¿Recibir dinero por comprar alimentos a punto de vencerse? Es posible con la app Kigüi

Según la Organización de Naciones Unidas (ONU), al año 2019, un 17% del total de los alimentos disponibles para el consumidor se desperdiciaron, lo que equivale a 931 millones de toneladas. 

La cifra es alarmante considerando que se podría aproximar a 23 millones de camiones de 40 toneladas completamente cargados, lo suficiente para dar siete vueltas a la Tierra. Y, además, que el derroche era muy similar en los países ricos y pobres.

En este contexto surge la startup argentina Kigüi, como una alternativa digital con la que se busca disminuir de alguna manera los desperdicios.

La aplicación opera en el país sede, pero también en México con un sistema de cashback: los usuarios al momento de ir al supermercado pueden escoger productos -que Kigüi especifica en su app- que estén próximos a su vencimiento. Posterior a la compra deben subir a la plataforma la boleta junto a la fecha de caducidad del envase y, a cambio, reciben dinero como bonificación.

Pantalla principal de la aplicación Kigüi

Gracias a esta modalidad, los consumidores pueden acceder a descuentos de un 40% o 50% dependiendo del producto y la fecha de caducidad que tenga. A la larga, indican desde la empresa, productores, consumidores y el medio ambiente se ven beneficiados con la disminución de los desperdicios.

La empresa argentina debutó en febrero de 2022, pero surgió del proyecto de tesis de un MBA en la IAE Business School, en Buenos Aires. Allí se conocieron sus founders: Mauricio Kremer, Gonzalo Castro y Maximiliano Dicranian, quienes tenían experiencia en la industria alimenticia y conocían las principales problemáticas del área.

“Uno conoce todas las deficiencias que hay en la cadena, como la cantidad de comida que se tira en los supermercados por el hecho de estar vencida (...) La mayor parte de las personas pensamos que las cadenas de supermercados son las que se hacen cargo de eso, pero realmente son los proveedores los que terminan pagando todo el costo del desperdicio”, comentó Kremer en entrevista con DFSUD.com.

A poco más de un año de funcionamiento, la startup cuenta con alrededor de 22.000 usuarios en los dos países en los que opera y funciona también con convenios con las principales marcas de alimentos que, a la fecha, suman alrededor de 50, como es el caso de Bimbo y Sigma en el país norteamericano.

A la fecha han levantado un capital cercano a los US$ 600.000 obtenidos de fondos como Newtopia VC, Antom.la, Lote Capital, entre otros y también han recibido financiamiento de inversionistas ángeles de la región. 

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Aterrizaje en México

Kigüi se lanzó en México en agosto del año pasado -después de seis meses de empezar en Argentina- tras establecer un primer acercamiento con la multinacional Sigma Alimentos, que en esos momentos estaba buscando una plataforma para solucionar el desperdicio de comida. 

“Fue un match perfecto. Estábamos buscando salir de Argentina, pues el tema de la economía no está bien, lo necesitábamos para buscar más estabilidad y también porque las inversiones lo exigen. Lo teníamos pensado y fue mucho más pronto de lo que pensábamos”, comentó Kremer.

Hoy Kigüi se encuentra enfocada en el territorio norteamericano, donde ha logrado mantener un crecimiento mensual de un 15%. “Es un mercado con muchísimo potencial y una economía muy pujante, además se mantiene más estable; es más de largo plazo”, mencionó.

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Planes a futuro

Para este año, la aplicación argentina se ha propuesto disminuir en un 25% las pérdidas de alimentos de las marcas con las que trabajan y proyecta que en un año puedan facturar US$ 100.000 mensuales.

Con respecto a opciones de expansión de la empresa, Mauricio Kremer reconoce intenciones de estar presente en toda la región latinoamericana: “quizás Brasil sea el próximo paso y estamos buscando partnership para lanzar la app en otros países como Perú o Colombia”.

También es optimista en poder llegar a Europa debido a las políticas de disminución de CO2 que tienen a futuro en el viejo continente. “Seguramente en Europa también hagamos un pie, porque están muy alineados los objetivos del tema del desperdicio de alimentos”, comentó Kremer.