Brasil lanzará paquete de medidas "más ambicioso" para transición verde

Por Bryan Harris

Brasil está a punto de lanzar un plan de transición verde por valor de cientos de miles de millones de dólares en inversiones públicas y privadas que las autoridades esperan que se convierta en la política emblemática del tercer mandato del presidente izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva.

El paquete, que se revelará en agosto o septiembre, abarcará unas 100 iniciativas, entre ellas el comercio de derechos de emisión de carbono, la bioeconomía y la adaptación de infraestructuras en seis áreas políticas, según le dijeron al Financial Times funcionarios encargados de coordinar el plan.

"La idea es tener el plan más ambicioso del mundo para descarbonizar una economía, al menos entre los países en desarrollo", dijo un alto funcionario implicado en la planificación.

El esperado anuncio del paquete se produce en un momento en que Brasil parece haber frenado la galopante deforestación de la Amazonia durante la anterior administración del presidente de extrema derecha Jair Bolsonaro. Los datos oficiales sugieren que la destrucción de la selva tropical disminuyó más de un 33% en los seis primeros meses de este año en comparación con el mismo periodo del año anterior.

Brasil es el último país en lanzar un ambicioso programa para ecologizar su economía. La Ley de Reducción de la Inflación del gobierno de Joe Biden promete cientos de miles de millones de dólares en subsidios y exenciones fiscales para animar a las compañías a desarrollar tecnologías verdes y crear empleos en EEUU. La Unión Europea (UE) también está flexibilizando las normas sobre ayudas estatales para desbloquear más gasto público en la transición verde.

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Aunque algunos activistas se han mostrado cautelosos sobre el compromiso medioambiental de Lula en un momento en que la empresa estatal Petrobras está aumentando la producción de petróleo y gas, muchos inversionistas han alabado el cambio de actitud de Brasilia.

"Ya estamos viendo cómo oportunidades específicas relacionadas con el medio ambiente reciben más inversión internacional", dijo Daniel Rummery, de Brunel Partners, un grupo que asesora a inversionistas extranjeros en Brasil.

Los funcionarios del gobierno de Lula esperan que el paquete de transición verde continúe más allá de su presidencia, con vistas a cumplir los compromisos internacionales de Brasil de neutralidad climática para 2050.

Entre las primeras iniciativas estará la legislación para la creación de un mercado regulado del carbono, que se enviará al congreso en los próximos meses.

"Confiamos mucho en la aprobación en el Congreso, porque el sector más directamente afectado — la industria — apoya el mercado del carbono", dijo un funcionario del Ministerio de Hacienda.

El plan también prevé la redistribución de los fondos federales de investigación y desarrollo para dirigirlos hacia las tecnologías verdes y la expansión de la educación técnica en las zonas geográficas pertinentes, como la biotecnología en la selva amazónica o las energías renovables en las zonas nororientales, soleadas y con mucho viento.

También se enfocará en el desarrollo de nuevos productos e industrias basados en la diversidad de los múltiples biomas del país. Los ecologistas llevan mucho tiempo defendiendo estas iniciativas de bioeconomía.

Funcionarios del gobierno reconocen que la eliminación de la deforestación ilegal y la extracción de oro en la Amazonia debe sustituirse por nuevas oportunidades en la empobrecida región. El funcionario del Ministerio de Hacienda dijo: "Tenemos que crear oportunidades económicas para que el plan sea sostenible".

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Con más del 90% de la electricidad de Brasil generada ya por energías limpias —sobre todo hidroeléctricas— las autoridades quieren que el país se convierta en un centro de tecnologías verdes, como el hidrógeno renovable.

El funcionario dijo: "Nuestro reto es conseguir que se produzcan más etapas de la cadena de valor en Brasil. Queremos exportar las tecnologías necesarias para producir hidrógeno renovable y otras tecnologías para la descarbonización de nuestra economía".

El gobierno calcula que el paquete, en el que participarán varios ministerios y la presidencia, tendrá un valor de cientos de miles de millones de dólares durante la próxima década. Pero dice que la mayor parte procederá de asociaciones con el sector privado y de la inversión privada.

Rafael Dubeux, asesor del Ministerio de Hacienda, se muestra optimista sobre el éxito de la agenda, asegurando que no sólo es favorable al medio ambiente, sino también al desarrollo.

"Seguimos siendo un país pobre. Para que el plan sea políticamente viable, tenemos que demostrar que traerá oportunidades en términos de empleos bien remunerados y aumento de la productividad", dijo. "La fusión de estos dos objetivos es fundamental para el plan".