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Inflación cedería de forma desigual en América Latina durante 2023

Los analistas consultados apuntan a que Brasil, Chile y México verán mayor desaceleración del indicador. Colombia y Perú se situarían en una zona intermedia, mientras que para Argentina y Venezuela ven escenario poco alentadores.

Por Dayana Sánchez/ Foto: Sutterstock I Publicado: Lunes 13 de febrero de 2023 I 16:53
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Para 2023, las realidades que enfrentarán los países en el control de la inflación serán dispares. Mientras algunos estarían por ver una moderación en el comportamiento del indicador de precios, otros, en cambio, tendrán que sortear  sus efectos por un tiempo más largo. 

Y es que el año pasado no fue un periodo fácil para la región. Ocho de las 10 economías más grandes de América Latina -a excepción de Venezuela y Brasil- tuvieron una inflación más alta que en 2021, mucho de eso incidido por los rezagos de la pandemia, el impacto de la guerra entre Rusia y Ucrania en los precios de las materias primas, y otra serie de factores como la depreciación de las diferentes monedas frente al dólar y las decisiones de la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos, que seguirán marcado la pauta durante 2023. 

Por eso mismo es que anticipar el comportamiento de la inflación en América Latina parece tarea difícil entre los analistas, pues aquello no solo se daría de manera desigual entre los países de la región, sino que dependería de otras variables más allá de las relacionadas a las decisiones de política monetaria que hayan tomado o que pretendan seguir encausando los distintos bancos centrales. 

Los factores detrás

Para Axel Christensen, director de Estrategia de Inversiones para América Latina de BlackRock, la evolución del dólar versus las monedas locales, las decisiones de la Fed y  la fuerza de la recuperación de la actividad China-la que impactaría directamente en los precios de las materias primas- son parte de los elementos que condicionarán el comportamiento del indicador. 

A aquello se sumaría, dijo el experto, la evolución de los precios de los alimentos -que representan un porcentaje importante en la canasta de consumo- y los fenómenos climáticos (como la sequía en Argentina y Chile) o los problemas de suministro, como se observan en Perú por la crisis social que afecta esa nación. 

Además de eso,  Jaime Reusche, vicepresidente del Grupo de Riesgo Soberano de Moody’s, ve que el gran poder lo tendrán los bancos centrales que, a su juicio, “van a tener que buscar un tanteo muy fino para mantener todos los equilibrios macroeconómicos”. 

Ejecutivos regionales del retail estiman que desempeño de sus países empeorará en 2023 y el consumo será el sector más afectado por la alta inflaciónEsto, considerando no solo el nivel de inflación doméstica, sino el dinamismo o debilidad de la demanda interna; la solidez de las cuentas externas y  la posibilidad de mayores choques externos por un entorno global todavía muy frágil, argumentó. 

“La región todavía no puede declarar victoria ante la inflación en 2023”, dijo Reusche, opinión compartida por Shelly Shetty, directora general de Fitch Rating.

La experta señaló que para la clasificadora, las expectativas de inflación -en un horizonte de 24 meses- se mantienen por encima del centro del rango meta para varios países, mientras una moderación en el alza de tasas, a su juicio, aún se ve lejana. 

La visión por país

Brasil, Chile y en menor medida México deberían proyectarse como los más optimistas en materia de inflación, mientras que en Perú y Colombia el escenario se presenta aún más cuesta arriba. Eso sí, para Venezuela y Argentina el panorama es poco auspicioso dadas las particularidades estructurales que afectan a ambas economías. 

Brasil partió 2023 con buen pie y sus datos así lo confirman. El indicador de inflación tuvo una variación en el primer mes del año de 0,53% -lo que confirmó su desaceleración respecto del mes pasado- y de un 5,7% interanual.  

Tomado este dato y el comportamiento de todo 2022, que muestra una caída desde cifras superiores al 12% hasta por debajo del 6%, los analistas ven que el indicador seguirá descendiendo, aunque hay matices en cuán rápido lo haría

Por ejemplo, Kimberley Sperrfechter, economista para Mercados Emergentes de Capital Economics, ve que “los planes fiscales de Lula junto con un fuerte crecimiento de los salarios podrían evitar que la inflación caiga mucho más este año”. 

De todas maneras Reusche ya lo ve como el candidato más probable para una baja de tasas, dado que la inflación está contenida y la demanda interna viene un poco débil, aunque Sperrfechter prevé que este movimiento podría darse entre el cuarto y tercer trimestre. 

Chile, en tanto, inició el año sorprendiendo al mercado con una variación mensual de 0,8%, y 12,3% interanual. Pese a lo anterior, Sperrfechter estima que la inflación ya alcanzó su punto máximo y debería tender a la baja en los próximos meses, a medida que la división de energía cae y el crecimiento más lento quita algo de fuerza a la inflación subyacente. 

En el caso de ese país, la visión es compartida por Reusche quien considera que es otro candidato potencial para iniciar el ciclo de baja de tipos, aunque pone una nota de alerta sobre el eventual escenario contractivo que experimentaría esa economía y las consiguientes decisiones de política monetaria que deberán tomar las autoridades para atender ambos escenarios. 

Al igual que Chile, México sorprendió al alza con su dato de inflación cuya variación mensual fue de 0,68%, lo que lo llevó a ubicarse en 7,9% en 12 meses y que además vino acompañado de un alza de la tasa de interés a 11% por parte de la autoridad.  

Inversión privada para América latina se mantendría estancada en 2023 por contexto económico desafiante
Con todo, las estimaciones para 2023 apuntan a que el indicador de precios se mantendría entre 4,8% en el caso de Bank Of America y de 5,9%, según Fitch. 

“La sincronización del Banco Central de México con la Fed de Estados Unidos sugeriría que hasta que no se den recortes de tasas de la Fed, es improbable que se den movimientos a la baja en la tasa de Banxico”, acuñó Reusche.   

Para Colombia y Perú los analistas estiman escenarios similares entre sí. Y es que el mayor impacto de los precios de alimentos así como el efecto de la indexación han hecho más cuesta arriba lograr que la inflación baje, argumentó Christensen de BlackRock. A esto se sumaría, en el caso del país cafetero, “el hecho de que la economía todavía está operando por encima de su potencial, lo que significa que la inflación tardará más en retroceder que en otros lugares”, añadió Sperrfechter.

Así, lo proyectado para esa economía en el año va en un rango de entre 7% (Moody’s) y 8% (Fitch y Bank Of America), mientras que para Perú las estimaciones van desde 4,6% (según Credit Suisse) a 6,2% (de acuerdo a Fitch). 

Argentina y Venezuela, mientras tanto, seguirán afectados por elevados niveles de inflación, “cuyas causas más estructurales hacen más difícil que la política monetaria aplicada por los bancos centrales pueda lograr reducirla”, apuntó Christensen.

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