Crisis política en Colombia: Petro golpea la mesa y cambia a siete ministros, entre ellos al de Hacienda
Tras romper con su pacto de gobernabilidad, el presidente designó en las carteras a varios de sus cercanos de cuando fue alcalde de Bogotá. Tras esto los analistas ven aún más difícil que el mandatario pueda sacar adelante sus controvertidas reformas.
El Presidente de Colombia, Gustavo Petro, desató lo que sería la mayor crisis política y de gobernabilidad en los nueve meses que lleva de gestión. La caja de pandora la abrió el martes en la noche, cuando solicitó la renuncia protocolaria a todo su gabinete, y anunció el fin de la coalición entre el Ejecutivo y los partidos políticos tradicionales.
Pero, el viraje en el discurso de Petro no fue al azar sino que respondió a un conflicto que mantiene con sus bases políticas desde hace meses y que terminó por verse reflejado en la discusión de la polémica reforma de Salud, impulsada por el mandatario y que, entre otros elementos, involucra el fin de la participación de los privados en la industria.
El resultado de la votación puso en evidencia el quiebre interno, pues, si bien se aprobó por 10 votos a favor, hubo varios descolgados de quienes se suponían lo respaldaban. Para entender la importancia de lo anterior, cabe recordar que Gustavo Petro, al inicio de su mandato formó una alianza de gobernabilidad con los Conservadores, Liberales (ligados al expresidente César Gaviria) y el partido de la U.
El objetivo de aquello, en ojos del jefe de Estado era facilitar el tránsito de sus estructurales reformas a cambio de ceder unos cuantos puestos de poder en el gabinete. Pero, la historia cambió este miércoles.
Los cambios
De un total de 18 ministros salieron siete y se sumó también el titular de la oficina de actividades presidenciales. Como era de prever, la ministra de Salud, Carolina Corcho (Pacto Histórico), dejó la cartera y pasó a ser reemplazada por Guillermo Alfonso Jaramillo, un cercano a Petro desde los tiempos en los que este fue alcalde de Bogotá.
Sin embargo, la gran sorpresa estuvo en la arena económica. Petro removió del ministerio de Hacienda a José Antonio Ocampo (Liberal), un nombre que, por cierto, confirió tranquilidad a los mercados financieros cuando tomó el mando de las finanzas públicas. Su reemplazo recayó en otra figura cercana al presidente: Ricardo Bonilla.
También se produjeron cambios en el Ministerio de Interior, pues, Alfonso Prada (cercano al expresidente Juan Manuel Santos) dio paso a Luis Fernando Velasco del Partido Liberal y quien hasta el momento era el Consejero presidencial para las Regiones. Él ha sido clave para el gobierno de Petro, incluso desde la época electoral, en donde ayudó al entonces candidato a llegar al poder.
Guillermo Reyes (Partido Conservador), hasta ayer ministro de Transporte, también cedió su puesto al que hasta ese momento era presidente de la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI), William Camargo; también cercano a Petro.
En el Ministerio de Agricultura fue nombrada Jhenifer Mojica quien sustituirá a Cecilia López, mientras que otro que salió del gabinete fue Arturo Luna, ministro de Ciencia; Yesenia Olay entró al cargo. Al Departamento Administrativo de la Presidencia de la República (Dapre) llegó Carlos Ramón González, en sustitución de Mauricio Lizcano quien entró al Ministerio de Tecnologías de la Información y Comunicaciones (TIC). Este último militó en el Partido de la U hasta el año 2021 y se dice cercano al mandatario.
Ricardo Bonilla: ¿Quién es el nuevo ministro de Hacienda de Colombia?
Análisis político
Con el puzzle ya armado, el resultado final da cuenta del fin de la alianza de gobernabilidad por parte del Presidente Petro, pues la mayoría de los cambios corresponden a estas tres coaliciones.
Pero la lectura de los analistas va más allá. El experto político Gabriel Cifuentes, sostuvo que “esta crisis que se está viviendo va a poner en aprietos al presidente, porque en el Congreso no sólo transita la reforma a la Salud sino otros 35 proyectos donde él necesita de los partidos mayoritarios, que suman más del 50% de los votos de la coalición”.
Esto va a representarle a Gustavo Petro un dolor de cabeza, “porque las fichas removidas corresponden a los ministros que han tenido mayor experiencia, que tienen una voz más moderada en el gabinete y que, al quitarlos, va también a restarle mucha gobernabilidad”.
Para Mauricio Reina, economista y analista del Noticiero Red Más, el Presidente “está rompiendo con el sistema político tradicional y poniendo todas sus fichas en su propio proyecto político; el Pacto Histórico”.
Otra de las lecturas que hace el experto apuntan a que además, Petro está dejando de negociar políticamente para llevar “sus proyectos maximalistas y radicales” a la plaza pública, apuntó.
Sobre esto último, Reina recordó que una muestra de aquello fue la última alocución del mandatario, el mismo martes. Y es que en un agitado discurso, hizo un llamado a la comunidad campesina a movilizarse para que se aprobaran las reformas sociales que ha radicado su gobierno en el Congreso de la República.
“Esto representa un cambio en el juego del poder, pasando del tablero institucional al de la calle. Aunque su respaldo popular no está claro, Petro es un experto en movilización social”, arguyó.
Mercado local cae y riesgo país sube por remezón en el gabinete
Tanto el peso colombiano, como la deuda soberana y la bolsa cayeron como consecuencia de la incertidumbre política que provocó el intempestivo cambio de gabinete, sobre todo si se considera que salió una figura clave para el mercado financiero: el ahora exministro de Hacienda, José Antonio Ocampo.
El peso colombiano cerró con una caída de 0,31% a 4.526 unidades por dólar, aunque tras el anuncio, y luego del cierre del mercado, la divisa retrocedía un 2,96% frente al billete verde.
El selectivo Colcap cayó un 1,01% a 1.185,60 puntos, mientras que los Títulos de Tesorería (TES) con vencimiento en febrero de 2033 finalizaron desvalorizados a un rendimiento del 11,596%, frente al cierre del martes de 11,425%.
El bono soberano en moneda local a dos años subió 9,5 pb a 10,86%; y el de a 10 años lo hizo en 18,9 pb a 11,45%. En la denominación en dólares, la deuda a 10 años subió 48,1 pb a 8,19%.
En tanto, el riesgo país, medido a través de los CDS (sigla en inglés de Credit Default Swaps) subió desde los 280,88 puntos a los 308,99 puntos. El más alto si se compara con Chile, Perú, Brasil y México.
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