Los desafíos económicos que enfrentará la sucesora de AMLO en México

México se prepara para elegir al sucesor de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) en la presidencia del país este domingo. Son más de 90 millones de ciudadanos y, según indican las encuestas, todo apunta a que la nación norteamericana será liderada por una mujer durante los próximos seis años.

Será un hecho inédito para esta nación que ha sido gobernado desde 1824 por hombres, con Guadalupe Victoria como el primer jefe de Estado. Eso no quiere decir que no haya habido mujeres contendientes por la silla presidencial. Han sido seis hasta ahora; Rosario Ibarra de Piedra abrió esa puerta.

Y ese será solo uno de los más de 10 desafíos que enfrentará quien llegue a la Residencia Los Pinos en septiembre.

Si bien hay cifras que acompañan la gestión de AMLO y dejan a México en una posición ventajosa en cuanto al intercambio comercial se refiere en la escena internacional, son muchos los temas pendientes.

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La economía

En los últimos años, el crecimiento del país ha promediado poco más del 2% anual, muy por debajo de otras economías en desarrollo. Los analistas, entre ellos los de Capital Economics, Oxford Economics y Moody's, esperan una ligera desaceleración de la actividad económica en 2024, lo que se convierte en un punto de presión para quien resulte ganador este domingo, considerando la inflación persistente, las altas tasas de interés y el mayor déficit presupuestario desde la década de los '80.

"Las promesas de los dos principales candidatos de un crecimiento sostenido del PIB del 3% durante la próxima administración no son realistas dados los fundamentos del lado de la oferta; nuestra previsión promedia el 2% durante el período 2024-2030", indicó Oxford en su reporte de este viernes.

Capital Economics coincidió y agregó que una expansión más débil los próximos años, además de un mayor déficit presupuestario primario -en torno al 1,2% del PIB frente al 0,1% de, "significa que la próxima administración de México heredará un empeoramiento de las finanzas públicas".

Ahora, desde el punto de vista ciudadano, también podrían venirse tensiones, porque el Gobierno actual sí logró dejar un huella importante en cuanto a pobreza y al salario mínimo. 

El número de personas que viven en la pobreza disminuyó, aunque no así el porcentaje de quienes viven en pobreza extrema; el salario mínimo diario se duplicó con creces en términos reales a 248,9 pesos mexicanos (alrededor de US$ 14,7); y el Ejecutivo reservó unos US$ 43.000 millones para programas sociales este año, más de la mitad para las personas mayores.

Sin embargo, Juan Carlos Moreno Brid, profesor de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), advirtió que las medidas tomadas en torno a estos temas no son sostenibles cuando no se está proyectando un crecimiento sostenible. "Creer que a través de salarios mínimos sin inversión se puede seguir haciendo lo mismo no da; la productividad y las cifras de productividad han ido cayendo", dijo en entrevista con DFSUD.

Y agregó: "Se necesita un nuevo pacto fiscal, en el que haya una agenda de crecimiento con una agenda comprometida por impulsar un crecimiento elevado, sostenido e incluyente".

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El "superpeso"

El peso mexicano se ha fortalecido tanto durante el sexenio que llegó a ubicarse entre las monedas de los mercados emergentes con mejor desempeño en el mundo.

Y, si bien el presidente ha citado el fenómeno como una medida del éxito de su administración, también se ha convertido en un problema para los exportadores, que son cada vez menos competitivos a medida que los costos de producción local aumentan en términos de dólares.

"El tipo de cambio tan fuerte no ayuda. El año pasado, las exportaciones de hecho no fueron un factor de impulso de la economía mexicana, en particular por el tipo de cambio y ello se está resintiendo ya en la zona norte. Parte de la apreciación cambiaria se debe a que nuestra política monetaria también es de las más restrictivas en la región", comentó Moreno Brid.

Entonces, el peso muy fuerte afecta las exportaciones y una tasa de interés muy elevada impacta la inversión. Para el experto, una combinación compleja.

En la bajada más ciudadana, los mexicanos que recibieron remesas de familiares en el extranjero también
han experimentado que su dinero no se convierte en tantos pesos.

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Violencia y riesgo país

El indiscutible aumento de la violencia y distintas medidas tomadas por López Obrador en contra del empresariado, a lo que se ha sumado una dura crisis energética -con apagones en el país- han llevado a que México sea el mercado con el riesgo país más elevado de toda la región.

En los datos más recientes, la prima de riesgo cotiza en los 754 puntos, 2,2 puntos más que el cierre de la sesión previa. En los últimos 12 meses, el indicador -medido por JPMorgan- ha aumentado 103 puntos y en lo que va de año ha subido 53 unidades.

El 30 de noviembre de 2018, de hecho, poco después de que AMLO asumiera, se registró el precio más alto para la primera de riesgo: 893 puntos. 

"Hay una mezcla de muchas señales. Además de la inseguridad, hay una serie de políticas que antidemocráticas que preocupan. Los organismos independientes se han visto brutalmente golpeados; agencias, como la Comisión Federal de Competencia, la electricidad, los árbitros, la militarización del país", señaló Moreno Brid.

La nueva administración debe enfrentar, entonces, una epidemia de crímenes violentos alimentada por los cárteles, el aumento de la corrupción, la extorsión y fallas en la aplicación de la ley que “dañan el crecimiento comercial y el espíritu empresarial”.

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Acuerdos comerciales y nearshoring

Durante la administración actual, y específicamente en 2023, México reemplazó a China como el mayor socio comercial de Estados Unidos, enviando más de US$ 475.000 millones en bienes a través de la frontera. Esa cifra récord es consecuencia del Tratado Estados Unidos-México-Canadá (T-MEC o Usmca, si es en inglés), que vino a reemplazar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (Tlcan). 

Ese convenio se someterá a una revisión en 2026, bajo el nuevo Gobierno, lo que podría llevar a los socios comerciales plantear problemas e impulsar cambios.

Ahora, el experto de la UNAM también apuntó que el T-MEC no es un mecanismo impulsado, por AMLO por lo que no se le podría atribuir a él su éxito.

"La política comercial actual es idéntica a la anterior, cuando existía el Tlcan. Lo mismo pasa con la política industrial, no hay política de banca de desarrollo, la política de transferencias es menos progresiva de lo que era antes. Entonces tenemos luces y sombras", detalló.

Lo mismo pasaría, según dijo, con el tan popular y renombrado nearshoring o localización cercana.

Pese a la gran cantidad de anuncios de empresas buscando en el país una opción para desarrollar sus negocios, el profesor indica que ello no se refleja en las cifras.

"En Brasil, la inversión extranjera directa en dólares es como más del doble de México. En México la inversión extranjera directa como proporción del PIB ha estado cayendo y de esos US$ 20 mil millones, solo US$ 600 millones son de nueva inversión y nuevas plantas. Lo que hay son conversaciones y muestras de 'posible propensión a relocalizar; ni siquiera es una intención sino posible propensión", comentó basado en un indicador de un informe del Banco de México.

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Las elecciones en EEUU

Otro desafío es que la nueva gestión estará enmarcada por la llegada de un nuevo inquilino a la Casa Blanca, cuya carrera no está definida y menos, tras la declaración en contra del republicano Donald Trump de fraude electoral.

Aunque él no está inhabilitado para correr en el proceso, su imagen quedará muy afectada y, precisamente él no fue gran amigo de la gestión de AMLO en la administración anterior. 

"El destino de la economía de México también depende del resultado de las elecciones estadounidenses de finales de este año, con los actuales acuerdos de libre comercio en riesgo", señaló Capital Economics en uno de sus informes.