Vicepresidenta de Ecuador acusa al jefe de Estado de “tomar el poder por la fuerza”

Por Joe Daniels
Bogotá

La vicepresidenta de Ecuador acusó al Presidente Daniel Noboa de violar la constitución del país mientras busca un segundo mandato, en lo que dijo es un patrón de comportamiento autoritario.

Verónica Abad, quien ha estado enfrentada con Noboa, dijo que la negativa del jefe de Estado a entregarle las riendas durante la campaña previa a las elecciones del próximo mes violaba la Constitución.

“En este momento ha tomado el poder, ha abusado del poder y ha alterado el estado de derecho con el simple y único objetivo de llevar a cabo un golpe de Estado, de tomar el poder por la fuerza”, dijo Abad en una entrevista en video desde su casa.

Desde la semana pasada no ha podido entrar al lugar de trabajo oficial que se encuentra atrincherado y rodeado por soldados.

La ley electoral de Ecuador exige que el Presidente tome una licencia para hacer campaña, durante la cual es reemplazado temporalmente por el vicepresidente, quien según la constitución debe ser elegido.

Pero Noboa ha nombrado a un vicepresidenta interina diferente para reemplazarlo, en una decisión que ha sido ampliamente cuestionada por expertos legales.

Noboa y Abad ganaron las elecciones en 2023, pero desde entonces han estado enfrentados. Noboa ha calificado a Abad de “desleal” y “corrupta” y ha intentado marginarla nombrándola embajadora en Israel y luego en Turquía, adonde ella se negó a ir. Eso desencadenó una batalla legal después de que él intentara reemplazarla por un vicepresidente diferente el año pasado, una medida que fue rechazada por los tribunales.

Abad dijo que, tras haber cumplido su propósito ante Noboa en la fórmula electoral —que según la ley ecuatoriana debe incluir a un hombre y una mujer—, su jefe ya no la consideraba útil, aunque se negó a decir qué causó la ruptura inicial. Esta vez no estará en la fórmula.

Abad dijo que a su familia casi le negaron la entrada a la toma de posesión de Noboa. Ella lo ha acusado de cometer “violencia política” al marginarla, algo que atribuye a su género, y criticó el “conflicto armado interno” que Noboa declaró después de un brote de violencia el año pasado en la ciudad de Guayaquil. Más de 5.500 personas fueron arrestadas.

Noboa, por su parte, acusó el año pasado a Abad de querer “que el Presidente de la república salga del cargo para que ella pueda asumir el papel… ahora ha mostrado su verdadero carácter”.

Noboa ha argumentado que la estipulación de que se haga a un lado durante el período de campaña, que comenzó el 5 de enero, no se aplica ya que está concluyendo el mandato del exPresidente Guillermo Lasso, quien convocó elecciones anticipadas en mayo de 2023 mientras enfrentaba un proceso de juicio político.

Este mes, Abad afirmó que ella debería asumir la presidencia y pidió a los militares que la respaldaran. Las fuerzas armadas se pusieron del lado de Noboa.

“Ha borrado claramente mis obligaciones de un plumazo”, dijo Abad. “Parece un emperador, y los días de los emperadores y los reyes ya pasaron hace tiempo”.

Abad, ex coach de negocios de 48 años, fue elegida por Noboa, hijo de un magnate bananero multimillonario, para unirse a su campaña externa para la presidencia.

Noboa, un defensor del libre mercado que como candidato usó un chaleco antibalas en un debate, prometió una línea dura contra el crimen y a sus 35 años apeló a los jóvenes votantes descontentos.

Pero Noboa y Abad no han hablado directamente desde las elecciones, dijo Abad. “Durante todo este tiempo, él se ha negado a hablar conmigo”, dijo Abad, añadiendo que su caso podría servir como advertencia a nivel mundial “para que las mujeres nunca más puedan ser utilizadas como objetos”.

Noboa ha sido criticado por su naturaleza impetuosa, particularmente cuando ordenó a la policía allanar la embajada de México en abril pasado para arrestar al exvicepresidente Jorge Glas, quien se refugió allí mientras las autoridades lo perseguían por acusaciones de corrupción.

Noboa se presenta a la reelección entre 16 candidatos, y la primera vuelta se celebrará el 9 de febrero. Ha elegido a María José Pinto, hija de un rico empresario textil, como compañera de fórmula. Si ningún candidato gana directamente, habrá una segunda vuelta en abril.

La mayoría de los expertos constitucionales y legales coincidieron en que no había justificación legal para marginar a Abad, dijo Sebastián Hurtado, director de la firma de riesgo político Prófitas, con sede en Quito.

“Pero Noboa ha decidido doblar todas las reglas constitucionales, legales y electorales, seguramente confiado en que cualquier retroceso político o legal se evaporará con una victoria electoral contundente”, dijo.

El ex legionario extranjero conservador Jan Topić, que también se presentó a las elecciones de 2023, quedó excluido de la candidatura. El tribunal de disputas electorales del país lo inhabilitó porque tiene participaciones en empresas con contratos gubernamentales.

Topić dijo que la descalificación probablemente fue política. “Noboa no debería estar tan preocupado por las elecciones, debería preocuparse por liderar el país”.

Luis Almagro, secretario general de la Organización de los Estados Americanos, dijo en noviembre que excluir a Topić representaría “un golpe a la integridad del proceso electoral”.

La oficina de Noboa no respondió a las preguntas sobre las disputas con Abad y Topić.

La principal preocupación de los votantes es la seguridad, que se ha deteriorado drásticamente en los últimos años a medida que los cárteles internacionales de la droga han ampliado su presencia.

Pero Noboa también enfrenta críticas por sus políticas de seguridad de línea dura después de que en diciembre se encontraran los cuerpos incinerados de cuatro adolescentes negros en Guayaquil, luego de que se los vio siendo obligados a subir a un vehículo militar. Dieciséis soldados fueron acusados ​​posteriormente de su desaparición forzada.

Nicholas Watson, de la consultora Teneo, dijo que la disputa con Abad probablemente no amenazaría la campaña de Noboa, pero sí permitiría a los oponentes presentarlo como "un niño rico malcriado que sufre rabietas".

“Los opositores políticos podrían (más tarde) cuestionar la legitimidad de Noboa con el argumento de que no se tomó una licencia durante la campaña, lo que invalida su elección”, dijo Watson.

Abad dijo que el temperamento fogoso de Noboa y sus maquinaciones políticas estaban desviando la atención de la tarea de gobernar. “Se están ignorando los intereses del pueblo y de la nación”, afirmó.