Segundo round con final abierto: en qué está la polémica Ley de Alquileres en Argentina

Con opiniones encontradas, hace tres años se presentó en Argentina la denominada Ley de Alquileres como una iniciativa que cambiaría el mercado de rentas inmobiliarias. Sin embargo, el impacto ha sido más perjudicial que beneficioso para la industria cuando se comparan los datos del desempeño.

La escalada en los precios de alquileres en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) ha sido vertiginosa y parece no tener techo. En septiembre, los valores registraron un incremento récord de 13,5%, acumulando un 143% anual, según el último informe del portal local Zonaprop. 

Por esto, hace algo más de un mes las bancadas de la oposición forzaron una sesión especial en la Cámara de Diputados para avanzar con una reforma a la norma. Esta se concretó el 23 de agosto, justamente 10 días después de las PASO (Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias)​ en las que arrasó el candidato libertario, Javier Milei.

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¿Qué se plantea?

La nueva propuesta rebaja de tres a dos años la duración de los contratos. Asimismo, establece que los periodos de ajuste del valor del contrato se acuerden entre las partes por intervalos no inferiores a cuatro meses, en vez de la actualización anual previsto en la normativa vigente. Y es que una actualización anual ha llevado a saltos en el precio del arriendo del más del 100% de un año a otro. 

A la versión aprobada en la Cámara Baja se le suma la modificación de la fórmula de actualización del cánon. Mientras que la ley actual establece una combinación de los índices IPC y Ripte (evolución de salarios), la iniciativa plantea que las partes elijan libremente un índice dentro de varias opciones.

Ese “menú” ​​incluye el Índice de Precios al Consumidor (IPC), el Índice de Precios Mayoristas (IPM) y/o el Índice de Salarios (IS), elaborados por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), o una combinación de esos.

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Discrepancias

Este escenario legislativo incierto generó un impacto en el mercado inmobiliario, donde se observa una tendencia hacia la prolongación de contratos y un incremento en los acuerdos informales entre inquilinos y propietarios, según reporta el medio local El Cronista. 

Y es que la semana pasada en el Senado se logró aprobar otro texto que difiere del presentado por los diputados. Este mantiene los tres años de duración de los contratos, habilita a una actualización semestral del monto del alquiler y fija como índice de actualización el coeficiente Casa Propia que elabora el Ministerio de Hábitat.

El coeficiente, a diferencia del anterior, toma el indicador más bajo entre el Coeficiente de Variación Salarial (CVS) y el Coeficiente de Estabilización de Referencia (CER).

La reforma de la ley de alquileres posiblemente llegará al órgano Legislativo la semana que viene. Allí, los legisladores de la cámara baja podrán inclinarse por dos dictámenes: uno que acepta las modificaciones hechas por el Senado y otro que insista con aprobación de Diputados.

El texto que se imponga en esa instancia será el que finalmente se convierta en ley.