Escándalos sumen en crisis a los rivales peronistas de Milei

Por Ciara Nugent

El movimiento peronista de izquierda argentino se ha visto envuelto en un escándalo que beneficiará al Presidente libertario Javier Milei y prolongará la paciencia pública ante su doloroso programa de austeridad.

Los fiscales federales presentaron el miércoles cargos de violencia doméstica contra el exmandatario Alberto Fernández, tras las denuncias de su exesposa, Fabiola Yañez, de que la golpeaba repetidamente mientras vivían en la residencia presidencial de Argentina entre 2019 y 2023.

Las fotos filtradas que muestran a Yáñez con moretones en el ojo y el brazo han sido ampliamente difundidas por los medios argentinos. Yáñez ha confirmado su autenticidad, aunque dijo que ella no quería que se publicaran.

Los fiscales se enteraron de las acusaciones de abuso la semana pasada mientras investigaban otras denuncias de que Fernández había canalizado indebidamente un lucrativo negocio de corretaje de seguros del Estado hacia un amigo mientras ocupaba el cargo.

El abogado de Fernández ha negado tanto las acusaciones de violencia doméstica como las de tráfico de influencias.

Fernández le dijo al diario español El País que "nunca he golpeado a Fabiola ni a ninguna mujer" y que "alguien con otros motivos la ha incentivado" a acusarlo. Añadió que el Gobierno de Milei estaba "explotando" las acusaciones.

El escándalo, que se ha extendido rápidamente, ha agravado la crisis del peronismo, el movimiento político de carácter obrero que ha dominado la política argentina durante 80 años y que se ha desplazado bruscamente hacia la izquierda en las dos últimas décadas bajo la influencia de la enérgica exPresidenta Cristina Fernández, quien no tiene parentesco alguno con Alberto. El peronismo sigue siendo la mayor fuerza en el Congreso, incluso después de la elección de Milei en noviembre.

El movimiento peronista, el cual ya está luchando por encontrar un nuevo líder y un nuevo mensaje tras su derrota, ahora se enfrenta a acusaciones de hipocresía por parte de los votantes después de que Fernández hiciera de los derechos de la mujer un estandarte de su administración.

"La corrupción es una cosa — yo ya pensaba que él era un corrupto — pero ver que le ha pegado a su mujer me ha impactado", dijo Virginia, una administradora sanitaria de 62 años que votó por Milei. "Los peronistas están en caída libre", comentó ella.

Milei ha aprovechado las acusaciones como una reivindicación de su autodeclarada "batalla cultural" contra los movimientos feministas y de derechos humanos de Argentina, la cual ha incluido la disolución del Ministerio de las Mujeres.

"Todas estas cosas estaban pasando mientras los medios nos decían que ellos eran los buenos y que los que queremos que Argentina sea libre éramos los malos", dijo Milei en X el martes.

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Las detalladas declaraciones de la exprimera dama a los fiscales y una serie de filtraciones — incluyendo un vídeo de Fernández profesándole su amor a una locutora de radio 25 años menor que él en su despacho presidencial — han inundado los medios de comunicación argentinos. La autenticidad del vídeo no ha sido cuestionada por los involucrados.

En los próximos meses, Fernández se enfrenta a juicios tanto por abuso como por corrupción. El exPresidente, quien ya era profundamente impopular, renunció este miércoles a la presidencia formal del principal partido peronista en medio de la presión de los legisladores.

Según los analistas, el momento en que se ha producido el escándalo beneficia a Milei, un antiguo comentarista de televisión que hizo campaña con la promesa de acabar con la "casta política corrupta", a la que culpa de la exorbitante inflación de Argentina.

El programa de extrema austeridad de Milei ha logrado reducir la tasa de inflación mensual de un máximo del 26% en diciembre a un 4% en julio, pero también les ha causado dolor a los argentinos: el gasto de los consumidores se ha desplomado y más de 175.000 empleos formales han sido eliminados desde que Milei asumió el cargo.

El apoyo al Presidente, aunque notablemente estable, ha mostrado recientemente "signos de estrés" en medio de la volatilidad de la tasa de cambio clave del peso en el mercado negro, dijo Lucas Romero, el director de la encuestadora Synopsis. Él dijo que los que desaprueban a Milei habían aumentado en 5 puntos porcentuales en los últimos dos meses al 49,2%.

Aunque los escándalos de Fernández no necesariamente mejorarán los índices de aprobación del presidente, "prolongarán la paciencia pública ante su doloroso programa de austeridad y le darán más tiempo", dijo Romero. "La situación aviva la rabia contra la clase política que logró que Milei fuera elegido".

El escándalo de tráfico de influencias se centra en una orden que dio Fernández para que los contratos de seguros del Gobierno se suscribieran exclusivamente con una empresa estatal que utilizaba corredores entre los que se encontraba el marido de su secretaria.

Fernández le declaró a una radio local en febrero: "Yo no he robado nada ni he participado en ningún negocio fraudulento".

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Analía, una vendedora de artículos de limpieza de 51 años, dijo que era "indignante escuchar que se hace mal uso del dinero cuando estamos atravesando un momento económico tan duro".

El peronismo, el cual comenzó en la década de 1940 con una alianza entre el general Juan Domingo Perón y los sindicatos, sigue siendo poderoso. Su coalición Unión por la Patria (UP) controla el 46% de los escaños del Senado argentino y el 39% de la Cámara Baja, frente al 10% y el 15%, respectivamente, del partido de Milei, La Libertad Avanza.

Pero, según los analistas, los peronistas han sido incapaces de unificarse en torno a un líder o a un mensaje a los votantes desde su derrota electoral, lo que limita su capacidad para bloquear la agenda legislativa de Milei o para provocar grandes protestas callejeras.

"Los peronistas no tienen una respuesta clara a ninguno de los grandes problemas de Argentina", dijo Juan Germano, el director de la encuestadora Isonomía. "Están atrapados en una posición de defensa del 'status quo', cuando hay una abrumadora demanda de cambio".

El escándalo ha profundizado el vacío de poder en el grupo y ha agudizado sus disputas internas.

Kirchner sigue siendo la figura más influyente del movimiento, pero divide profundamente a los votantes, y ella misma fue condenada por cargos de corrupción en 2022. Ella ha intentado distanciarse del Gobierno de Fernández, en el que se desempeñó como vicepresidenta.

"Alberto Fernández no fue un buen presidente", dijo el viernes pasado en X. "Pero las fotos de los hematomas de la Sra. Fabiola Yáñez son otra cosa... Delatan los aspectos más sórdidos y oscuros de la condición humana".

Juan Negri, un profesor de política de la Universidad Torcuato Di Tella de Buenos Aires, dijo que el escándalo aceleraría la búsqueda de un nuevo líder peronista, probablemente un candidato antikirchnerista más moderado. Negri dijo que la crisis beneficiaría a Milei, pero añadió: "A la gente le importan estos detalles escabrosos, pero lo que importa es la economía. Si Milei fracasa en eso, él fracasará".