México eleva su meta de déficit mientras los economistas advierten impacto en el crecimiento

Por Christine Murray
Ciudad de México

El Gobierno de México planea tener un déficit mayor al esperado previamente el próximo año, mientras que los economistas advirtieron que su pronóstico de crecimiento era demasiado optimista porque el país enfrenta una desaceleración económica y las amenazas arancelarias de Donald Trump.

El endeudamiento neto de México alcanzó el 5,9% del PIB, el nivel más alto desde la década de 1980, después de que el exPresidente Andrés Manuel López Obrador gastara más en programas sociales y proyectos de infraestructura emblemáticos en el período previo a las elecciones de este año. Su partido obtuvo una victoria aplastante, pero su sucesora, Claudia Sheinbaum, heredó la tarea de restaurar la credibilidad fiscal.

El viernes, el Gobierno de Sheinbaum dijo que reduciría el déficit al 3,9%  del PIB el próximo año, pero esa cifra todavía es mayor que el objetivo del 3,5% que había sugerido el mes pasado.

El paquete presentado al Congreso mexicano incluye fuertes recortes al gasto en muchas áreas, como seguridad, salud y defensa. Aumenta el gasto en programas sociales y en ferrocarriles de pasajeros y también incluye más de US$ 6.000 millones en pagos de deuda para la petrolera estatal Pemex, que atraviesa dificultades.

“Comparado con otros países del mundo, (el presupuesto) parece relativamente razonable, pero implica un aumento de la relación deuda/PIB al 51,4%, y ese nivel para México es alto”, dijo Luis de la Calle, consultor económico y ex negociador comercial. “Está claro que para tener éxito en las finanzas públicas, este gobierno necesita mucha inversión privada para ampliar la base impositiva”.

El recorte previsto del endeudamiento neto —equivalente al 2% del PIB— es el mayor desde al menos la década de 1990, según datos del FMI.

La proyección del Ejecutivo supone que la tasa de crecimiento de México se acelerará el próximo año a entre 2% y 3%, frente al 1,4% que los analistas proyectan para este año. Sin embargo, una encuesta del banco central realizada en octubre —antes de las elecciones estadounidenses— mostró que, en promedio, los analistas esperan que el crecimiento sea de apenas 1,2% en 2025.

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“Es un presupuesto relativamente responsable pero no es tan creíble como uno hubiera deseado... (básicamente) explota la buena voluntad de los inversionistas para tomar al pie de la letra las promesas de buen comportamiento del Gobierno”, dijo Ernesto Revilla, economista jefe para América Latina de Citi.

Varios analistas dijeron que pensaban que el déficit real terminaría siendo más alto que el previsto por el Ministerio de Finanzas, en parte debido al menor crecimiento y a la dificultad de llevar a cabo fuertes recortes del gasto público.

“Creo que muchas de las suposiciones sobre los ingresos, pero particularmente sobre los gastos, son un poco exageradas... No es un presupuesto fácil de ejecutar”, dijo Revilla.

Los inversionistas de la segunda mayor economía de América Latina se han sentido desconcertados por la radical agenda de reformas del partido gobernante y las amenazas de Trump de imponer aranceles generalizados. Desde que el partido Morena obtuvo una supermayoría en junio, el peso se ha debilitado alrededor de un 15% frente al dólar.

Antes de que se publicara el presupuesto esta semana, Moody's redujo su perspectiva para México a "negativa". Califica la deuda del país en Baa2, dos niveles por encima de la categoría basura.

El presupuesto para 2025, que se anunció el viernes, reduciría la inversión pública en un 14%, a 996 mil millones de pesos, incluidos 149 mil millones de pesos para reactivar los ferrocarriles de pasajeros. De esa cantidad, 40 mil millones de pesos se destinarían al gigantesco proyecto del Tren Maya en la península de Yucatán, iniciado por López Obrador.

El gasto en programas sociales también aumentó, en parte debido a un nuevo pago en efectivo para mujeres de entre 60 y 64 años.

Hubo fuertes recortes en la mayoría de las demás áreas de gobierno, incluidas reducciones de dos dígitos en salud y seguridad, a pesar de que los ciudadanos han visto deteriorarse la calidad de los servicios en los últimos años.

“El nuevo presidente no tuvo mucho margen de maniobra”, dijo Alejandra Macías, directora ejecutiva del centro de estudios CIEP. “Se redujo el déficit pero a costa de recortes que realmente debilitan a las instituciones y a los sectores... Nos va a costar mucho en los próximos años”.

México ha tenido durante mucho tiempo niveles bajos de impuestos, de apenas el 17% del PIB en comparación con el promedio de la OCDE del 34% en 2022. Durante su campaña electoral, Sheinbaum restó importancia a la necesidad de una reforma fiscal, pero el viernes dijo que, si fuera necesaria, su equipo trabajaría en ella el próximo año.

“Ante los desafíos que enfrentarán las finanzas públicas en los próximos años, el gobierno necesita diseñar e implementar una reforma fiscal… [enfocándose] en reducir la informalidad y la evasión fiscal”, dijeron analistas de BBVA México.

El Congreso aún tiene que aprobar el proyecto de presupuesto, aunque se esperan pocos cambios significativos.

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