Menores de 35 años impulsan el renacer inmobiliario en Mar del Plata

“Atrapada en el tiempo” había quedado la ciudad argentina de Mar del Plata, desde su auge en los años ‘70 hasta la pandemia. Desde entonces, y en los últimos cuatro años, la urbe se ha reactivado gracias a las desregulaciones y nuevos impulsos para el mercado inmobiliario.

Hoy habitan cerca de 700 mil personas y la proyección es que ello siga al alza. Y es que la llegada de Javier Milei a la presidencia marcó un antes y después para la industria, a partir de medidas como la derogación de la Ley 21.551 -también conocida como Ley de Alquileres-, el blanqueo de capitales y el regreso del crédito hipotecario.

De acuerdo con Daniel Zampone, vicepresidente de la Cámara Inmobiliaria Argentina (CIA), estos cambios dieron paso a una mejor condición para los inquilinos, que se enfrentan a una mayor disponibilidad de viviendas.

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Con ello, el “sueño de la casa en la costa” se transformó en una realidad, donde al propio estilo de las construcciones de Dubái, miles de jóvenes menores de 35 años se han vuelto los principales compradores de megaproyectos inmobiliarios premium. 

Son grupos de alto poder adquisitivo que han encabezado las promesas de compra-venta, mientras que los estudiantes universitarios lideran los arriendos a partir del capital de sus padres.

Y es que con la pandemia y la llegada del sistema híbrido de trabajo, muchos jóvenes “sub-35” comenzaron a ver a Mar del Plata como un lugar para vivir. Con ello, no solo han impulsado el atractivo en términos de construcción, sino que también han renovado el turismo, la gastronomía y los lugares de entretenimiento.

La inmobiliaria local Sanz y Ordoqui cuenta con arrendatarios de esas características. Rodrigo Sanz, su propietario, comentó a DFSUD que tienen el caso de un joven que trabaja en una empresa de salud y que post Covid “eligió la ciudad de Mar del Plata y vive en un departamento con vista al mar”.

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Muchos llegan con un puesto de trabajo estable y con ingresos que les permiten adquirir una vivienda. Según Zampone, aunque todo es variable, para obtener un crédito hipotecario se debe ganar unos 2,5 millones de pesos argentinos (US$ 2.411 aproximadamente). 

En este sentido, el poder adquisitivo del inquilino juega un papel fundamental, sobre todo en las zonas más cercanas a la costa como el eje Torreón del Monje - Plata Varese - Playa Chica.

De acuerdo con Sanz, los precios van cambiando según el estado del inmueble, pues ha surgido una tendencia a la remodelación de históricos chalets y edificios aristocráticos. 

“Un departamento antiguo, original, en el centro de la ciudad, se puede encontrar desde los US$ 1.000 a US$ 1.400 el metro cuadrado. Los departamentos renovados, salen entre US$ 1.800 a US$ 1.900 el metro cuadrado en zonas más alejadas de Güemes. Para el lado El Torreón y el lado de Varese, empieza a subir entre los US$ 2.500 y los US$ 2.700, y si tiene vista al mar, el precio se va más arriba”, señaló Sanz.

A ese grupo se suman los universitarios que provienen del interior de la provincia que van a estudiar a Mar del Plata dada su amplia oferta educativa. 

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Según Guillermo Rossi, presidente del Colegio de Martilleros y Corredores Públicos de Mar del Plata, son los padres de estos jóvenes, que por lo general trabajan en el campo o en pequeños comercios, los que invierten y “en vez de alquilar, compran una propiedad, ya que probablemente, después el joven que se recibe como profesional, se queda”. 

Dado este renacer de la zona, se han impulsado varios proyectos conocidos como “desarrollos premium”: próximas edificaciones, destinadas a un público ABC1, que se caracterizan por sus amenities; es decir, instalaciones o espacios que tienen como objetivo hacer la vida más cómoda del residente, entre los que están: piscinas, quinchos, gimnasios, bodegas, etc.

El Distrito de Arte y Diseño (DAD) y la reconversión del Chateau Frontenac son algunos de los proyectos en carpeta. Mientras que el primero corresponde a un desarrollo residencial y comercial con dos torres de 30 pisos, el segundo será un hotel boutique con dos torres de 20 pisos.