticas de abril en realidad mostraron una caída. Él lo atribuye a la alcaldía y a que el nuevo gobernador ha incrementado la presencia de oficiales en las calles.

Alexis Vargas, un alto funcionario municipal, cree que las denuncias sobre Cracolândia son, de hecho, una señal de que los esfuerzos para desmantelarla están funcionando. Aunque los críticos argumentan que una política de dispersión ha extendido el problema a varios lugares, él dice que el número total de usuarios de drogas en ellos se ha reducido en tres cuartas partes desde 2.016 a 1.000, y los mercados de drogas "mayoristas" ya no existen. Agrega que las referencias para tratamiento especializado están aumentando y hay una mayor aceptación de los servicios de extensión entre los usuarios.

A la larga, las cosas mejorarán, afirma Vargas. “Estamos enfrentando un problema de 30 años”, añade. “Algunas partes del cuerpo empeorarán antes de curarse”.

Sin embargo, después de enumerar todas las acciones del consejo para ayudar a las personas a salir de las calles y encontrar trabajo, incluso él admite que históricamente la población sin hogar ha tendido a crecer.

Para aquellos más afortunados, São Paulo en su conjunto sigue siendo muy habitable, vibrante y divertido. Pero ya que muchos paulistanos acomodados siguen evitando el centro, su abandono y deterioro parecen destinados a continuar.

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