ES NOTICIA:

Close

Presidente de Ecuador promete disolver el Congreso si éste intenta destituirlo

El líder conservador Guillermo Lasso insiste en que no permitirá que la legislatura dominada por la oposición lo enjuicie.

Por Financial Times, editado por María Gabriela Arteaga / Foto: Reuters I Publicado: Miércoles 19 de abril de 2023 I 08:00
Comparte en:

Por Michael Stott

El presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, ha prometido disolver el Congreso y convocar elecciones anticipadas en lugar de permitir que los legisladores lo sometan a juicio político por lo que considera una falsa acusación de corrupción promovida por sus oponentes políticos.

Lasso, uno de los pocos presidentes latinoamericanos favorables a los inversionistas, ha resistido los repetidos intentos del Congreso, dominado por la izquierda, de destituirlo, mientras Ecuador, otrora un país tranquilo, se ve abrumado por una marea de asesinatos relacionados con el narcotráfico.

El millonario de la banca, que hizo su propia fortuna, le dijo al Financial Times (FT) que comparecería ante el Congreso en unos 30 días para defenderse de la acusación de corrupción. Se refiere a un contrato de la compañía estatal de transporte de petróleo Flopec, que firmó con una compañía de buques petroleros tres años antes de que él asumiera el cargo.

"Nadie ha hecho más que yo para combatir la corrupción", dijo Lasso en una entrevista en el Palacio de Gobierno de Carondelet, en Quito. "La malversación se define como un delito en el que alguien se aprovecha de los fondos públicos para su propio beneficio. No he utilizado fondos públicos para mi propio beneficio".

Lasso dijo que "no descartaba" ganar un número suficiente de legisladores, pero que en "el escenario más probable", en el que no pudiera reunir el apoyo suficiente, convocaría elecciones anticipadas antes de que el Congreso pudiera destituirlo.

"El otro escenario que evitaré, porque no es correcto, es la censura del presidente", dijo.

Cuando se le preguntó si eso significaba que invocaría una cláusula constitucional conocida como "muerte cruzada" para forzar elecciones tanto para su propio puesto como para un nuevo congreso, Lasso respondió: "Correcto. Eso es lo que declararía".

A pesar de tener sólo un 22% en los índices de aprobación, según una encuesta reciente, Lasso insistió en que volvería a presentarse a unas nuevas elecciones. "Tengo un deber para con mis votantes", dijo. "Seré candidato".

Escándalo de corrupción en estatal petrolera de Venezuela provoca renuncia del ministro de Petróleo

Crisis constitucional

Sebastián Hurtado, director de la consultora de riesgo político Profitas, de Quito, le dio a Lasso pocas posibilidades de sobrevivir. "Personalmente, creo que está perdido", dijo. "Podría ocurrir algo extraordinario. Pero los detalles jurídicos y penales apenas importan ahora. Es un asunto totalmente político".

Si Lasso activara la cláusula de "muerte cruzada", que nunca se ha utilizado, Hurtado predice un conflicto. "Temo que pueda haber una crisis constitucional, ya que parte de la oposición ha dicho que no la reconocerá".

Mientras tanto, el presidente pretende tomar medidas represivas contra la violencia relacionada con el narcotráfico, que es la principal preocupación de los ecuatorianos, según las encuestas. Como la policía y el poder judicial han sido manchados por la corrupción, ha puesto sus esperanzas en el ejército. La tasa de asesinatos en el país andino casi se duplicó el año pasado, cuando las mafias mexicana y albanesa se disputaron las lucrativas rutas del contrabando de cocaína.

Lasso dijo que la violencia se había disparado en parte porque su gobierno había incautado muchas más drogas que sus predecesores, unas 400 toneladas en 22 meses, con un valor en la calle de US$ 15 mil millones.

"Cualquiera puede construir una carretera, un hospital o una universidad, pero no cualquiera puede combatir la corrupción y las drogas", dijo el presidente.

Aunque los analistas consideran que el caso de corrupción de Flopec contra Lasso es débil, la imagen del presidente se ha visto empañada por otra investigación sobre el presunto tráfico de influencias de su cuñado, Danilo Carrera. Carrera ha negado haber cometido irregularidad alguna.

Lasso dijo en enero que Carrera, quien preside la junta directiva del banco de Lasso, Banco Guayaquil, era un "hombre honorable e intachable". Al mes siguiente reconoció que Carrera "pudo no haber tenido la suficiente suspicacia para detectar a gente deshonesta que quería utilizarlo".

El tribunal constitucional decidió que las pruebas de la supuesta implicación de Lasso en el caso de Carrera eran demasiado débiles para incluirlas en la solicitud de juicio político del Congreso y las eliminó. Lasso dijo que estaba al corriente de la investigación policial sobre Carrera desde el principio y que nunca había intentado interferir en ella.

Llurimagua: el proyecto minero que complica a la chilena Codelco en Ecuador

Efecto en inversionistas

Tras la desastrosa derrota sufrida en las elecciones locales de febrero a manos del movimiento de oposición de izquierda del expresidente Rafael Correa, Lasso ha reorganizado la administración presidencial y ha contratado a un nuevo jefe de comunicación, pero quizás estas medidas lleguen demasiado tarde para salvarlo.

En lo que representa un nuevo indicio de problemas, cinco miembros demócratas del Congreso estadounidense le escribieron la semana pasada al presidente Joe Biden pidiéndole que revisara las relaciones bilaterales con Ecuador mientras se investigaban "acusaciones creíbles de corrupción en los más altos niveles".

El gobierno estadounidense ha apoyado firmemente a Lasso, mientras que Bob Menéndez, presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado, visitó Quito la semana pasada con otros dos senadores para expresar su respaldo al presidente.

La agitación política ha alarmado a los inversionistas, que han hecho bajar el precio de los bonos ecuatorianos en los mercados secundarios. Temen que Lasso, quien ha mantenido controlado el gasto, sea derrocado y sustituido por un gobierno de izquierda que se endeude y gaste libremente.

Lasso describió sus logros económicos como "extraordinarios", señalando las previsiones del Fondo Monetario Internacional (FMI) según las cuales Ecuador crecerá un 2,9% este año, con una inflación inferior a la de EEUU. Lasso prevé un déficit presupuestario de alrededor del 1%.

Sin embargo, a los empresarios les preocupa que el Gobierno haya sido demasiado estricto con el dinero en un país en el que muchos guardan un grato recuerdo de las opulentas obras públicas llevadas a cabo bajo los gobiernos de Correa de 2007 a 2017. Quieren que Lasso gaste más.

Correa vive asilado políticamente en Bélgica, tras ser declarado culpable de corrupción en 2020 y condenado en ausencia a ocho años de prisión. Las encuestas muestran que su imagen pública es menos negativa que la de Lasso.

El presidente insiste en que Correa está detrás de los intentos de derrocarlo.

"En Ecuador existe un debate entre dos modelos", dijo. "Uno populista y totalitario que los ecuatorianos ya lo conocemos de 2007 a 2017 (períodos de Rafael Correa) y un modelo que representa mi Gobierno, que es un modelo democrático, liberal y humanista y esto es lo que está pasando".

Lasso, de 67 años, sufre dolores crónicos causados por una operación mal hecha hace años. Horas después de la entrevista con el FT, ingresó en el hospital para tratarse una infección urinaria. Pero el presidente insistió antes en que seguiría hasta el final.

"Perdona que utilice un lenguaje fuerte, pero soy condenadamente difícil, créeme", dijo Lasso. "No soy un presidente latinoamericano cualquiera y no quiero serlo. Estoy aquí para luchar por mis ideales".

Comparte en: