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Empresas repliegan inversiones en Colombia: ¿estrategia o señal de incertidumbre?

En las últimas semanas, Nutresa, Sacyr, Grupos Argos y Corona -socia de Falabella- han anunciado el cierre o venta de activos no considerados parte vital del negocio.

Por Déborah Donoso Moya / Foto: Reuters I Publicado: Miércoles 11 de junio de 2025 I 19:45
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La firma colombiana Nutresa se desprendió recientemente de su participación en Alsea, poniendo fin a su sociedad con Starbucks en el país. Poco después vendió su participación en la mexicana Bimbo y luego se conoció que estaba clausurando plantas clave, laboratorios de investigación y reduciendo personal en la Fundación Nutresa.

La gigante de alimentos señaló que las decisiones se enmarcan en su estrategia de enfocarse en negocios donde tiene mayor control y relevancia operativa.

Una semana después, fue Organización Corona, socia de la chilena Falabella, la que puso a la venta sus participaciones en la firma: 35% en Falabella Retail; 31,13% en Banco Falabella; 35% en Agencia de Seguros Falabella Limitada; y 35% en ABC de Servicios S.A.S. 

La empresa explicó a DFSUD que la decisión busca “concentrar esfuerzos en los negocios de manufactura y comercialización de productos y servicios para la construcción y mejoramiento del hogar, así como en el desarrollo de nuevos negocios que complementen su oferta de valor”.

A estas desinversiones se suma la española Sacyr, que oficializó este martes la venta de tres concesiones viales a Actis por US$ 1.600 millones. “Esta transacción fortalece nuestro balance para acelerar el crecimiento de la compañía y equilibra geográficamente nuestro portafolio de proyectos”, sostuvo.

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Algunos casos

En 2024, Colsubsidio cerró sus supermercados tras 63 años de historia, pero mantuvo sus farmacias y servicios de salud, reforzando su identidad como caja de compensación.

Más reciente está el caso de Cementos Argos, que vendió su participación del 31% en Summit Materials a Quikrete Holdings por más de US$ 2.800 millones, con el objetivo de ganar flexibilidad en sus operaciones en Estados Unidos.

Omar Suárez, gerente de renta variable de Aval Casa de Bolsa, precisó: “Esa desinversión fue en EEUU, pero en Colombia no ha habido movimientos similares. En cuanto a Nutresa, esto responde a una estrategia particular: hubo una compra apalancada y Jaime Gilinski busca recursos para reducir esa deuda, aunque también puede tener componentes estratégicos”.

En esto coincidió la lider regional de Equity Research de Credicorp, Steffania Mosquera, quien aseguró que "las transacciones anunciadas en los últimos meses responden a realidades particulares de cada compañía, más que a un fenómeno sistémico o a un cambio generalizado en el apetito por el mercado colombiano".

Otras empresas, como General Motors, Forever 21 y Belgroup (matriz de los gimnasios Sportlife), han optado por cerrar definitivamente sus operaciones en el país.

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Más allá de la estrategia

Aunque la mayoría acusa razones estratégicas, hay más factores detrás de esta ola de repliegues.

En diálogo con DFSUD, el economista Juan Pablo Vieira, CEO de JP Tactical Trading, destacó que “muchas empresas locales están desinvirtiendo en activos no estratégicos, también porque están buscando expansión regional o consolidación en su nicho”.

Según Vieira, muchas firmas también buscan diversificación geográfica. “Empresas como Bancolombia, Grupo Argos o la misma CemArgos ven como algo positivo ampliar su presencia en EEUU, Centroamérica o Sudamérica. Buscan dispersar el riesgo ante la desconfianza que ha generado el Gobierno actual. La inversión se ha frenado y el país ha perdido atractivo”.

Suárez coincidió: “La relación inversión sobre PIB ha caído considerablemente desde el cambio de Gobierno. El temor de invertir en Colombia ha crecido, y sectores como el petrolero, gasífero y minero han sufrido una fuerte contracción en producción. La inseguridad jurídica y el aumento del riesgo país son preocupaciones crecientes”.

Un ejemplo de esta visión lo dio Corficolombiana, del Grupo Aval, al reconocer que no ha encontrado proyectos de inversión viables en Colombia, razón por la cual ha redirigido su mirada hacia Centroamérica y Sudamérica. “Muchas empresas están viendo un panorama complicado. Aunque sectores como petróleo, minería y turismo mantienen cierto atractivo, la economía en general está muy golpeada”, concluye Vieira.

Suárez añadió que otras compañías también han optado por reorientar su estrategia internacional: Celsia, por ejemplo, dejó proyectos en La Guajira para enfocarse en energía eólica en Perú; ISA ha centrado su operación en Brasil; Canacol busca gas en Bolivia para reducir su dependencia del mercado colombiano; y Ecopetrol ha incrementado su producción gracias al fracking en Estados Unidos.

En el caso de Falabella, Mosquera comentó que en conversaciones recientes, la compañía "ha expresado su interés en continuar apostándole al mercado colombiano y no descarta adquirir las participaciones de Corona en los negocios conjuntos en los cuales Corona piensa desinvertir", lo cual es una noticia optimista para el mercado.

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