Pemex, el primer desafío para el sexenio de Claudia Sheinbaum

Este martes 1 de octubre, la científica mexicana Claudia Sheinbaum será la primera mujer en la historia en liderar el país norteamericano. 

Uno de sus mayores desafíos es gobernar por fuera de la sombra de la figura de su antecesor, Andrés Manuel López Obrador, quien dejará una economía tocada por la incertidumbre de sus reformas, que el mercado estima pueden llegar a limitar el crecimiento potencial de la nación.

Todo, además, mientras la relación con Estados Unidos y España, sus mayores socios comerciales, se enfría.

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El peso de Pemex

La directora de Análisis Económico en Grupo Financiero BASE y profesora de Economía del Tecnológico de Monterrey, Gabriela Siller Pagaza, explicó a DFSUD que López Obrador “le deja muchos retos económicos” a Sheinbaum.

Pero -dijo- uno de los más relevantes es enfrentar la crisis de Pemex. 

La petrolera estatal mantiene una deuda que supera los US$ 99 mil millones y su financiamiento genera que el gasto del Estado aumente, generando un déficit en las arcas.

Además, tiene un un pasivo laboral de unos US$ 80 mil millones y debe más de US$ 20 mil millones a proveedores, por lo que no hay otra manera de mantener a la firma a flote que no sea mediante el apoyo del Gobierno, indicó la experta.

Pemex “va a ser todo un desafío porque perdió el grado de inversión; además, a esta administración se le ha hecho muy caro salir a financiarla y va a tener que seguir apoyándola, porque es una empresa que depende de una Secretaría de Estado y que dejó de ser productiva”.

Con ella coincidió, la directora de Estrategias de UBS, Gabriela Soni, quien agregó que desde el inicio de la administración actual, “Pemex ha recibido en promedio 1% del PIB en asistencia financiera al año”, por lo cual, “es poco probable que el Gobierno pueda retirar su apoyo sin introducir cambios estructurales”. 

Esto se justifica en base al repunte previsto de las amortizaciones de deuda para 2026, lo que se suma a “mayores necesidades de inversión, una producción de petróleo en mínimos históricos y las actividades de refinamiento que siguen siendo una operación deficitaria para Pemex”.

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Cambiar el modelo

Soni explicó que los esfuerzos de Sheinbaum deben estar en delinear cómo va enfrentar la situación actual de la firma, porque el apoyo que le brinde su Gobierno “determinará, en gran medida, el futuro del grado de inversión del país”.

Para evitarlo, Siller argumentó que Sheinbaum y su equipo de trabajo debe tratar de replicar el trabajo del Fondo Monetario Internacional (FMI) cuando apoya a países con préstamos; es decir, “hacer una planeación de cómo pueden salir de la crisis”.

“Se tiene que cambiar el modelo de negocio porque sin eso, seguirá siendo un barril sin fondo”, enfatizó la experta.

Y añadió que si a esa situación se le añaden las pensiones y los apoyos sociales, “las finanzas públicas no darán y la economía mexicana se deteriorará más rápido”.

En ese sentido, Siller enfatizó que es muy relevante que Sheinbaum “se desligue” del Presidente López Obrador, porque “si no va a parecer como que es una mujer que está en la presidencia, pero que sigue bajo las órdenes de su antecesor y por ende, se desconocerá que ella tiene el poder”.

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Las presiones

Por su parte, el analista soberano de Moody’s, Renzo Merino, argumentó en el seminario anual Moody’s Inside México, que el nuevo Gobierno tiene dos alternativas. 

La primera es que el Estado absorba la deuda a través de garantías; y la segunda es que se propicie un cambio legal para absorber la compañía, lo que “impactará directamente en la calificación soberana del país y aumentará la deuda actual (46% del PIB) a un 50%”.

De acuerdo con la estimación de la agencia, las necesidades de flujo de efectivo, operación y deuda significarán un requerimiento financiero de Pemex por US$ 50.200 millones entre 2025 y 2027.

Sin el apoyo del Ejecutivo, la calificación real de Pemex sería una Ca; es decir con un 80% de incumplimiento de sus compromisos financieros.