Transición energética de Colombia debe ser gradual, advierte presidente de Ecopetrol

El gobierno izquierdista de Colombia debe asegurar que su transición planeada para abandonar los combustibles fósiles sea gradual si quiere que funcione, advirtió el director ejecutivo saliente de la compañía estatal de petróleo y energía Ecopetrol.

"No hay ninguna sustitución que se pueda lograr simplemente al apretar un interruptor para apagar una cosa y encender otra", dijo Felipe Bayón en una entrevista con el Financial Times (FT). "Va a costar mucho tiempo, esfuerzo y dinero conseguir que otras industrias ocupen su lugar".

El petróleo, el gas y la minería son vitales para la economía colombiana, ya que juntos representan más de la mitad de las exportaciones. Ecopetrol, por mucho el mayor productor de petróleo de Colombia y la cuarta compañía petrolera más grande de América Latina, afirma representar el 30% de las exportaciones, una fuente vital de divisas que entran al país en un momento en que Colombia gestiona déficits fiscales y por cuenta corriente. Según Ecopetrol, la producción media del año pasado fue de 709.500 barriles equivalentes de petróleo por día.

Pero eso no ha impedido que el presidente Gustavo Petro, exguerrillero que asumió el cargo en agosto como primer jefe de gobierno de izquierda del país, persiga ambiciosos objetivos medioambientales.

La legislación aprobada en diciembre incluyó un impuesto extraordinario sobre los beneficios y la anulación de un estatuto que les permitía a las compañías petroleras y carboneras deducir los pagos de cánones de sus facturas fiscales.

La ministra de Minería, Irene Vélez-Torres, académica y ecologista, ha prometido frenar los nuevos proyectos de exploración petrolífera, algo que ha alarmado tanto a la industria como al moderado ministro de finanzas de Petro.

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La semana pasada, el gobierno moderó ligeramente su postura, y los ministerios de finanzas, comercio y minería afirmaron conjuntamente su compromiso con una transición gradual que tuviera en cuenta la estabilidad económica general de Colombia.

Si se produjera una moratoria de la exploración petrolera, perjudicaría a Ecopetrol. Durante las elecciones colombianas del pasado mes de junio —cuando Petro era el favorito para ganar- el precio de las acciones de Ecopetrol cayó de US$ 17,47 a US$ 11,03. Desde entonces se ha mantenido en este nivel inferior, cayendo ocasionalmente por debajo de los US$ 9, lo que refleja la incertidumbre sobre su voluntad de convertir la retórica en política.

"La única manera de frenar la crisis climática es mediante el consumo cero de carbono y petróleo", dijo Petro en el Foro Económico Mundial de Davos en enero. El año pasado en su campaña declaró que la compañía debería convertirse en el mayor productor de energía limpia de América Latina.

Descarbonización

Aunque Ecopetrol ha empezado a descarbonizarse —convirtiéndose en el primer productor de energía renovable de Colombia- lo está haciendo a un ritmo más lento de lo que al presidente le gustaría. El gobierno ha promovido la energía solar y eólica, sobre todo en las remotas provincias de La Guajira y Guaviare, aunque estos proyectos exigirían superar enormes obstáculos, sobre todo, organizar y convencer a los terratenientes para que vendan terrenos por los que pueden pasar tendidos eléctricos de cientos de kilómetros hasta las grandes ciudades.

"El gobierno es el único que puede hacerlo", dijo Bayón. "Pero no puede haber transición sin transmisión".

El gobierno colombiano posee el 88,49% de Ecopetrol, y el resto de las acciones se cotizan en Colombia y Nueva York. La compañía registró un beneficio neto récord de US$ 6.900 millones en 2022, el doble que el año anterior.

Ecopetrol dijo que la compra del gobierno en 2021 de una participación mayoritaria en Isa, la mayor compañía de transmisión de energía de América Latina, impulsó el aumento de los beneficios.

"Según lo que hemos visto, la transición tradicional que realizan estas compañías es convertirse en generadoras de energía, no en transportadoras", dijo Daniel Guardiola, director ejecutivo de investigación de capital de BTG Pactual. "Ecopetrol tomó un camino poco ortodoxo".

Francisco Monaldi, director del Programa Latinoamericano de Energía del Instituto Baker de la Universidad Rice, dijo que la decisión de comprar Isa tenía sentido desde el punto de vista político —y le proporcionó dinero a la anterior administración colombiana en un momento de necesidad- pero no tanto desde el punto de vista comercial. "El potencial de crecimiento y de mantenimiento de los beneficios es limitado".

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Bayón, quien dejará Ecopetrol a finales de este mes tras siete años en la compañía como director de operaciones y director ejecutivo, dijo que el riesgo de intromisión política sigue siendo una preocupación. Aunque no existe una ley formal que regule su independencia del gobierno, Ecopetrol se ha dirigido tradicionalmente a distancia. El gobierno no respondió a una solicitud de comentarios.

En octubre, el presidente sacudió la junta directiva de la compañía, instalando a una mayoría de personas designadas, que aún no han nombrado a un sucesor de Bayón. En enero, Petro fue duramente criticado por políticos de la oposición y analistas tras anunciar que tomaría el control de los reguladores de los servicios públicos estatales para combatir la subida de precios. Esta medida ha sido impugnada ante la Corte Constitucional de Colombia.

"Hay que proteger a Ecopetrol para que no se dirija como un ejercicio técnico", dijo Bayón. "Se ha politizado. Hay que respetar la independencia y administrarla como una empresa".