Liderazgos divididos tras histórico acuerdo Mercosur-UE: optimismo y críticas marcan el debate

La Unión Europea y los países del Mercosur alcanzaron este viernes un polémico acuerdo de libre comercio que ha estado en negociaciones por más de 20 años y que se perfila enfrentará dificultades para su aprobación en Europa, especialmente por la firme oposición de Francia respecto del impacto en el sector agrícola.

De hecho, desde el Ejecutivo liderado por Macron ya se trazaron las primeras líneas de lo que se viene hacia adelante: el anuncio no es el "final de la historia" porque no tiene "ningún efecto jurídico".

Y destacó que ese tratado "no está firmado ni ratificado".

A ello se sumó la ministra gala de Comercio Exterior, Sophie Primas, se comprometió a luchar con el país contra TLC, considerando que todavía requerirá una firma final después de pasar por una revisión legal y una traducción.

"Lo que está sucediendo en Montevideo no es la firma del acuerdo, sino la conclusión política de la negociación. Esto no vincula a los Estados miembros. Ahora corresponde al Consejo Europeo y luego al Parlamento Europeo expresarse. Francia luchará en cada paso del camino junto a los Estados miembros que comparten su visión", afirmó la autoridad.

En paralelo, el grupo de presión de los agricultores europeos Copa-Coge reiteró su oposición al acuerdo y convocó una acción de protesta en Bruselas para el lunes. La asociación asegura que los productos del Mercosur no cumplen las normas de la UE y crearían una competencia desleal.

Ello hace recordar al conflicto reciente entre los actores de la industria agropecuaria y la cadena de supermercados Carrefour en contra de la producción de carne y cerdo desde Brasil. 

La mirada es distinta en el sector agropecuario de Sudamérica, la fuente de gran parte de los alimentos producidos en el mundo. Aunque celebró el anuncio, también dijeron estar interesados en conocer la letra chica del pacto.

Los productores rurales y exportadores sudamericanos se entusiasman con un ingreso irrestricto al gigantesco mercado europeo. Sin embargo, los temores de que cláusulas medioambientales limiten el comercio y la oposición de algunos países de la UE al acuerdo ponen un freno a las expectativas.

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La reacción en Latinoamérica

Precisamente desde Brasil, el Presidente Luiz Inácio Lula da Silva señaló que esta cumbre tuvo un significado especial. “Marca la conclusión de las negociaciones sobre el Acuerdo Mercosur-Unión Europea, en las que nuestros países invirtieron enorme capital político y diplomático durante casi tres décadas”, mencionó en su cuenta de X.

Asimismo, el mandatario destacó que se está creando una de las zonas de libre comercio más grandes del mundo, que reúne a más de 700 millones de personas. Las economías, en conjunto, representan un PIB de US$ 22 billones (millones de millones). 

Por su parte, el saliente jefe de Estado de Uruguay, Lacalle Pou declaró que un acuerdo de este tipo no es una solución única.  “No hay soluciones mágicas. No hay ni burócratas ni gobiernos que firmen la prosperidad. Es una oportunidad y estará en cada uno de nosotros la velocidad que le demos a este acuerdo cada uno de los países para que esto vaya avanzando”, mencionó.

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El Presidente de Argentina, Javier Milei, quien asumió la presidencia pro-témpore del bloque regional, fue más allá y criticó el funcionamiento que ha tenido el grupo económico durante los últimos años, señalando que sus restricciones "han sido un escollo para el progreso de los argentinos".

Eso sí, abogó por que este bloque pueda perfeccionarse y lograr mayores libertades para comerciar con otros países.

“Menos trabas parancelarias para comerciar puertas adentro, más libertad para comerciar puertas afuera y más colaboración en la persecución del narco, esos son nuestros objetivos”, declaró el mandatario argentino.

Y agregó que el Mercosur tiene dos caminos: “O aceptamos que el Mercosur no funciona y lo disolvemos -lo cual no es la voluntad del Gobierno argentino- o lo adaptamos para que sea funcional a las necesidades de sus actuales integrantes. Esta segunda alternativa requiere una estrategia intelectual y la predisposición al cambio”, comentó.

Su par paraguayo Santiago Peña también celebró en su red social X "un acuerdo histórico para nuestra región: el acuerdo comercial Mercosur-UE. Una oportunidad única para Paraguay de atraer inversiones, fortalecer su competitividad y proyectarse al mundo con más fuerza”, comentó.

Tras 25 años de negociaciones, celebramos un acuerdo histórico para nuestra región: el acuerdo comercial Mercosur-UE. Una oportunidad única para Paraguay de atraer inversiones, fortalecer su competitividad y proyectarse al mundo con más fuerza. pic.twitter.com/jt4aHJaBmi

— Santiago Peña (@SantiPenap) December 6, 2024

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Unión Europea

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, señaló que este es un acuerdo en el que todos ganan.

"No es sólo una oportunidad económica, es una necesidad política", añadió.

Y reconoció que "vienen fuertes vientos en dirección contraria, hacia el aislamiento y la fragmentación, pero este acuerdo es nuestra respuesta".

Por su parte, el jefe de Gobierno de España, Pedro Sánchez, consideró que lo logrado permitirá tender un “puente económico sin precedentes” entre Europa y América Latina.

Señaló que España empujará para que este acuerdo sea aprobado: “España trabajará para que este acuerdo sea aprobado por mayoría en el Consejo. Porque la apertura comercial con nuestros países hermanos latinoamericanos nos hará -a todos- más prósperos y más fuertes”, dijo.