Presidente de la FIAP: "No hay una fórmula única, pero sí componentes clave para la solidez de un sistema de pensiones"

En un contexto en el que el envejecimiento poblacional y la informalidad laboral plantean desafíos significativos para los sistemas de pensiones, América Latina vive un momento crucial de reformas y ajustes en materia de seguridad social.

México y Chile, con enfoques distintos, pero igualmente emblemáticos, se han posicionado como referencias en la región. Sin embargo, las discusiones sobre la sostenibilidad, equidad y eficiencia de sus sistemas reaparecen cada cierto tiempo, tensionando al empresariado, los trabajadores y a la política.

“Es un tema complejo. Nadie tiene la solución perfecta y siempre hay inquietudes. Y la discusión no es solo en América Latina, también se ve en Europa y en Asia”, dijo el presidente de la Federación Internacional de Administradoras de Fondos de Pensiones (FIAP), Guillermo Zamarripa, en entrevista exclusiva con DFSUD, la primera que ofrece desde que asumió el cargo en diciembre de 2024.

El ejecutivo, también presidente de las Administradoras de Fondos para el Retiro (Afores) de México, destacó que “en estas reformas hay que entender si las piezas se están poniendo en el orden correcto para responder al objetivo de que haya buenos ingresos, que sean razonables para la vejez, pero sin generar grandes problemas”.

- ¿Cuál es la clave para responder a esas condiciones?

- Es un tema complejo, pero creo que lo primero que hay que entender es que cada país tiene su equilibrio y las decisiones se dan en función a ello. Vale la pena que cada país entienda donde está.

No hay una solución para todos. No hay una fórmula, pero sí componentes que son importantes para la solidez de un sistema. Uno no puede aspirar a que todos los sistemas sean idénticos, porque los países no lo son. La preocupación y el objetivo es el mismo: que tengan ingresos razonables en la vejez.

- ¿Cuáles son esos componentes?

- Ya hay consenso de que debe haber un ingreso básico para todos en la vejez, independientemente de si se trabaja o no. Luego cada país verá cómo encuentra su respuesta, pues influye la informalidad que, en América Latina es muy alta, lo que hace la diferencia con Europa. Ahí hay que generar algún tipo de programa que cubra a esa población, como es el caso de las pensiones universales.

Después está el hecho de que existan fondos de pensiones, cuentas individuales y activos financieros que hacen que los sistemas de pensiones sean muy robustos, ya sea que se llamen AFP, Afores o como sea. Y también están los temas intergeneracionales: el cómo va envejeciendo la población y el riesgo de longevidad, etc.

"Cada país tiene su equilibrio: el desafío es mejorar sin generar grandes problemas".

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Los grandes desafíos

- ¿Cómo ve las propuestas que han existido de eliminar los fondos de pensiones privados?

- Vuelvo a los primeros elementos que hacen que un sistema sea robusto: que existan fondos de pensiones privados que tengan activos en administración y que esa sea la fuente de los pagos de pensiones.

Hay unos seis o siete países que tienen en sus fondos de pensiones activos por más de 100% del PIB y hay un segundo grupo que tiene en torno al 50%. Chile está en ese segundo grupo; eso le da una solidez. Si no hubiera activos respaldando, todo es gasto de Gobierno y se ha probado que no es efectivo de esa manera.

En el índice de Mercer, que evalúa los sistemas de pensiones, aparecen Chile y México; los únicos de la región. Claro que tenemos desafíos, pero no estamos tan mal como pensamos.

Ahora, ahí viene la pregunta: ¿qué hago para mejorar y cómo hacemos que la discusión no se vuelva destructiva? Al final hay que entender si las discusiones nos permiten transitar en la dirección correcta para mejorar.

"En Chile hay hoy elementos consistentes con una adecuada política pensional".

- ¿Lo ve así en la discusión en Chile con la actual reforma?

- No conozco el detalle de la reforma, pero no veo en la mesa una discusión de que van a desaparecer las AFP. Esto es muy buenísimo para la economía de Chile.

También se está hablando de aumentar los aportes, lo que es muy válido y es la discusión correcta. El cómo ya depende de equilibrios y ahí no tengo la sensibilidad.

- Con lo que hay, ¿va Chile en la dirección correcta?

- Creo que sí. Cuando se habla de la repartición de los aportes, parece que hasta las empresas están dando a entender que están dispuestas a hacer más. Entonces, en Chile hay hoy elementos consistentes con una adecuada política pensional.

Esto no es solo de un actor: es un trabajo de Gobierno, AFP, empresarios, trabajadores. Es todo un ecosistema. Y cuando se hacen promesas y generan expectativas a la gente, es bien importante cumplirlas.

- ¿Cuál es entonces el verdadero desafío?

• Creo que una parte es reconocer que las AFP o las Afores hacen bien el trabajo que les encargan, pero tienen el reto de comunicárselo bien a la gente. Después, como entidades, invertir bien y rendir buenas cuentas. Innovar en nuevas clases de activos; el tema está más en dónde invierto que en ganar diversificación.
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