Se agrava la crisis en Petroperú: directorio de la estatal renuncia y confirma diferencias con el Gobierno de Boluarte

Los días pasaron y el tiempo se acabó. El directorio de la estatal petrolera peruana, Petroperú, renunció en pleno este martes a sus funciones, tal y como lo había advertido.

La decisión estuvo motivada por la inacción del Gobierno liderado por Dina Boluarte de presentar una solución a la crisis financiera que vive la empresa o, al menos, de aceptar las iniciativas de la mesa para realizar cambios estructurales que permitieran retomar el rumbo y sanear las cuentas.

La firma atraviesa una profunda crisis económica, con una deuda que, al cierre de 2023, era superior a los US$ 6.000 millones, según Fitch Ratings.

“El directorio ha estado alertando al Gobierno, desde el inicio de su gestión, sobre la insostenibilidad financiera que enfrenta la empresa. Se le ha reiterado que es necesario tomar la mejor decisión respecto al futuro de la compañía. Habiendo transcurrido varios días sin que el Gobierno se haya pronunciado, los directores designados por la junta de accionistas, de manera unánime, hemos presentado nuestra renuncia”, comunicaron los integrantes de la mesa.

Y añadieron que no se harán responsables “de los alcances ni de las consecuencias de cualquier norma legal que eventualmente se apruebe, ni de la oportunidad en que se realice”.

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Las reacciones

El desenlace generó reacción en el Ejecutivo y en otros sectores económicos. La Presidenta Boluarte, por ejemplo, fue enfática en señalar que Petroperú no se privatizará y resaltó la importancia para el país.

“Es la única empresa que abastece de combustible a zonas como Purús y Güeppí (en la Amazonía), donde las empresas privadas no llegan. Es nuestra responsabilidad garantizar que el combustible llegue a los lugares más remotos de nuestra patria”, mencionó.

Señaló que, ahora, es necesario  nombrar a funcionarios “que amen al país” para dirigir la firma y que estos trabajen en generar soluciones y oportunidades para resolver los problemas. 

La Cámara de Comercio de Lima (CCL), en tanto, emitió un comunicado lamentando que “por la inacción del Gobierno se haya precipitado la renuncia unánime de los miembros del directorio” y solicitó a la jefa de Estado una respuesta inmediata que permita recuperar a la empresa.

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Propuesta del directorio

La crisis interna se agravó en junio de este año, cuando la mesa aprobó acciones complementarias para la reestructuración de Petroperú. La situación parecía sencilla: se tenían que presentar propuestas y que la Junta General de Accionistas (compuesta en su mayoría por ministerios del Gobierno) las aprobara. No obstante, este mecanismo se dilató.

Llegó el mes de agosto, por lo que el directorio alertó que la gestión se hacía “insostenible”. Entonces, decidió plantear tres opciones para que llegara a una solución: inyectar capital a la empresa como se ha venido haciendo en los últimos años; aceptar la quiebra y/o liquidación; o decidirse por una reestructuración profunda que goce de credibilidad.

Si ninguna de ellas era aceptada -advirtió el presidente del directorio, Oliver Stark-, los integrantes renunciarían.  

En ese contexto, incluso tomó fuerza la opción de nombrar un Project Management Office (PMO), que no era más que un privado se hiciera cargo de la empresa. Pero esa opción tampoco prosperó.

Se habló de un Decreto de Urgencia (DU) por parte del Gobierno; sin embargo, pasaron los días y no se aprobó.

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Sin liquidez

En el intertanto, Petroperú se quedó sin liquidez y disparó la alarma respecto de si va a poder seguir abasteciendo al mercado local con combustibles.

“La empresa solo tiene el 25% de mercado. Entiendo que hay un porcentaje que sí podría ser cubierto por los privados. Creo que las regiones que podrían verse afectadas serían las de la selva”, señaló el experto en hidrocarburos, Erick García.

Para el expresidente de Petroperú, César Gutiérrez, la solución a la crisis está en contratar a un reestructurador financiero “que ayude a negociar las deudas, sobre todo extranjeras, con bonistas y con créditos sindicados en Europa”.