Cabify: Regulaciones flexibles e innovadoras son clave para el desarrollo de las apps de movilidad

“El dinamismo en esta industria es la constante y así mismo necesitamos regulaciones flexibles e innovadoras que sean un catalizador para el desarrollo de los países”. A esa conclusión llegó Miguel Abad Carillo, director de Asuntos Públicos de Cabify, al ser consultado respecto de qué se necesita para lograr una convivencia sana de las aplicaciones de movilidad en las economías latinoamericanas.

En el espacio Conexión América de DFSUD.com, el ejecutivo mexicano aseguró que, pese a los avances que se han hecho en varios países de la región, con Chile como ejemplo con su llamada Ley Uber, aún queda mucho espacio de discusión y de avances para el desarrollo de la industria.

A su juicio, el sector requiere de “regulaciones bastante innovadoras que rompan paradigmas de lo tradicional y se atrevan a ver más allá del largo plazo”.

En ese sentido, consideró necesario que las normas que se apliquen “tengan en consideración justamente la flexibilidad de esta industria, tanto en lo que a oferentes se refiere como respecto de los usuarios, que pueden encontrar y comparar distintas alternativas”.

El episodio de Conexión América está también disponible en versión podcast en Spotify.

Los desafíos

Para Abad, quien lleva más de seis años al frente de las políticas públicas de Cabify, hay otros elementos que son clave para las apps.
“Chile dio un paso fundamental respecto a la naturaleza juridica de quienes prestan el servicio”, dijo.

Ahora, se presentan nuevos desafíos. Está todo lo relacionado al congelamiento del parque vehicular y el “determinar las mejores soluciones para evitar incentivos perversos”.

En ese sentido, dijo, hay que “equilibrar la cancha respecto del taxi y al interior de la industria, respecto de la participación de los privados; que quienes quieran emprender no se encuentren con un mercado que ya está cerrado”.
A ello, sumó el ítem de la tipología de los autos y la cilindrada del motor, considerando que la tendencia es más bien acelerar el proceso de transición a energías sostenibles.
“La cilindrada no es un sinónimo ni de seguridad ni de confort, pero mucho menos de sustentabilidad.

Estamos bastante preocupados porque esas limitaciones puedan, de la misma forma, derivar en un cumplimiento basado en estándares bastante obsoletos”, explicó Abad.

Lo mismo, indicó, pasaría con el requisito de licencias específicas que se convertirá en un traba a la flexibilidad que necesita la industria.

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Diferencias en Latinoamérica

Uruguay, Colombia, México y Perú -además de Chile- han adelantado sus propias discusiones legales ante la necesidad ya consensuada de que es necesario regular la actividad de las aplicaciones de movilidad. 

Sin embargo, en la mayoría de esos países no han llegado aún a buen puerto o se hace necesario actualizar el marco existente para adaptarlo a la realidad actual.

En ese sentido, Abad coincidió en que hay que lograr marcos regulatorios que den certeza jurídica, más allá del Gobierno que esté de turno, "porque es una realidad que el impacto que están teniendo las plataformas va mucho más allá del tema de movilidad". "Estamos siendo un catalizador del impulso a la recuperación económica en las ciudades", aseguró.

El objetivo final es "cómo promovemos un mejor ecosistema para que el desarrollo de las ciudades sea de forma ordenada y pongamos la tecnología al servicio de las propias ciudades, pero sobre todo de los ciudadanos".